EL ACTO DE TZIMTZUM

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EL ACTO DE TZIMTZUM   Por Kabbalah y Torah en Expansión   Al producir la Creación como una obra fuera de Sí mismo, el ‘En Sof’ (Infinito), Bendito Sea, voluntariamente dejó de lado Su ilimitación y adoptó un camino de acción limitada. Esto se llama el ‘Tzimztum’ (“contracción”) del ‘En Sof’, Bendito Sea.   La Voluntad Suprema, que es el ‘En Sof’, Bendito Sea, incluye diferentes tipos de poderes que no tienen Fin ni Límite. Pero no estamos hablando de Su aspecto de lo ilimitado, con el cual no tenemos conexión. Más bien, estamos hablando de ese poder particular entre Sus innumerables poderes que es la causa de nosotros.   El poder que nos causa es Su poder para producir una obra “fuera” de Él mismo, en el sentido de crear y gobernar reinos y seres aparentemente separados e independientes.   Esto lo hizo de acuerdo con Su ‘Middá Jésed’ (“atributo de bondad”), porque la naturaleza de la bondad es otorgar bondad a los demás. Si es así, estamos hablando solo de Sus actos

SHEM 31 - CONCLUIR LO QUE COMIENZO - LAMED JAF BET - לכ"ב

SHEM 31 - CONCLUIR LO QUE COMIENZO - לכ"ב

 

Vocalización: LeKaB (Moshé Kordovero); La/Ja/Be (A. Abbuláäfia).

 

Valor numérico: 52

 

Ángel portador del Nombre: Lekab´el. Valor numérico: 83

 

“Mas yo en Ti confío, oh Señor; digo: Tú eres mi Di-s”. (Tehil´lim/Salmos 31:15)

 

Significado: Hod de Jésed. Es la conciencia espiritual (Jésed) expresándose a través de la mente (Hod). Las mismas letras que componen el Nombre refuerzan esta interpretación. En nuestras correspondencias: Lámed/Libra, Jaf/Júpiter, Bet/Mercurio.

 

Lámed es Libra: aire cardinal, generativo; lo que se genera es la sustancia de la mente, que expresa lo que místicamente se llama la Voz (del Espíritu): “Y el Señor os habló desde el medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz ninguna figura vistéis” (Devarim/Deuteronomio 4:12). Lamed es enseñar y es aprender.

 

El número 52 es ‘Bet-Nun’, vocalizado ‘BaN’ (raíz de Biná), significa comprender, entender, observar, inquirir. Lamed/Libra representa la Justicia, la aplicación de la Ley. De todo ello se deduce que la luz de este Nombre confiere un entendimiento profundo de las leyes universales como plasmación de la sabiduría. Y lo que es tanto o más importante, la capacidad de actuar de acuerdo con ellas. Porque este es un Nombre de inteligencia práctica, aplicada a la resolución de problemas (para lo cual se recibirán las inspiraciones oportunas), de capacidad mental aplicada a la consecución de objetivos, y también para saber llevar a buen término lo que empezamos. Todo ello de acuerdo siempre con los designios del Espíritu.

 

El número 52, בן ‘Bet-Nun’, es, por supuesto, ‘Ben’ (hijo), que siempre va unido a la siguiente palabra, hijo-de. El Zóhar interpreta el término Biná, como בן י"ה ‘Ben Ia-h’ (hijo de Di-s) (Nombre de Di-s en Jojmá).

 

52 es también la suma de ‘Abbá veImmá’, padre y madre (papá y mamá, de hecho). 52 es, por último, el valor numérico de la expansión en Äsiá -el sello de este mundo, por así decir -del Tetragrámaton: יו"ד ה"ה ו"ו ה"ה ‘Iud-Vav-Dalet’ ‘He-He’ ‘Vav-Vav’ ‘He-He’.

 

El mundo, nosotros, todos somos hijos de la Mente Divina, configuraciones del Espíritu-Pensamiento -Voz Aliento y Palabra, en términos del Séfer Ietzirá -que este Nombre transmite. Lo vemos también jeroglíficamente en la estructura de לכ"ב ‘Lámed-Jaf-Bet’, donde Lámed expresa la conexión con los tres Supremos y ‘Jaf-Bet’ representan el 22 de las letras arquetípicas del Espíritu. Y si se da una escalera de descenso del Espíritu-Conciencia en totalidades de orden creciente de concretización y diversificación, también se tiene la escalera de ascenso que es la escalera de la abstracción progresiva del Espíritu, en la cual el paso de la mente concreta de la mente reflexivo-formal a los niveles holísticos, intuitivos y arquetípicos es siempre difícil y problemático en el estado actual de conciencia. En esta tesitura la luz del Nombre לכ"ב ‘Lámed-Jaf-Bet’ y de su ángel Lekab´el, son una ayuda inestimable en la meditación.

 

La unificación de los planos superiores de la mente con la Mente Divina es el nivel de la profecía, prefigurado en el profeta Eliáhu/Elías, cuyo Nombre en hebreo también suma 52. El episodio en la cueva marca los niveles de trascendencia de la mente en la meditación hasta alcanzar el nivel de la ‘Kol Demamá’ (la voz silenciosa), y el ascenso en la ‘Merkavá’ (carroza) de fuego la unificación de los niveles. 






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