LA LETRA ז ZÁIN

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LA LETRA ז ZÁIN   Por Kabbalah y Torah en Expansión   El Maguid de Mezeritch, el sucesor del Báäl Shem Tov, enseña que el ‘Pasuk’ (“versículo”) de Mishlé/Proverbios 12:4: “ÉSHET-JÁIL   ÄTÉRET   BAÄLÁH - La mujer virtuosa es corona de su marido” alude a la forma de la letra ז ‘Záin’. La letra previa, la ו ‘Vav’, representa la ‘Or Iashar’ (“luz directa”) de HaShem que desciende al mundo. La ז ‘Záin’, cuya forma es similar a la ו ‘Vav’, pero con una corona en la parte Superior, refleja la ‘Or Iashar’ de la ‘Vav’ como ‘Or Jozer’ (“luz retornante”). La ‘Or Jozer’ asciende con tan tremenda fuerza, que llega a un estado de conciencia más elevado que el del punto original revelado de la ‘Or Iashar’. Al llegar al reino supraconciente preliminar de Kéter (“la corona”), se amplía la percepción tanto a izquierda como a derecha. En verdad, “No hay izquierda en ‘Ättik’ (“El Anciano”, el nivel de Kéter), todo es derecha”. Esto significa que el temor a HaShem (izquierda) es indistinguible

NOMBRES DE PODER - AMÉN


NOMBRES DE PODER - AMÉN

Existe una forma muy particular de proceder para los nombres que se dicen “de poder”. Se les llama “Nombres de poder” porque están dotados de un poder particular, el más conocido es אמן  “Amén”.
TÉCNICA: Se observa que la constitución de la palabra no cambia nunca, por el contrario se modula diferente, las vocalizaciones cambian. El Tzeruf en este caso sigue esta dirección, combinando no las letras del nombre sino las vocales que lo acompañan, de este modo:

Omon  Oman  Omén  Omin  Omun
Amon  Aman  Amén  Amin  Amun
Emon  Eman  Emén  Emin  Emun
Imon  Iman  Imén  Imin  Imun
Umon  Uman  Umén  Umin  Umun

Esta tabla contiene las 25 vocalizaciones posibles con cinco vocales de la palabra “Amén”. Se obtiene así toda la fuerza del Nombre haciéndolo vibrar en las cinco dimensiones sonoras y los cinco niveles del alma. Para efectuar correctamente este Tzeruf, es necesario en primer lugar pensar en el efecto benéfico que el nombre “Amén” nos aporta, renovando nuestra fidelidad a la alianza divina. La Nun final representa una columna de luz que forma un lazo de unión entre los mundos superiores e inferiores, y que en el ser humano se puede ver en la columna vertebral. Es positivo visualizar una columna luminosa que va desde la cabeza hasta los pies, durante la práctica se debe sentir la Nun final vibrar en la planta de los pies. Esta toma de conciencia tiene por efecto despertar nuestras fuerzas dormidas y nuestras cualidades escondidas. 


Una sola repetición de esta tabla es benéfica pero insuficiente, es necesario repetirla en bucle durante al menos cinco minutos o más. El nombre “Amén” es universal y puede prácticamente actuar en todas las situaciones que se nos presente en nuestro camino.


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