LA LETRA ח JET

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LA LETRA ח JET   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra ח ‘Jet’ es la letra de חיים ‘Jaiim’ (“vida”), de la raíz ‘Jaiiá’, cuya letra más importante es ח ‘Jet’. En Jasidut hay 2 niveles de vida: “vida esencial” y “vida que vitaliza”. HaShem en sí mismo, como si fuera, está en el estado de “Vida Esencial”. Su poder creativo, que permea continuamente toda la realidad es “vida que vitaliza”. También en el alma del ‘Ben Israel’ (Hijo de Israel): la esencia de su raíz, por ser una con HaShem, posee el estado de “vida esencial”. Por el otro lado, el reflejo de la luz del alma que brilla abajo para dar vida al cuerpo, se experimenta físicamente a nivel de “vida que vitaliza”. Este segundo nivel, que es la vida como la conocemos en general, se manifiesta como una pulsación, el secreto de ‘Ratz vaShuv’ (“correr y retornar”).   De acuerdo con el Arí (Rabbí Itzjak Luria), la letra ח ‘Jet’ está construida combinando las 2 letras previas, ו ‘Vav’ y ז ‘Záin’, con una fina lín

EL TIKUN HAKLALÍ DE RABI NAJMAN


EL TIKKÚN HAKKELALÍ

Rabbí Najmán Z´L nos enseñó que al recitar los 10 Salmos que componen el Tikkún Hakkelalí se obtienen muchos beneficios, los cuales traen remedio y alivio a los pensamientos y sentimientos negativos.

Siendo que estos 10 Salmos son los diez tipos de melodías que componen los 150 capítulos de Salmos del libro Tehil´lím, éstos tienen la fuerza y vitalidad necesarias para reforzar los diez pulsos que controlan la energía del cuerpo y del alma.

Aunque en un principio el Tikkún fue revelado para aliviar y remediar el daño causado por una emisión nocturna, se ha comprobado que el recitar el Tikkún Haklalí trae bienestar, alivio y remedio para todos los dolores y para todo tipo de persona, ya sea hombres, mujeres o niños. Además es segul´lá para shidujím (encontrar pareja), para tener hijos, para la paz en el hogar y para liberarse de todo tipo de problemas.

Dice Rabbí Najmán: “La rectificación para una emisión nocturna es recitar los diez Salmos el mismo día en que ocurrió” (Likuté Moharán 1:205).

Esto se debe a que el Tikkún Hakkelalí tiene la fuerza espiritual para salvar la gota de la klippá (Lilít), que es la fuerza maligna que causó la emisión y se apoderó de ella.

Esto se explica del modo siguiente: La palabra Salmo en hebreo es  תהלים  Tehil´lím y su valor numérico (guematria) es 485, que es exactamente equivalente al valor numérico de la palabra Lilít más sus 5 letras:  לילית  Lilít, que es el nombre de la fuerza maligna llamada la klippá. Asimismo, el valor numérico de la palabra Tehil´lím es 485 y corresponde al valor numérico de dos Nombres sagrados de Di-s: É´L Y ELO-HÍM, que son los Nombres que tienen el poder de salvar la zéra (semen) de la klippá. Siendo que la zéra está compuesta por dos cualidades divinas: Jésed (bondad) y Guevurá (fuerza), así también los dos Nombres sagrados de Di-s: É-L Y ELO-HÍM  אלף למד  אלף למד הי יוד מם  equivalen respectivamente a la bondad y la fuerza, los cuales tienen (en la guematria completa) el mismo valor numérico de 485 que la palabra Tehil´lím, y por eso tienen el poder de salvar la zéra de las manos de la klippá cuyo valor numérico es 485.

Durante la lectura del Tikkún, el lector deberá tener esto en mente.

La razón por la cual debemos recitar los 10 capítulos específicos de Tehil´lím es porque hay diez formas distintas de alabanzas y melodías que componen el libro de los Salmos y que se llaman:

1. Ashré (Bienaventurado, Feliz)

2. Berajá (Bendición)

3. Maskíl (Poesía de Inteligencia)

4. Nitztzuaj [Lamnatztzéaj] (Canción de Triunfo)

5. Shír (Canción Poética)

6. Niggún [Neguinót] (Canción Melódica)

7. Mizmór (Alabanza)

8. Tefil´lá (Introspección)

9. Hodaá (Agradecimiento)

10. Haleluiá (Alabanza)

(Tratado Pesajím 117a. Rashi).

