LOS DIEZ PODERES DEL ALMA - 1c

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

NÉTZAJ

 

Nétzaj tiene muchos significados que se refieren a diferentes aspectos del alma. Implica ‘Nitztzajón’ (“victoria”), ‘Nitzjiiiut’ (“eternidad”) y ‘Nitzúaj’ (“dirección”). Todas estas ideas tienen en común la iniciativa y la persistencia necesarias para superar la resistencia a convertir el pensamiento y el sentimiento en acción positiva. “Victoria” presupone iniciativa; “eternidad” implica persistencia; y “dirección” indica un plan creativo que despliega las demás cualidades de forma inteligente.

 

La calidad de Nétzaj en el alma depende del grado de confianza que uno tiene de que está haciendo lo que HaShem quiere de él.

 

Nétzaj corresponde a Moshé Rabbenu.

 

HOD

 

Hod (“reconocimiento”, “entrega”) es el poder del alma complementario de Nétzaj. Mientras que Nétzaj avanza, superando las barreras entre la efusión de benevolencia (de Jésed) y el destinatario; Hod (cualidad derivada de Guevurá) garantiza que el éxito de la persona se base en su reconocimiento de la fuente divina de su poder y fuerza. Por lo tanto, Hod representa la sinceridad y la inocencia. El Zóhar se refiere a esta relación complementaria como “dos mitades de un mismo cuerpo, como gemelos” (Zóhar 3:236a).

 

Hod corresponde a Aharón HakKohén.

 

IESOD

 

Iesod es la cualidad que combina todas las cualidades que la preceden en un solo acto creativo, uniendo al dador y al receptor en una sola unidad. En términos técnicos, Iesod vincula las Sefirot superiores con Maljut, o el cielo con la tierra. En el alma, esto representa la capacidad de la persona para unirse a la voluntad de HaShem y, así, lograr la implementación de su plan para la Creación. Iesod también representa al ‘Tzaddik’ (“persona justa”), de quien se dice (Mishlé 10:25): “TZADDIK  IESOD  ÖLAM - El Justo es el fundamento del mundo”, pues es quien se dedica a cumplir la voluntad de HaShem y a materializar su plan para la Creación.

 

Iesod corresponde a Iosef HatzTzaddik.

 

MALJUT

 

En cuanto a las facultades del alma, Maljut representa recibir el yugo de la soberanía de HaShem y actuar conforme a Él, como un esclavo hacia su amo. Maljut, por lo tanto, se experimenta como un estado de humildad, pues no posee nada propio; es consciente de que recibe todas sus cualidades de las demás facultades del alma. Al mismo tiempo, Maljut también representa la realeza y la soberanía. Solo cuando un rey asume humildemente el yugo del Cielo, puede encontrar la fuerza y la sabiduría para gobernar con propiedad.

 

Cuando el hombre hace el bien, su alma difunde la abundante bondad de HaShem y revela Su grandeza. Mediante las buenas acciones del hombre, ciertas Sefirot prevalecen. Por ejemplo, si una persona muestra compasión hacia los demás, hace que prevalezca Tiféret. Así, por ejemplo, Avraham representa la bondad y el amor, que derivan de la Sefirá de Jésed, como se explicó en el anterior Limmud, pues sus acciones se concentraron en esta dirección.

 

Maljut corresponde a David HamMélej.

 

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