COMPLETAMENTE LOCO

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

La doble porción de TAZRIÄ-METZORÁ (Vaiikrá 12-15) habla principalmente de la Tzaraät, una decoloración que aparece en la piel, el cabello, la ropa y las casas (que a veces se confunde con lepra). De hecho, la mayoría de los años se combinan estas 2 ‘Parashiiiot’ (“porciones”). La Tzaraät era una aflicción física que a menudo se debía a un lenguaje inapropiado. Si bien esta manifestación ya no existe, podemos aprender de la descripción que la Torá da de ella.

 

En las leyes de Tzaraät hay un detalle asombroso: si una parte de la piel de una persona se ve afectada por alguna de las muchas imperfecciones que describe la Torá, la persona se vuelve espiritualmente impura. Sin embargo, si la aflicción cubre todo su cuerpo, ¡se considera pura! “Si todo se vuelve blanco, es pura” (Vaiikrá 13:13). Esto no tiene sentido. ¿Acaso algo más malo debería empeorar la situación, en lugar de mejorarla?

 

Está escrito en el Talmud sobre la redención inminente: “En la generación en que venga el hijo de David [Mashíaj]... todo el reino se convertirá a la herejía y no habrá reproche...” (Sanhedrín 97a). Esto significa que cuando el mundo sea gobernado no parcial sino totalmente por una creencia que niega a HaShem y su providencia, esto indica que la ‘Gueul´lá’ (Redención) es inminente. ¡La prueba citada es la ley de Tzaraät mencionada anteriormente! Las manchas aisladas de Tzaraät son señal de falla espiritual y consecuencia de nuestros pecados; sin embargo, cuando cubre a la persona por completo -“cuando todo se vuelve blanco, ¡es puro!-”.

 

¿Cómo es posible que una percepción espiritual tan baja, cuando el mal domina, sea indicativa de la Gueul´lá? O es la Voluntad Divina, independientemente de nuestra lógica y realidad, o, específicamente, cuando el mundo se encuentre en un punto muy bajo, HaShem vendrá con su poder infinito y traerá la Gueul´lá, como dice el versículo (Ieshaäiahu 48:11a): “LEMAÄNÍ  E´ËSÉ - por amor Mío, lo haré”

 

Estas explicaciones se aplican a nuestras vidas. Cuando el mal se extienda por todo el mundo, sumergiéndonos en su influencia, no será solo una situación extrema. Si así fuera, encontraríamos algunos remanentes de bondad en algún lugar, luchando por sobrevivir.

 

El hecho de que todo sea una locura nos indica que todas las ‘Kelippot’ (“fuerzas del mal”) están emergiendo, dando su última batalla, porque saben que su fin está cerca. Esta es la purificación final del mundo, como dice el versículo (Daniiiel 12:10): “ITBARERU  VEITLABBENÚ  VEITZTZAREFÚ  RABBIM - Muchos serán purificados, y emblanquecidos, y purgados”. El mal se separará del bien y se manifestará. La realidad interior estará preparada para aceptar ‘Or Gueul´lá’ (“La Luz de la Redención”) y rechazar automáticamente el mal de su seno. Entonces se cumplirá la profecía (Tzefaniá 3:9):

 

כִּי־אָז אֶהְפֹּךְ אֶל־עַמִּים שָׂפָה בְרוּרָה לִקְרֹא כֻלָּם בְּשֵׁם יְהֹוָ"ה לְעָבְדוֹ שְׁכֶם אֶחָד

 

KI-AZ  EHPOJ  EL-ÄMMIM  SAFÁ  VERURÁ  LIKERÓ  JUL´LAM  BESHEM  ADO-NAI  LEÄVDÓ  SHEJEM  EJAD

 

“Porque entonces volveré Yo a los pueblos el lenguaje puro, para que todos invoquen el Nombre de HaShem, para que de un solo consentimiento le sirvan”.

 

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