AMOR Y ANHELO

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Tras reflexionar sobre todo lo anterior con profunda concentración, la ‘Neshamá’ (alma) se llenará de amor y anhelo por HaShem mismo, un amor y un anhelo que arden como brasas con el deseo de abandonar la oscuridad y el ocultamiento de este mundo físico -que impide al alma conectarse con la Esencia misma de HaShem, conocer al Rey personalmente, por así decirlo- y aferrarse únicamente a HaShem mismo. Esta es la actitud expresada por el versículo de Tehil´lim 73:25:

 

MI-LI  VASHSHAMÁIM  VEÏMMEJÁ  LO-JAFATZTI  VAÁRETZ

 

¿A quién tengo yo en los Cielos sino a Ti? Y fuera de Ti nada deseo en la tierra.

 

La palabra ÏMMEJÁ’ (“sino a Ti”) significa literalmente “contigo”; por lo tanto, el versículo puede leerse: “¿A quién tengo yo en los Cielos? No deseo nada que esté “contigo”, etc... Es decir, quien habla está tan embelesado de amor por HaShem y solo por Él que rechaza cualquier cosa, por muy sublime que sea, que no sea el Ser mismo de HaShem: “MI-LI  VASHSHAMÁIM - ¿A quién tengo yo en los cielos?”, es decir, no reconozco ningún nivel espiritual, ni el “resplandor de la ‘Shejiná’ (Presencia Divina)”, ni el atributo de HaShem, Maljut (que es la “palabra” del Rey, pero no el Rey mismo); “nada que esté meramente “contigo”, es decir, que no seas Tú personalmente (por así decirlo), lo deseo”. El deseo total de la persona es conectarse con HaShem mismo, disolverse literalmente en la Esencia y Ser mismo de HaShem (aunque esto implicaría dejar de existir como entidad independiente). Este concepto se menciona en el Zóhar como “ser absorbido en el Cuerpo del Rey”.

 

Este nivel de amor por HaShem se denomina Teshuvá (generalmente traducido como “arrepentimiento”, pero literalmente significa “retorno”). Esto se debe a que, por definición, proviene del contacto con aquello que está lejos de HaShem y conlleva una mayor potencia, una urgencia causada por la comprensión (tras la contemplación, como se mencionó anteriormente) de cuán grande es HaShem y cuán lejos nos hemos alejado de Él. Esto resulta en la imperiosa necesidad de huir de esa condición a toda velocidad, abandonando por completo todo lo mundano o profano, y retornar a un estado de absoluta unión con HaShem mismo.

 

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