VIDA, ALIMENTO
(Sustento) E HIJOS
Si uno quiere
conseguir estas tres cosas, [vida, alimento o hijos], no puede hacerlo por
derecho propio en este mundo. No es una cuestión de mérito, sino que [implica]
al Tribunal de arriba.
¿Cómo pueden
entonces conseguirse?
Uno tiene que
elevar su concentración e intención (kavvaná) más y más alto. Tiene que
inquirir más hondo que el Mundo Futuro (Biná) hasta que alcanza el nivel de Kéter
que es EHIÉ´H y que está [asociado con] el Infinito (Én Sóf).
Se alcanza así
el nivel de los Trece Atributos de la Misericordia. Uno de ellos se llama
Destino (mazzál). Por consiguiente los sabios enseñan que “la vida, los hijos y
el alimento (sustento) no dependen del mérito sino del Destino”.
Hay algo que
debes saber y entender. Aunque digamos que aquél que quiera conseguir de Di-s
lo que desea, debe concentrarse en un Nombre Divino particular, esto no
significa que tenga que hacerlo en ese Nombre y no ir más lejos.
La verdadera
intención es ésta: hay que concentrarse en el Nombre asociado con la cosa que
se necesita. Se debe entonces elevar la concentración en ese Nombre hasta el punto
más alto de las Diez Sefirót. Se alcanza así la Fuente Suprema, que es llamada
Fuente del Deseo. Cuando alguien alcanza la Fuente del Deseo, su petición y el
deseo de su corazón son satisfechos.
Tal es el
significado del versículo: «POTÉAJ ET-IADÉJA UMASBÍÄ
LEJOL-JÁI RATZÓN - Abres tu mano
(iadéja) y satisfaces todo deseo vital» (Tehil´lím/Salmos 145:16). No leas:
“Iadéja - Tu mano” sino “Iodéja - Tu Iód”. Esto significa que Di-s abre el misterio
de la Iód del Nombre IHV´H, que es la Fuente del Deseo. Él satisface entonces
el deseo de todo el que pide.
Quien quiera conseguir
de Di-s aquello que desea, debe contemplar las Diez Sefirót. Debe transmitir
Voluntad y Deseo de lo más alto a lo más bajo, hasta llevarlo al Deseo Final
que es el Nombre de ADO-NÁI. A través de él las Sefirót son bendecidas y él es
bendecido a través de sus Sefirót.
Éste es el
misterio del versículo: “ASHÉR
HAMMITBARÉJ BAÁRETZ ITBARÉJ
BE´ELO-HÉ AMÉN - El que se
bendice a sí mismo en la tierra (Maljút), se bendice por el Di-s del Amén» (Ieshaäiáhu/Isaías
65:16).
La palabra AMÉN
alude al misterio por el que la bendición se transmite desde los nombres EHIÉ´H
y IHV´H al Nombre ADO-NÁI.
Aprende de esto
que al rezar hay que concentrarse de la forma que te he dicho. Hay que unir las
Sefirót y aproximarlas entre sí...
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