EL ACTO DE TZIMTZUM

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EL ACTO DE TZIMTZUM   Por Kabbalah y Torah en Expansión   Al producir la Creación como una obra fuera de Sí mismo, el ‘En Sof’ (Infinito), Bendito Sea, voluntariamente dejó de lado Su ilimitación y adoptó un camino de acción limitada. Esto se llama el ‘Tzimztum’ (“contracción”) del ‘En Sof’, Bendito Sea.   La Voluntad Suprema, que es el ‘En Sof’, Bendito Sea, incluye diferentes tipos de poderes que no tienen Fin ni Límite. Pero no estamos hablando de Su aspecto de lo ilimitado, con el cual no tenemos conexión. Más bien, estamos hablando de ese poder particular entre Sus innumerables poderes que es la causa de nosotros.   El poder que nos causa es Su poder para producir una obra “fuera” de Él mismo, en el sentido de crear y gobernar reinos y seres aparentemente separados e independientes.   Esto lo hizo de acuerdo con Su ‘Middá Jésed’ (“atributo de bondad”), porque la naturaleza de la bondad es otorgar bondad a los demás. Si es así, estamos hablando solo de Sus actos

SHEM 39 - DIAMANTE EN BRUTO - RESH HE AIN

SHEM 39 - DIAMANTE EN BRUTO - רה"ע

 

Vocalización: RiHÄ (Moshé Kordovero); Re/He/A (A. Abbulaäfia).

 

Valor numérico: 275

 

Ángel portador del Nombre: Reha´el. Valor numérico: 306

 

“La diestra del Señor está exaltada; la diestra del Señor hace valentías”. (Tehil´lim/Salmos 118:16)

 

Este Nombre indica un análisis preciso (y por tanto capacidad de diagnóstico) y una cirugía del alma. Curación a todos los niveles. A veces sus métodos son dolorosos, pero necesarios. Es como la punta de una espina (bisturí) que nos permite extraer otra mayor. La luz de este Nombre nos da el discernimiento necesario para discernir entre el bien y el mal. Nos enseña las lecciones del Musar = 306, de la ética, de la moral, a veces mediante la amonestación y la corrección. La energía de רה"ע ‘Resh-He-Äin’, Guevurá expresándose mediante Hod, nos presenta la verdad sobre nosotros mismos, una verdad desnuda ante la que no caben evasiones; pero no con una intención punitiva, sino para darnos la oportunidad de ‘Teshuvá’ (“arrepentimiento”), una cualidad de Biná que en esencia significa Retorno (no tiene nada que ver con la idea negativa de culpa). Hacer ‘Teshuvá’ es volver hacia atrás, hacer rewind con la película de nuestra vida y borrar y regrabar, reviviendo y reconstruyendo las situaciones en sentido positivo.

 

306 es también el valor numérico de Kippur, expiación, siendo en el calendario judío el 10 de Tishré el día de ‘Iom Kippur’ (“el día del perdón”), día en el que, si hemos hecho el trabajo de Teshuvá adecuado, las puertas de la misericordia (306 = Av HaRajamím, Padre de la Misericordia) están abiertas y se hace tabula rasa de todas nuestras acciones negativas. De hecho, este Nombre es el puente entre Iom Kippúr y la festividad de Sukkot (el día 15 de Tishré), la fiesta de las cabañas, en la que nos encontramos a cielo abierto bajo las Nubes de Gloria, bajo las alas de la Shejiná, como los israelitas durante los 40 años de su paso por el desierto.

 

Como sabemos, la palabra רע ‘Rá’ significa mal en hebreo. En este Nombre, Resh He Äin, entre ambas letras, Resh y Äin, aparece la ה ‘He’ del Tetragrámaton, de la Shejiná, lo que supone una revolución completa, de forma que toda energía negativa es transmutada en positiva, y toda situación aparentemente difícil se convierte en una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Y una situación es trasmutada en el momento en que hacemos el cambio, y de operar en base al deseo de recibir solo para nosotros, lo hacemos desde el deseo de dar y de compartir. En otro orden de cosas – no hay que olvidar que los Nombres Divinos tienen infinitas dimensiones – éste es un Nombre de disciplina mental en orden a alcanzar un estado de meditación profunda.

 

Nuevamente nos apoyamos en el valor numérico del Ángel Reha´el, 306, el mismo que el apelativo de Di-s como Formador (Creador): el Iotzer =306. (Y el vínculo con lo anterior es mediante el fuego, en donde Ishé = 360, es holocausto, ofrenda ígnea que se consume por completo. Esta es la instrucción para el que monta en la carroza (la Merkabá, el compendio de las técnicas de meditación cabalísticas): “Y os habló HaVaIáH desde el fuego voz de palabras y vosotros escuchasteis, pero no visteis figura, sólo una voz.” (Devarim/Deuteronomio 4:12). El meditador comienza a desvestirse de todo lo que pertenece a este mundo y se prepara para entrar en el mundo por venir. Desciende hasta el fin de su pensamiento y guardando la lengua (de la mente) de hablar y su corazón de ponderar retorna al Lugar y sienta al Iotzer de vuelta en su Base (Séfer Ietzirá 1:4). Como dice el Séfer HabBahir (22): “Pues está escrito: (Ieshaäiáhu/Isaías 44:24): “Yo soy Di-s, Yo hago todo, Yo solo extiendo los cielos, la tierra se despliega ante Mí”. Incluso aunque leamos el versículo “desde Mí” (Me-ittí), puede leerse también] Mi-ittí – ¿Quién estaba conMigo?”

 

El sentido es que el meditador no debe aceptar ninguna imagen o ser como teniendo autoridad en el mundo por venir. Este sólo puede alcanzarse cuando el que medita está “a su lado” (Atzló, de donde deriva el término Atzilut, que designa el Mundo Divino, es decir, en Di-s).



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