LOS 125 ESCALONES ESPIRITUALES - Unificación,
Tikkún y Devekút
Código Kabbalístico cortesía de Moré
Rajsassi.
Cada uno de los 5 libros de la Torá
representa 25 niveles y suman un total de 125 niveles que tenemos que
experimentar con el fin de corregir totalmente el alma que se rompió como
consecuencia del pecado de Adám.
La escalera del Creador abarca 125
niveles. Estos se dividen de manera uniforme entre 5 mundos espirituales, los
cuales son: el Mundo de Adám Kadmón, el Mundo de Atzilút, el Mundo de Beriá, el
Mundo de Ietzirá y el Mundo de Äsiá.
Los 5 Mundos, son cinco fases de
ocultamiento de la Luz del Creador (placer) del deseo de recibir. En el mundo
de Adám Kadmón, el deseo de recibir siente el 100% del placer, en el mundo de
Atzilút siente el 80% del placer, en el mundo de Beriá el 60% del placer, en el
mundo de Ietzirá el 40% del placer, en el mundo de Äsiá siente el 20% del
placer, y en este mundo (Ölám Hazzé) el 0%. En nuestro mundo, no sentimos al
Creador en absoluto, y justamente, dentro de esta situación, se puede producir
en nosotros el deseo independiente de conectarnos con Él.
Es importante destacar que la Luz en
sí, no cambia, tal como escriben los cabalistas: “la Luz infinita (Én Sóf) se
halla en reposo absoluto”. Sólo el Kelí (vasija) – el deseo de recibir – es el
que se modifica, y de acuerdo a eso, siente la única Luz simple de maneras
diferentes.
En el desprendimiento de los 5
Mundos de arriba hacia abajo, el deseo de recibir va descubriendo cada vez más
cuán opuesto es en su naturaleza a la naturaleza de la Luz. La Luz es deseo de
otorgar, mientras que él es deseo de recibir. Y esta oposición, que se revela
más y más con el desprendimiento de los Mundos, oculta la Luz en escala
ascendente, hasta la completa ocultación. En cada mundo, el deseo de recibir se
hace más tosco, más denso, más inmerso en la naturaleza de la recepción. Y al
llegar a este mundo, la naturaleza de recibir lo controla absolutamente y le
oculta la Luz por completo.
La Escalera de los Mundos (cada Ölám/Mundo
está dividido en 5 partes interiores llamadas “Partzufím”, y cada Partzúf (“Rostro”,
cierto estado espiritual) está dividido también en 5 partes, llamadas Sefirót
[Kéter, Jojmá, Biná, Zéër Anpín y Maljút] en total, 5 x 5 x 5:125 grados)
desciende de Arriba hacia abajo, desde el Mundo de Infinito (Én Sóf).
De esta manera la Luz desciende
hasta nosotros de Arriba hacia abajo: Iejidá, Jaiá, Neshamá, Rúaj, Néfesh
(NaRaNJáI en orden inverso). Esto es llamado un ocultamiento, la reducción de
la Luz o los mundos (la palabra “mundo”, “Ölám” en hebreo, viene de la palabra
“Älamá”, “ocultamiento”). En otras palabras, arriba hay un 100% de Luz, y
debajo 0% de esta. Tal es el sistema de los mundos (ocultamientos).
Existen almas en nuestro mundo en
las cuales el deseo referido como “hombre” o “Adám” (similar al Creador) se
despierta; es la semilla del hombre en la espiritualidad. Luego, este deseo
comienza a crecer ¿Cómo crece? debe conectarse con otros nueve como él, incluso
en el más ligero nivel de unificación. De esta manera, continúan conectándose
incluso más fuertemente, hasta que alcanzan el grado más alto de unidad entre
las almas.
A través de la historia hubo almas
que alcanzaron la unificación una con otra y están conectadas con las otras en
diferentes niveles de esta escalera de grados. Todos los autores del Zóhar
alcanzaron el más alto grado juntos, y por esta razón, la Luz que trajeron a
este libro, es tan grande que influye y brilla para todos. Esto es porque ellos
toman la Luz de Infinito y son capaces de traerla a nosotros bajo la condición
de que de nuestra parte, queramos al menos elevarnos un poco hacia ellos.
Pero El Zóhar, la entera Luz o una
parte de esta es siempre revelado hasta el punto del grado de unificación, el
grado de otorgamiento, similitud entre el deseo (Kelí/Vasija) y la Luz. Por
esto necesitamos conectarnos tanto como sea posible, tanto cuantitativa como
cualitativamente. Recibiremos esta Luz de acuerdo con nuestra habilidad de
alcanzar al menos el primer peldaño de los 125 grados.
Los autores del Zóhar estaban en
diferentes etapas de avance; no eran todos iguales. Cada uno de los diez
autores del Zóhar corresponde a una de las diez Sefirót, de acuerdo con su
naturaleza y la raíz de sus almas. Pero, cada uno de ellos canceló
completamente sus egos y fueron capaces de unirse con los otros en toda la
extensión de su naturaleza.
Por esto cada uno fue capaz de
alcanzar los 125 grados de la escalera espiritual, es decir, su propia
corrección final individual (Guemár Tikkún). Y juntos fueron capaces de conectarse
en el más alto nivel posible de unificación de las almas. Por lo que revelaron
toda la Luz, la iluminación superior que desciende hasta nosotros desde Árij
Ánpin referida cómo “Zóhar” (un tipo especial de Luz).
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