EL ACTO DE TZIMTZUM

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EL ACTO DE TZIMTZUM   Por Kabbalah y Torah en Expansión   Al producir la Creación como una obra fuera de Sí mismo, el ‘En Sof’ (Infinito), Bendito Sea, voluntariamente dejó de lado Su ilimitación y adoptó un camino de acción limitada. Esto se llama el ‘Tzimztum’ (“contracción”) del ‘En Sof’, Bendito Sea.   La Voluntad Suprema, que es el ‘En Sof’, Bendito Sea, incluye diferentes tipos de poderes que no tienen Fin ni Límite. Pero no estamos hablando de Su aspecto de lo ilimitado, con el cual no tenemos conexión. Más bien, estamos hablando de ese poder particular entre Sus innumerables poderes que es la causa de nosotros.   El poder que nos causa es Su poder para producir una obra “fuera” de Él mismo, en el sentido de crear y gobernar reinos y seres aparentemente separados e independientes.   Esto lo hizo de acuerdo con Su ‘Middá Jésed’ (“atributo de bondad”), porque la naturaleza de la bondad es otorgar bondad a los demás. Si es así, estamos hablando solo de Sus actos

PARASHA VAYIGASH: ABRIENDO LAS PUERTAS DE LA ABUNDANCIA


PARASHÁT VAIGGÁSH: ABRIENDO LAS PUERTAS DE LA ABUNDANCIA

La Parashá Vaiggásh trata sobre los miembros de una familia que “se acercan” los unos a los otros después de una larga separación. Habían estado separados en el espacio y el tiempo, así como también emocional y espiritualmente.

La separación espiritual, de acuerdo con el Zóhar, es explicada en las primeras palabras de la lectura: “Vaiggásh Eláv Iehudá” (Y se le acercó Judá). Estas palabras son la esencia de lo que trata esta historia bíblica en un nivel espiritual. “Iehudá se le acercó” quiere decir que la distancia entre el mundo físico, Maljút, y el universo perfecto, Zéër Anpín o Árbol de la Vida, se cerró en el nivel de Iesód.

Conectarnos y jalar sustento de Zéër Anpín y de todo lo que contiene requiere de un cierto nivel de crecimiento espiritual y es por esto que Iehudá cuenta la historia. La repetición de esta historia remueve el caos causado por la separación, y es entonces cuando Ioséf se revela.

Cuando uno atraviesa por caos, ya sea hoy en día por inestabilidad financiera o problemas de salud, el Satán (oponente) tiene la forma para ayudarnos a olvidar el dolor una vez que las cosas mejoran. Este caos parece desparecer, pero en realidad no es así, sólo regresa en formas diferentes.

¿Qué es el caos? Es la ausencia de Luz. Remover el caos significa no tener su influencia en nuestras vidas. Este es un concepto que los seres humanos debemos de captar. Debemos de entender que no es suficiente el hecho que una forma de caos sea removida de sólo un área de nuestra vida. Estamos hablando de encender La Luz y hacer que la obscuridad desparezca de todas las áreas de nuestra vida para siempre. El Zóhar explica que la razón por la que la Torá dice “y se le acercó” es porque sólo hay una forma para remover el caos- Cuando Maljút se vuelve uno con Iesód.

En lugar de culpar y justificar, debemos de tomar responsabilidad. Hay un proceso de Tikkún (corrección, reparación). No existe tal cosa como una persona sufriendo para siempre. Hay un fin al sufrimiento, hay un proceso por el cual el Tikkún se lleva acabo. Cuando Zéër Anpín controla hay rajamím (misericordia), como cuando los hermanos reconocieron que tal vez el caos que estaba sucediendo era porque habían vendido a su hermano Ioséf. Este reconocimiento fue lo que causó que Ioséf se revelara.

Cuando experimentamos caos no nos preguntamos qué fue lo que hicimos para crear esa situación en nuestra vida. La mayoría de nosotros culpa a los demás por el caos que estamos experimentando. Tal vez las cosas no siempre resultan bien. El caos acosó a los hermanos de Ioséf una y otra vez durante 22 años hasta que finalmente se dieron cuenta que esto les sucedía como consecuencia de haber vendido a su hermano.

Podemos acortar nuestro proceso de Tikkún. De esto se trata la tecnología de la Kabbalá. Para acortar el proceso de Tikkún debemos tomar ventaja de cada momento en que podamos obtener Luz extra, aceptando la responsabilidad de nuestras acciones pasadas y cerrando esos capítulos en nuestra vida.

Esta es una lección muy poderosa para nosotros y todo lo que debemos de hacer es crear una apertura en nosotros mismos. Es difícil liberarnos de las tonterías de “Tengo la razón en lo que pasó” ¿Porque no podemos decir en una discusión: Tú estás en lo correcto y yo estoy equivocado”? ¿qué pasaría? Necesitamos tomar responsabilidad de nuestras acciones y todo lo que se deriva de ellas como consecuencias. A veces el caos viene por acciones de vidas pasadas. Pero ya sea de éste tiempo o de otro tiempo debes de preguntarte que fue lo que hiciste para atraer esa situación a tu vida…incluso si es algo bueno.

Necesitamos repetirnos a nosotros mismos: “Cualquier aspecto negativo en mi vida se debe a mí” si pudiéramos hacer esto por una hora o dos podríamos acceder a las puertas que literalmente están abiertas durante la lectura de este Shabbát y si aún no podemos soltar la idea de quién es el culpable, hemos perdido una gran oportunidad.

Te hago un llamado: Necesitamos toda la Luz que nos puede llegar de esta Parashá. Si tan sólo pudiéramos tomar responsabilidad de todas nuestras acciones, entonces podríamos abrir las puertas de la abundancia que nunca antes han sido abiertas.


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