TERCERA SEÜDDÁH-COMIDA DE SHABBÁT
El tercer nivel de fe es equivalente
al momento en que recibimos la Torá en Sinaí, en que fuimos Uno con HaShém. La
tercera seüddá tiene lugar después de que decimos en la Ämidá-oración
silenciosa del Shabbát por la tarde: “Tú eres Uno, Tu Nombre es Uno, y el
Pueblo de Israel es uno”.
Participamos en la tercera seüddá de
Shabbát en honor de HaShém como nuestro Rey, Quien, durante los días semanales,
actúa como juez. De ahí el término Zéër Anpín (ZA), que implica ‘semblante
corto’, en el sentido que un rey y juez no siempre puede obrar con paciencia
ilimitada. No obstante, en este momento de Shabbát nos regocijamos con HaShém
ya que por el momento, deja a un lado Su función de juez y dirige hacia
nosotros la efusión de Su amor infinito así como sucede por la mañana de Shabbát,
hasta el punto que el sabio de Torá llamado Ben Ísh Jái ha sugerido sustituir
el término Zéër por Zahír-brillante en la declaración que precede a la tercera
seüddá de Shabbát. Para entonces, estás enfocando en la unidad total de Su
Presencia que acabas de mencionar en la oración de la tarde, de modo que siempre
tratarás de ser consciente de Su amor y cercanía en todo lo que te suceda, por
insignificante que sea. Y más logres tu propósito, más intensificarás la
Providencia de HaShém no sólo hacia ti, sino hacia toda la Comunidad de Israel,
hasta el momento en que Su Presencia ya no esté oculta sino totalmente
revelada, como lo será en nuestra ansiada gueulá-redención.
En el tercer grado de fe tu
conciencia se intensifica hasta el punto que ya no supone creer, sino que se
aproxima a la posibilidad de saber, o mismo de ver, así como pudimos ver
revelaciones celestiales después del éxodo. En este momento podemos tener una
percepción de la conciencia que se nos ha prometido en el Futuro, reflejo de la
experiencia de Sinaí en que fuimos Uno con El Eterno, y pedimos poder
conservarla para iluminar la oscuridad de los días semanales.
Al terminar el Shabbát, decimos vihí
nóäm: “Sea la gracia del Señor nuestro Di-s sobre nosotros” (Tehil´lím/Salmos
90:17), pidiendo que el tremendo sentido de cercanía a El Altísimo que infunde
el día de Shabbát sea sobre nosotros, es decir, que también podamos beneficiarnos
del sentido de cercanía a HaShém durante las oraciones semanales.
Antes de la tercera comida lee la
declaración siguiente:
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