RÓSH JÓDESH - CABEZA DE MES
Las naciones del mundo se comparan
al sol, en tanto que el pueblo de Israel se asemeja a la luna. Pese a que
Israel es la nación más débil y numéricamente más pequeña, está destinada a
inmensa gloria luego de que el dominio del mal sea erradicado por Di-s de la
faz de la tierra.
El Midrásh (Bereshít Rabbá 6)
señala:
Corresponde que los grandes
[pueblos] lleven la cuenta según lo grande [el sol], y los pequeños [Israel] lo
hagan según lo pequeño [la luna]. Ësáv (Esaú) se guía por el sol que es
prominente; así como el sol gobierna durante el día y no durante la noche, del
mismo modo Ësáv tiene una porción en este mundo pero no en el Mundo Venidero.
Yaäkóv (Israel) se basa en la luna que es pequeña; así como la luna gobierna en
el día y en la noche, del mismo modo Israel tiene una porción en este mundo
(Ölám HaZé) y en el Mundo Venidero (Ölám HaBá). Siempre que la luz del más
grande brilla en el mundo, la del más pequeño no se destaca. Pero cuando la luz
del más grande se oculta, la del más pequeño gana prominencia. De igual modo,
mientras la luz de Ësáv brilla, la luz de Yaäkóv no se apaga. Pero cuando la
luz de Ësáv se oculta, la luz de Yaäkóv se difunde. A ello alude el versículo
(Yehayáhu/Isaías 60:1-2) “Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz y la
gloria de Di-s brilla sobre ti. Pues he aquí que tinieblas cubren la tierra…”.
Puesto que Rósh Jódesh constituye la
base de la que dependen todas las Festividades que distinguen la santidad de
Israel de la vida de cualquier otro pueblo, la mitzvá de consagrar el nuevo mes
(Kidúsh haJódesh) le fue entregada antes que las demás.
Mientras que el pueblo de Israel
todavía se encontraba en Egipto, antes de que se le encomendaran otras mitzvót,
se le entregó precepto de fijar los meses. El versículo (Shemót/Éxodo 12:12)
expresa: Y habló Di-s a Moshé y a Aharón en la tierra de Egipto, diciendo: este
mes será para vosotros el primero de los meses (Nisán-Aries), primero es él
para los meses del año.
La consagración del nuevo mes fue el
primer acto de santidad entregado a Israel mientras aún permanecía en
Egipto…incluso cuando el pueblo judío está en exilio, esta santidad jamás lo
abandona.
...La luna comienza a iluminar el
primer día del mes (luna nueva), y su luz se va haciendo cada vez más intensa
hasta el día quince, cuando se completa su disco (luna llena). Desde el día
quince en adelante, la luz comienza a menguar, y el treinta ya no es visible.
Esta capacidad de renovación es
exclusiva del pueblo de Israel y ella lo distingue de todas las demás naciones.
Por este motivo les fue concedido el mes lunar, que representa la renovación
constante: para que lo bendigan, siempre se guíen por él, y sean bendecidos con
esta cualidad. Aunque su luz parezca totalmente ausente, Israel ha sido
bendecido con la capacidad perpetua de renovación.
En esta característica única radica
el secreto de la existencia y la eternidad del pueblo judío. “Este mes será
para vosotros”: esta renovación es vuestra fuerza y vuestra gloria por siempre.
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