IHV´H: EL GRANDE, GLORIOSO Y TEMIBLE
NOMBRE
Por Kabbalah y Torah
El grande, glorioso y temible
Nombre, IHV´H, es un Nombre que incluye a todos los demás Nombres divinos
mencionados en la Torá. No hay Nombre divino que no esté incluido en el Nombre
IHV´H.
Entendiendo esto, debes darte cuenta
de lo cuidadoso que debes ser al pronunciar este Nombre. Al pronunciar el
Nombre IHV´H pones en tus labios todos los Nombres santos. Es como si tu boca y
tu lengua estuvieran llevando todos los Nombres Santos, de los que depende el
universo y todo lo que contiene.
Comprenderás entonces el misterio
del [Tercer] Mandamiento: “LÓ TISSÁ ET-SHEM-ADO-NÁI ELO-HÉJA LASHSHÁV - No tomarás el Nombre de IHV´H tu
Di-s en vano”. (Shemót/Éxodo 20:7a).
Porque ¿cómo puede una criatura
humilde e insignificante llevar en su lengua el gran Nombre IHV´H que sostiene
a toda la creación, tanto arriba como abajo? Y lo que es más. [¿Cómo puede usarlo
para sus propias necesidades], como si fuera un hacha para cortar?...
Debes entender que cuando alguien
pronuncia el Nombre IHV´H, haciendo sonar sus letras con el movimiento de la
lengua, está agitando todos los universos, tanto arriba como abajo. Todos los
ángeles se alzan y se preguntan entre sí. ¿Por qué está temblando el universo?
Y se contestan: Porque algún malvado está pronunciando el Nombre Explícito,
haciéndolo sonar con sus labios. Como resultado de esas vibraciones todo nombre
y apelación que de él dependen reverbera, y el cielo y la tierra tiemblan.»
Entonces dicen: ¿Y quién es este
malvado que hace que el universo tiemble pronunciando el Gran Nombre sin razón?
Es este malvado, el que ha cometido estos pecados en el día de hoy y aquellas
faltas el otro día. Como resultado, todos los pecados de este individuo son
recordados.
Cuando se agita el tronco de un
árbol se hace que todas sus ramas y hojas tiemblen. Igualmente, cuando alguien
pronuncia el nombre IHV´H todas las multitudes de lo alto y lo bajo tiemblan,
ya que todo depende de él.
El único lugar en el que esto no era
así era el Bét HamMikdásh (Templo Santo). Cuando el Kohén Gadól (Sumo Sacerdote)
pronunciaba este Nombre en el Templo, todas las multitudes del cielo se
regocijaban y recibían el influjo divino.
Porque haciendo esto, el Sumo
Sacerdote rectificaba todos los canales superiores y la bendición llegaba a
todo en el universo.
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