Cada una de estas expresiones tiene el poder de anular la fuerza negativa de la klippá.

Por ejemplo, el impulso y la fuerza primordial de la klippá es causar daño por medio del sentido de la vista. Asimismo, el nombre de la primera expresión de las diez formas de alabanza es Ashré, que tiene su raíz en la palabra “visión” y por eso anula la fuerza de la klippá, que son solamente visiones imaginarias. Así, cada una de las correspondientes melodías de alabanzas que componen al Tikkún tiene las mismas virtudes de la klippá pero del lado de la santidad, razón por la cual poseen mucho más poder.

Los diez Salmos que conforman el Tikún Haklalí de Rabbí Najmán son los siguientes: 16, 32, 41, 42, 59, 77, 90, 105, 137, 150.


Estos diez Salmos específicos son el remedio y la rectificación para el daño causado por la klippá y es necesario recitarlos el mismo día que ocurrió el daño. Después de decir el Tikkún Hakkelalí, el lector no debe preocuparse más por ese tema, ya que por medio de la lectura del Tikkún ha rectificado totalmente esta transgresión.

En libro de Rabbí Najmán, Sijót HaRán, charla 141, se relata la cadena de acontecimientos que condujeron a que el Rabbí revelara las enseñanzas y los Salmos que componen el Tikkún.

Rabbí Natán, quien era uno de los más cercanos alumnos de Rabbí Najmán, relata: El día que el Rabbí empezó a dar a conocer las enseñanzas del Tikkún, no tuve el mérito de estar presente, pero al día siguiente, Di-s me otorgó el privilegio de escuchar la lección directamente de boca del Rabbí. Al principio no expresó en forma manifiesta cuáles eran los capítulos que se debían recitar para lograr corregir el daño, sino que solo dijo que hay que decir diez capítulos de Tehil´lím, dando a entender que todos los capítulos tienen melodías que poseen las fuerzas para lograr la rectificación.

Después explicó que el primer paso para obtener el Tikkún es sumergirse en una mikvé (baño de purificación) y advirtió severamente que hay que hacerlo sin falta, en el mismo día que sucedió el daño, y si no se puede ir a la mikvé al empezar el día, por lo menos debe ir antes de que oscurezca.

Cuatro largos años transcurrieron desde entonces y todo lo sucedido durante ellos nos llevaría mucho tiempo y mucho papel para relatarlo. En esos años, el Rabbí contrajo la grave enfermedad que más tarde le causaría la muerte. Durante este tiempo, el Rabbí hizo un viaje a la ciudad de Lemberg. Después de regresar de Lemberg, en una noche de invierno, cuando él estaba recostado y nosotros estábamos parados alrededor de su cama, empezó a decir: “Hay diez capítulos de los Salmos que componen el Tikkún”. En ese momento me ordenó que anotara en un papel los versículos en los cuales están insinuadas las diez melodías que conforman al Tikkún y yo me senté a escribir lo que él me dictaba, tal como está relatado en su libro Likuté Moharán (2:92). Y continuo diciendo: “Quiero revelarles los 10 capítulos específicos de los Salmos que hay que recitar para rectificar la emisión nocturna el mismo día que sucedió”. Nosotros esperamos con mucha atención y expectativa que continuara, pero no tuvimos el mérito de que lo siguiera explicando esa misma noche y tuvimos que marcharnos.

Al cabo de un breve lapso, durante un Shabbát en que me quedé en la casa de Rabbí Najmán, Di-s me dio la oportunidad de ver con mis propios ojos unas notas escritas por él, donde había anotado los números de los diez capítulos de Tehil´lím que había que recitar. En ese momento decidí que no era apropiado ni respetuoso que yo tomara el documento escrito por el Rabbí sin su permiso. Sin embargo, traté de retener en mi memoria los números de los Tehil´lím, pero no lo logré, por temor de que el Rabbí se molestara por haber yo entrado en su cuarto y haber encontrado sus anotaciones personales y haberlas leído sin su permiso. Esto sucedió en Shabbát de la parashá Shekalím en el año 5570. Yo no sabía que el Rabbí había salido de su cuarto y había ido a la sala donde se leía la Torá, por lo que entré a su cuarto privado y fue entonces cuando vi sus notas escritas.

Al día siguiente, cuando le pedí permiso para regresar a mi casa, le pedí en forma indirecta que me revelara cuáles eran los diez Salmos que había que recitar, porque yo ya sabía que él los había escrito en esa nota. Pero Rabbí Najmán me respondió que eso tendría que esperar para otra ocasión. Y así regresé a mi casa.

