ARBÁ IESODÓT - LOS 4 ELEMENTOS
Según la Kabbalá, el mundo está
compuesto de cuatro elementos y el hombre también. Los cuatro elementos de la
Creación son: Fuego, Agua y Aire y Tierra.
Estos cuatro elementos tienen un
origen espiritual y tienen relación con las cuatro letras del nombre de Di-s.
El gran cabalista Rabbí Jaím Vital
escribió que todas las cualidades del ser humano -tanto positivas como
negativas- provienen de esos cuatro elementos. Lo que varía entre un ser humano
y otro es solamente el porcentaje en que están combinados.
Los cuatro Elementos (fuego, agua,
aire y tierra) son el inventario más comprensible de la personalidad que
tenemos. Todo el Universo, incluyendo a la personalidad humana, puede ser
examinado en términos de Los Cuatro Elementos.
EL FUEGO representa tu Voluntad y
Entusiasmo, en esencia, el Fuego simboliza en el hombre el plano Espiritual,
sus mejores aspiraciones, sus ideales supremos, representado físicamente en la
temperatura corporal y calor intestinal, en el planeta son los volcanes y el
sol.
EL AGUA simboliza el plano de las emociones,
los deseos y las pasiones, son también los obstáculos y los inconvenientes de
la vida. Está representado por los líquidos del cuerpo (sangre, humores, orina,
sudor, lágrimas) y en el planeta son los mares, ríos y lluvias.
EL AIRE es el elemento del
Pensamiento Abstracto; simboliza la mente, la intelectualidad, las ideas, los
proyectos. Está representado por nuestra respiración y en el planeta es la
atmósfera.
LA TIERRA muestra tu preocupación
por el Mundo Material; La Tierra simboliza el plano Físico, el objetivo a
alcanzar, la meta, lo tangible. En nuestro organismo es el esqueleto; en el
planeta las rocas, los continentes.
El Fuego y La Tierra se enfocan en
el “yo”.
El Aire y El Agua son derivativos y
se enfocan en “los otros”.
El Fuego y El Aire son naturalmente
extrovertidos, optimistas, o muy activos, y orientados hacia la libertad de
expresión y de pensamiento.
El Agua y La Tierra son básicamente
introvertidos, pesimistas o muy pasivos, y orientados hacia la seguridad,
emocional o material.
En síntesis: Después de concebir el
proyecto (Fuego) y el objetivo a concretar, (Tierra), se necesita la ayuda
indispensable de las ideas (Aire) para sobreponerse a las circunstancias
adversas (Agua).
Tenemos entonces que el Fuego nos da
el dinamismo, la Impulsividad; el Aire la necesidad de ayuda y unión, la
Intelectualidad; el Agua nos brinda las “pruebas” a sortear, siendo la
Emotividad; y la Tierra la posibilidad de concretar los proyectos, el resultado,
nos provee de Practicidad.
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