SHEM 24 - CELOS - חהו
Vocalización: JaHU (Moshé Kordovero);
Je/He/Va (A. Abbuláäfia).
Valor numérico: 19
Ángel portador del Nombre: Jahuiá´h.
Valor numérico: 34
“Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos
delante del Señor nuestro Hacedor”. (Tehil´lím/Salmos 95:6)
Significado: Tenemos que una
permutación de este Nombre es Jet-Váv-Hé, es decir, Javáh (Eva), y sobre su
significado está escrito (Bereshít/Génesis 3:20): “Y llamó Adám el nombre de su
mujer Javváh por cuanto ella era madre de todos los vivientes”. Porque, como
Iesód de Biná, este Nombre nos conecta con la Fuente de la Vida, reflejando la
energía de la Madre. De hecho, podemos considerar que Jet-Hé-Váv representa el
cordón umbilical que nos une a la Madre de la Vida. Tal es la letra Váv final,
cuyo significado general es unión, conexión, cópula.
La letra Jet tiene el significado de
sustancia protoplástica, en el sentido de la capacidad de la materia de
concebir y desarrollar la vida orgánica. La correspondencia astrológica de la
Jet es Cáncer, el signo de la madre. Hé es Aries y Váv es Tauro, los dos
primeros signos que establecen la polaridad esencial (fuego y tierra) y marcan
el surgimiento de la vida en primavera y su estabilización. La meditación del
Nombre Jet-Hé-Váv nos da, entonces, una inyección de vitalidad, y por ende de
salud. Todo aquél con problemas en su cuerpo vital, y en general todo aquél que
se encuentre bajo de vitalidad, con una salud precaria o disminuida, puede
recurrir a la energía de este Nombre para su rectificación. Y hay que tener en
cuenta que la enfermedad se manifiesta como un desequilibrio en el cuerpo vital
antes de su materialización en Maljút.
El Nombre Jet-Hé-Váv canaliza la
energía de la Madre no sólo en su aspecto de concebir y dar a luz, sino también
de cuidado y protección. Nos apoyamos en su guematria, de valor numérico 19, al
igual que la palabra Oiév, que significa adversario, enemigo. Y aquí no nos
referimos sólo a los posibles enemigos externos, las energías que resultan
nocivas a nuestro cuerpo vital y, por supuesto, a nuestra integridad personal,
sino que incluimos los agentes internos que deterioran nuestra salud física y
anímica. Entre ellos, los principales son las emociones negativas: ira,
envidia, miedo, celos, etc. El cuerpo vital es una resultante del cuerpo astral
– emocional. Así pues, podemos utilizar la luz de este Nombre como escudo para
protegernos de las emociones negativas que los demás pueden proyectar sobre
nosotros, y también para vencer las que nosotros mismos generamos.
Pero la Madre en Biná tiene también
un aspecto que nos puede aparecer severo, en relación con las pruebas que nos
depara la vida para la realización de nuestro tikkún, la rectificación de
nuestra vasija espiritual. Tenemos como prototipo a Ióv/Job, de valor numérico
también 19. Durante siglos se han preguntado los comentaristas cuál es el
sentido último de sus pruebas y se han dado muchas posibles respuestas. Una que
se echa a faltar es comprobar cómo a través de su dura experiencia Job alcanza
la experiencia profética, el contacto directo con Di-s, es decir, realiza la
rectificación completa de su vasija espiritual. Todos, sea cual sea nuestra
pauta de destino, tenemos un Job particular. Evidentemente, en medio de las
dificultades, de las aparentes injusticias y arbitrariedades que a veces
sufrimos, tenemos que confiar (Betáj, confianza = 19) en el diseño inteligente
que subyace a todo ello, para el bien de nuestra alma, y que un día se nos
mostrará claramente. Podemos pedir, en la meditación de este Nombre, luz al
respecto. De hecho, uno de los mayores dones que proporciona es el conocimiento
de cuál es el propósito de nuestra encarnación. En realidad, esto es una
revelación progresiva. Pero, entre tanto, de lo que debemos estar seguros es
que la Madre Divina nunca falla, siempre está supervisando, protegiendo,
nutriendo, aunque a veces nos deje caer y nos deje a oscuras en nuestro
aprendizaje. Y por tanto, estemos donde estemos, debemos tener la certeza de
que siempre hay esperanza. Y de que al recurrir a la luz, mediante éste o
cualquier otro Nombre, siempre hay respuesta. La luz siempre está disponible. Y
entra en cuanto abramos una mínima rendija.
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