SHEM 28 - ALMA GEMELA - SHIN ALEF HE
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SHEM 28 - ALMA GEMELA - שא"ה
Vocalización: ShAH (Moshé Kordovero);
Shi/A/He (A. Abbuláäfia).
Valor numérico: 306
Ángel portador del Nombre: Sheheiá´h.
Valor numérico: 321
“Júzgame conforme a tu justicia,
Señor, Di-s mío, y no se alegren de mí”. (Tehil´lim/Salmos 35:24)
Significado: La Tradición señala
este Nombre rigiendo todo lo relativo a las almas gemelas. Podemos considerar
esta realidad exotéricamente, como referente a personas físicas, o
esotéricamente, englobando la otra mitad del alma, en todos los planos. שא"ה
‘Shin-Álef-He’ es el canalizador de la luz de Guevurá de Jésed y,
por tanto, transmite la energía de fuego del Amor Divino. En palabras del Amado
a la Amada, tal como aparece en Shir HaShirim/Cantar de los Cantares (8:6-7):
“Ponme como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo; porque
fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus ascuas,
ascuas de fuego, la misma llama de Ia-h. Las muchas aguas no podrán apagar el
amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa
por este amor, de cierto lo menospreciarían”.
Y vemos como el Nombre שא"ה
‘Shin-Álef-He’ está incorporado en el versículo clave, en el que se
define el Amor: “Sus ascuas, ascuas de fuego, la misma llama de Ia-h”. En todo
el texto del Cantar ésta es la única mención explícita de un Nombre de Di-s (Ia-h).
En los demás casos se halla implícito bajo la denominación del Rey o Salomón
(Tiféret) o la Sulamita, etc. (Maljut).
¿De qué trata, pues, el Shir HaShirim
o Cantar de los Cantares, el libro más santo de todo el Tanaj, en palabras de
Rabbí Äkivá? De las relaciones de amor del Santo Bendito Sea (el Rostro Divino
de Tiféret, el aspecto masculino de Di-s-implicado-en la-Creación) y la Shejiná
(el Rostro Divino de Maljut, el aspecto femenino). Este amor arquetípico en el
propio seno de lo Divino se manifiesta en todos los niveles y mundos: en las
relaciones entre Di-s y la Creación, en la historia humana (por ejemplo en la
manifestación histórica de épocas de luz y de ocultación), en el ser humano
entre el alma y el espíritu. Y, por supuesto, en el amor entre el hombre y la
mujer, ish e ishshá, ambas palabras consistiendo en el anagrama del fuego, Esh,
más י ‘Iud’, para el varón y ה ‘He’, para la hembra. Ambos conjuntamente componen el Nombre de Di-s
י"ה ‘Iá-h’. Éste representa la
conjunción superior de Jojmá y Biná, y además es la primera mitad
(trascendente) del Tetragrámaton (siendo la segunda mitad ו"ה
‘Vav-He’, inmanente en las conciencias subjetiva/Tiferética y
objetiva de las representaciones externas de Maljut). Y el Padre (Abbá) está
eternamente unido a la Madre (Immá), como la ‘Iud’ a la ‘He’ del Nombre.
‘Iud’ es el principio masculino. ‘He’
es el principio femenino. ‘Vav’ y ‘He’, de alguna manera, son los mismos
principios implicados en la Creación. Como muestra la extensión del propio
Nombre ‘Ia-h’, en las tres formas en que es posible hacerlo: Iud-Vav-Dálet He-Iud = 35 + Iud-Vav-Dálet He-Álef = 26 + Iud-Vav-Dalet He-He = 30. Total 91 = HaVaIáH (26) y Ado-nai
(65), la unión divina de HaKadósh Baruj Hu, y la Shejiná, el Santo Bendito Sea
y la Presencia, Tiféret y Maljut, los Cielos y la Tierra. Además 91 es el
número del אמן ‘Amén’, un título de Biná, indicando que se realiza una unificación
también con los Supremos, es decir, una unificación completa del gran Nombre de
Di-s.
En toda llama de amor arde ‘Iud-He’.
Hay que entender el amor como el propio Nombre de “Di-s buscándose a Sí mismo”,
la fuerza inexorable que nos recuerda nuestro divino origen. El amor es la
fuerza cósmica de liberación.
El fuego es el símbolo y la
manifestación sustancial del propio pléroma Divino. Tal como está escrito:
HaVaIáH Elo-héja, el Señor tu Di-s, es un fuego abrasador; lo cual se dice de
la Shejiná, la Presencia Divina – femenina – que es un fuego que devora o transmuta
según cual sea la intención del corazón. Y el fuego que encendía la leña en el
altar de los sacrificios animales era un fuego santo que descendía del cielo. Y
también está escrito: Holocausto ígneo [ishshé] fragancia grata al Señor.
Algunos leen ishshé, con fuego como ishshá, una mujer, es decir, la mujer de
fuego [la energía interna de la Shejiná] debe ascender, ya que holocausto es Ölá,
lo que asciende por completo.
El fuego espiritual es puro, desnudo
de toda forma o emoción, glorioso y extático, iluminador, liberándonos de todo
temor y apego, vaciándonos de nuestra naturaleza mortal – el ‘Rúaj Elo-him’, el
Espíritu de Di-s aleteando sobre la superficie de las aguas –. Es también el
fuego del altar, el fuego de la Shejiná, la Presencia Divina, tal como está
escrito: “HaVaIáH es un fuego devorador”. Y este fuego nos deja vacíos hasta lo
indecible, inmersos como estamos en el poder intelectual puro… hasta que
alcanzamos la esencia del fuego, que no es ni la llama, ni la brasa, sino la
potencialidad de la negritud del carbón. De la esencia inteligible pasamos a la
esencia superinteligible y ésta la experimentamos como vaciedad de existencia
inherente, que es plenitud absoluta.
Comprendemos entonces el porqué de
la inmortalidad del fuego, asimilando todas las cosas a sí mismo, a esa esencia
superinteligible, vacía, inmutable, eterna”. Un último desarrollo numérico: 306
= 17 × 18. 17 es טוב ‘Tov’ (Bien). 18 es חי ‘Jai’ (Vida). Ambas esencias quedan multiplicadas en este Nombre.
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