Después de un tiempo, cuando yo estaba en mi casa en Nemirov, Rabbí Najmán le reveló al Rabino de Breslev y a mi amigo Rabbí Naftalí los diez Salmos específicos.

Él los nombró testigos y les dijo: “Siendo que tres cuartas partes del mundo están evidentemente atrapadas en este asunto (o sea en emisiones nocturnas, etc.), por eso, yo los designo a ustedes testigos”.

“Sepan que estos diez capítulos específicos de Tehil´lím son extremamente poderosos para rectificar el pecado de la emisión. Ellos producen la corrección total y absoluta de esta transgresión y son muy beneficiosos”.

Y continuó explicándoles: “Algunas veces la emisión sucede por comer o por beber demasiado. Otras veces sucede por debilidad, por cansancio, o por no dormir en la posición correcta. Si sucede debido a una de estas causas, no tiene importancia (y es considerado como un niño que se hace encima mientras está durmiendo). También a veces desde el cielo lo cuidan para detener una emisión o lo ampara su suerte. Otras veces, sucede debido a que sueña que se está cayendo y repentinamente se despierta, y así se salva; ésta es otra forma en la que lo cuidan desde el cielo”.

“Solamente cuando la emisión sucede debido a pensamientos impuros, etc., es cuando se crean Klippót, como está explicado en los libros místicos. Pero aquel que recite estos 10 capítulos específicos de Tehil´lím el mismo día que sucedió la emisión, ciertamente va a lograr una completa rectificación del daño causado”.

Y les comentó: “Muchos grandes Tzaddikím han querido resolver este problema y han hecho un gran esfuerzo por hallar una solución y encontrar la rectificación total. Algunos trataron, pero ni siquiera concibieron lo que ello implica, mientras que otros lograron entender un poco y consiguieron indicar algo sobre la forma de remediar el hecho. Sin embargo, ellos fueron tomados de este mundo en medio de su labor, sin que llegaran a cumplir con su objetivo. Pero Di-s me ha favorecido y he tenido el mérito de lograr completar exitosamente este importante cometido.

Y afirmó: “Esta forma de corregir el daño a través de la recitación de estos 10 Salmos, es única y original. Es algo completamente nuevo. Es un gran descubrimiento, un tremendo hallazgo, puesto que ésta es la forma de remediar y conseguir la total y absoluta rectificación”.

Luego les aclaró: “Sumergirse en la mikvé y después recitar el Tikkún Hakkelalí es lo ideal, pero incluso si uno se ve imposibilitado de ir a la mikvé, ya sea porque, por ejemplo, se encuentra de viaje en un lugar donde no hay una mikvé o no hay un río, o porque está enfermo, incluso así, si solamente recita estos 10 Salmos, puede sentirse feliz y tranquilo, porque son un remedio grandioso y muy efectivo”.

Y añadió: “Si la persona recita los 10 Salmos con mucha kavvaná (concentración), entendimiento y devoción, evidentemente resulta muy beneficioso, pero incluso si simplemente lee las palabras también es muy efectivo”.

El Rabbí también dijo: “Esta forma de corrección no ha sido descubierta desde la Creación. Yo habría querido eliminar este problema de raíz, pero eso es algo imposible, ya sea a nivel físico o espiritual. Físicamente es irrealizable, ya que para ello sería necesario modificar la naturaleza de toda la humanidad en forma absoluta y permanente, lo cual resulta imposible. Incluso cuando Moshé y otros grandes Tzaddikím alteraron la naturaleza, fue algo solamente temporario y para un fin determinado, como por ejemplo, dividir el mar “Rojo” o el río de Jordán, lo que sucedió en un instante específico. Pero en este caso, habría que alterar la naturaleza de cada ser humano en forma permanente y eso es imposible... No obstante, los 10 Salmos son una prodigiosa y sorprendente rectificación que resulta sumamente eficaz.

Cuando Rabbí Najmán nombró a los dos testigos, también declaró frente a ellos que incluso después de su muerte, aquél que vaya a su tumba en Umán y recite estos 10 Salmos y dé una pequeña Tzedaká (Caridad) en su nombre, entonces, sin importar lo terrible y grave que haya sido el pecado de la persona, él va a hacer todo lo posible por salvarlo y rectificarlo.


Comentarios

  1. Si yo doy testimonio de la ayuda grande q se recibe al recitar los SALMOS gracias PADRE CELESTIAL x conocer esto

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