SHEM 4 - ELIMINANDO PENSAMIENTOS NEGATIVOS - עלם
Vocalización: Alam (Moshé Cordovéro); A/La/Me (A. Abulafia).
Valor numérico: 140
Ángel portador del Nombre: Alamiah. Valor numérico: 155
“Los ojos de HaShem están sobre los justos, y atentos sus oídos
al clamor de ellos”. (Tehilim/Salmos 34:16)
“Torna a mí, HaShem, salva mi alma; sálvame por tu
misericordia”. (Tehilim/Salmos 6:5)
Significado: Guevurá de Keter es, por un lado, voluntad
espiritual inquebrantable (por ejemplo, para persistir en el camino espiritual)
y, por otro, la canalización del aspecto de limpieza, protección y defensa de
la Luz. Ésta siempre nos acompaña, aunque a veces no se nos muestre. En hebreo,
la raíz Ain-Lamed-Mem porta los significados fundamentales tanto de ocultación como
de mundo (incluyendo el factor temporal de eternidad en el sentido de toda la
duración): el mundo, tal como se nos aparece, oculta la Luz Divina inmanente.
Es la tarea del Tzadik (Tehilim/Salmos 34:16) activarla y manifestarla. Puesto
que este Nombre manifiesta la Guevurá (rigor) de Keter y Keter es una sefirá de
pura misericordia, el sentido es que esta ocultación de la Luz es parte del
plan Divino de dar a todas las criaturas el máximo de Bien, para lo cual hemos
de pasar por el tzimtzum (contracción) personal de retirada de la Luz para
volver a ganarla mediante el esfuerzo y el mérito (y eliminar así el
sentimiento de comer el pan de la vergüenza, es decir, la Luz no correspondida,
lo cual nos aleja de la fase vibratoria del Creador, que es el puro dar). Según
afirma la Tradición, Di-s disminuyó la Luz del primer día (que era Tov, es
decir, buena), manifestando una séptima parte (Maljut) y reservando la
totalidad para los tzadikim en el Mundo Futuro. Hay que tener en cuenta que
Olam (Mundo) donde la Vav entre la Ayin y la Lamed es vocálica) suma 146, lo
mismo que Kelí Elokim, vasija de Elokim (es decir, el mundo es divino, la
vasija de Elokim, como Nombre de Di-s en Biná/Maljut). Al mismo tiempo, Elokim suma 186, lo mismo
que Kelí YHVH, vasija de YHVH. En este caso, el Tetragrama, como interioridad
(y subjetividad) del Nombre Elokim, representa Jojmá/Tiféret. Como indica el versículo del salmo, el Tzadik,
el Justo, el ser humano que realiza plenamente tanto su materialidad como su
espiritualidad en el plano físico, tiene abiertas todas las puertas del cielo.
Di-s mismo es llamado Tzadik: “Pues Justo (Tzadik) es YHVH; las obras justas
(Tzedakot) ama” (Tehilim/Salmos 11:7). El Tzadik es quien ha alcanzado la
Victoria (letra Tzadi, sobre la propia personalidad, como está escrito: Tzadik
Yesod Olam, El Justo es el Fundamento del Mundo (Mishlei/Proverbios 10:25). Si
sumamos los valores numéricos de todas las letras de esta frase obtenemos 340,
el mismo que el de la palabra Nefesh, que, como sabemos, representa la esfera
de lo que se entiende comúnmente por personalidad (o psique inferior).
Para profundizar en la realización del Tzadik, analizamos el
glifo de la letra Tzadi, que está compuesta (Zohar) de una una letra Nun y una
Yud en el misterio de las dos polaridades: La letra Nun representa el principio
femenino y Biná; la letra Yud es representativa de la polaridad masculina y
Jojmá. En la letra Tzadi se hallan en conjunción procreativa, aludiendo, más
bien, al estado de cópula que se produce entre Tiferet y Maljut. De ahí la
referencia (en el Zohar, en la discusión sobre esta letra) a que la Yud es la
del pacto santo, es decir Yesod, que corresponde al órgano sexual masculino, el
instrumento mediante el cual Tiferet se une con Maljut (es decir, el Cielo con
la Tierra, el mundo metafísico con el mundo físico, el Santo, Bendito sea – la
polaridad masculina de la acción Divina en el mundo – con la Shejiná – la
Presencia o polaridad femenina de este gobierno Divino –) Cuando ambos Rostros
están perfectamente unidos, hay comunicación y armonía en todos los niveles de
la Creación, la Luz se manifiesta abiertamente, sin velos, y la Presencia de
Di-s resulta patente. Porque toda la Creación está concebida como una vasija
para contener y manifestar la Luz Divina, que entonces brilla sin ambages. El
Tzadik es quien realiza la unión de las polaridades. Si ahora vamos al valor
numérico del Nombre Ain-Lamed-Mem, cuya Luz estamos considerando, vemos que es
140, el mismo que la expresión Kóaj YHVH Elokim, el Poder de YHVH Elokim, es
decir, del Nombre completo, uniendo las polaridades masculina y femenina, Jojmá
y Biná. Pero también es el valor de Kóaj Ehyéh (Keter) YHVH (Tiferet) Ado-nay
(Maljut). Es decir el poder de toda la columna central. Así pues, unificación
en horizontal y en vertical.
La conexión total que realiza el Tzadik viene expresada en
el versículo de Habakuk: “Y el justo vivirá por su fe; VeTzadik BeEmunató
Yijeyé” (Hab. 2:4). La emuná, fe, es la conexión supramental con la esfera de Biná.
Mediante ella la mente se libera de sus adherencias a los planos de la forma y
entra en secreta comunicación con lo Divino, que entonces se revela como la
pura Luz de Sabiduría (Jojmá), la Vida verdadera.
Por otro lado, el valor numérico del nombre del ángel
Alamyah es 155, el mismo que el Nombre Divino Ado-nay Mélej, Mi Señor Rey, que
como Maljut de Atzilut representa la conexión con el Aní, el verdadero Yo
Divino, que es uno con la Shejiná. Hay que tener en cuenta la alineación de
vehículos que este Nombre representa, ya que las tres letras de Melej son las
iniciales de Móaj, cerebro, Lev, corazón y Kaved, hígado, asientos corporales
de (en orden inverso) Nefesh, Ruaj y Neshamá. Este ángel, un guerrero de la
Luz, nos ayuda a la limpieza necesaria,
nos abre el canal directo a nuestra naturaleza superior, nos despeja el camino y nos insta a seguirlo
y persistir en él.
El Nombre Ain-Lamed-Mem, se usa para el control del
pensamiento – eliminar todo tipo de pensamientos negativos – y como un
formidable escudo que rechaza la negatividad. Además, su luz nos protege de los
accidentes y concede la paz interior a las personas angustiadas y atormentadas.
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