LA CEREMONIA DE HAVDALÁ

LA CEREMONIA DE HAVDALÁ

El Talmud dice que cuando Adán fue creado en el sexto día, se puso muy triste al ver el surgimiento de la oscuridad el viernes a la noche. ¡Él pensó que tal vez el mundo se estaba terminando! Así que el sábado por la noche, Di-s le dio a Adán el regalo del fuego. Esta es la razón por la que decimos la bendición sobre el fuego el sábado por la noche. La vela de Havdalá representa la primera, y fundamental, Luz de la creación; un nuevo comienzo, un nuevo compromiso.

Así como proclamamos la entrada del Shabbat haciendo “Kiddúsh”, así también marcamos la salida del Shabbát con “Havdalá”.

En la ceremonia de Havdalá usamos una vela especial compuesta de cera y trenzada con más de una mecha y que se enciende como antorcha para la conexión con la bendición: “BORÉ  MEORÉ  HAÉSH - Creador de las luces del fuego”.

Debes doblar los dedos de tu mano derecha hacia la palma, de modo que el pulgar quede cubierto debajo de éstos. Y los dedos deben formar un puño firmemente cerrado y que apunte hacia tu cara y hacia la vela. Debes sostener tu mano derecha arriba a la vez que flexiona tu codo y el frente de tus dedos da hacia tu rostro; después debes doblar los dedos contra la palma de la mano y hacer que la parte dorsal de tus dedos esté en dirección a la vela. En efecto, tus dedos deben estar doblados de modo que cubran el dedo pulgar, y sólo debes ver el reflejo de la Luz que proviene de tus uñas y no el resto de tus dedos. La razón es que en los cuatro dedos hay 2500 fuerzas externas (jitzoním) que absorben energía de los dedos, y es que por ello que los exponemos ante la llama de la vela (que representa a la Shejiná) para doblegarlas. Y decimos la bendición “Boré MeOré HaÉsh” porque queremos conectar con su Creador, no con ellas. Esperamos extender la Luz de Shabbát en nuestra semana.