LA LETRA מ MEM

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LA LETRA מ MEM     Por Kabbalah y Torah en Expansión   La מ ‘Mem’, la letra de מים ‘Máim’ (“agua”), simboliza la fuente de la Sabiduría Divina de la Torá. Así como las aguas de una fuente material, (manantial), ascienden desde su desconocido origen subterráneo, (el secreto del abismo en el relato de la Creación) para revelarse sobre la tierra, también la fuente de la sabiduría expresa el poder de fluir desde su origen supraconciente. En la terminología de la Kabbalá, este flujo es desde ‘Kéter’ (corona) hacia Jojmá (sabiduría). Esta corriente es simbolizada en Mishlé/Proverbios 18:4 como “arroyo que fluye, la fuente de sabiduría”.   En particular, se nos enseñó que hay 13 canales de flujo, desde su origen supraconciente hasta el comienzo de la conciencia. Estos canales corresponden a ‘Los 13 Atributos de Misericordia’ revelados en el Monte Sinaí, como también a los 13 principios de exégesis (interpretación) de la Torá, la (supraracional) lógica de la Torá.   La מ ‘M

LA RESPIRACIÓN Y LAS TRES MADRES



LA RESPIRACIÓN Y LAS TRES MADRES

Las tres fases de la respiración corresponden a las tres letras madres del Séfer Yetziráh: “Mem está calmada, Shin está agitada, Alef las dirige arrodillada entre las dos” (S.Y. 6:2). La agitación de la Shin corresponde al dinamismo de la inspiración, la calma de la Mem a la expiración y el equilibrio de Alef a la retención o la pausa. En otro pasaje el Séfer Yetziráh nos da otra indicación: Tres Madres: Alef, Mem y Shin, que en el Alma, masculina y femenina, constituyen la Cabeza, el Vientre y el Pecho. La Cabeza fue creada por el Fuego, el Vientre fue creado por las Aguas y el Pecho fue creado por el Aliento, decide entre ambos (S.Y. 3:6). Con la expiración (Shin), el aire sube del vientre hacia la cabeza, la retención (Alef) guarda el aire en el pecho, y la inspiración, hace el movimiento inverso de la cabeza hacia el vientre, esto es así porque al final de una expiración el vientre debe estar ligeramente metido hacia dentro.  
Para acompañar la respiración es posible utilizar los gestos de la mano que corresponden simbólicamente a las tres letras madres. Los gestos amplifican los efectos de la respiración y ayudan a mejor controlar el flujo de la Shéfa. Se hacen al mismo tiempo que respiramos.

EL GESTO DE SHIN: Consiste en abrir las dos manos sin que se toquen los dedos, después doblar el dedo pulgar y unirlo al meñique tocando la primera falange del pulgar sobre la primera del dedo meñique. Este gesto dibuja las tres ramas de la Shin, el meñique doblado representa la cuarta rama perdida en el infinito. El pulgar y el meñique dibujan el círculo del infinito sobre el cual reposan las tres ramas. El conjunto forma un gesto de “captación”, de antenas cuya función es la de percibir la Shefá. Las dos manos elevan en total seis dedos, alusión a los seis días de la creación. Este gesto se hace mientras que el aire penetra en los tres niveles. 
EL GESTO DE ALEF: Es muy conocido con el nombre de “gesto de propiciación”, preferentemente, es necesario elevar las manos con los dedos separados, después doblar el índice y el anular. Lo importante es guardar el pulgar, el medio y el meñique perfectamente derechos, apuntando hacia el cielo. Este gesto muestra el equilibrio entre la dualidad del mundo de Abajo y la armonía de “tres frente a uno” del mundo de Arriba. Las dos manos tienen así seis dedos mirando hacia el cielo. Este gesto se efectúa durante la retención tanto interna como externa.  
EL GESTO DE MEM: Es el más simple, basta con doblar el pulgar en la palma de la mano, después cerrar los otros cuatro dedos encima. El gesto es un puño cerrado con el pulgar dentro. Simboliza el cierre de la Mem, la gestación y el aislamiento del mundo que nos rodea. 
El gesto de Shin abre el aura para permitir que las fuerzas puedan penetrar, el de Alef fija las fuerzas y el de la Mem expulsa y cierra el aura. 


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