MUNDOS Y SEFIROT

MUNDOS Y SEFIROT

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Todos los ‘Ölamot’ (“Mundos”) son el resultado de una constricción y disminución de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita), y están, en mayor o menor medida, limitados y definidos. Es decir, la revelación de HaShem es menor o mayor, según el Mundo al que se haga referencia. Por lo tanto, la palabra hebrea עולם ‘Ölam’ (“Mundo”) está etimológicamente relacionada con la palabra העלם ‘Haëlem’, que significa “ocultación”, en referencia a la ocultación de la Luz Infinita de HaShem. En los Mundos Superiores, la ‘Or En Sof’ se revela más, y en los mundos inferiores, se revela menos.

 

La ‘Or’ (luz) se revela en cada Mundo mediante lo que la Kabbalá llama las Sefirot. Estas son emanaciones divinas mediante las cuales HaShem se revela al hombre y dirige los Mundos, como afirma la introducción del Séfer HazZóhar: “Tú eres quien produce diez… Sefirot”.

 

Las Sefirot no son entidades distintas ni intermediarias, lo que podría implicar dualidad o pluralidad en la Luz Infinita o en HaShem. Todo lo contrario: no son más que diversas fases y niveles de la revelación de HaShem al hombre. Por ello, en el Séfer Ietzirá (Libro de la Formación”), las Sefirot se denominan ‘BeLimá’ (“sin sustancia”). Las Sefirot constituyen la estructura interna de cada uno de los Mundos, de forma similar a como los huesos dan forma al cuerpo humano. La forma y el grado en que las Sefirot revelan la Luz Infinita en cada Mundo confiere a cada Mundo, a cada plano de la realidad, su carácter individual. Además, las Sefirot dan cuenta de las interacciones dinámicas que tienen lugar en cada uno de los Mundos.

 

Aunque las Sefirot en todos los Mundos llevan los mismos nombres, no obstante se entiende que la calidad y el poder de las Sefirot en el Mundo elevado de Atzilut, por ejemplo, son de una calidad y un poder incomparablemente mayores que los del Mundo de Äsiiiá, porque en el Mundo de Atzilut la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) se revela a través de las Sefirot en una medida mucho mayor y de una manera mucho más elevada que en cualquiera de los Mundos inferiores a él.

 

El origen de la palabra Sefirá se explica de 4 maneras en los textos clásicos, y cada una de estas 4 explicaciones corresponde a las Sefirot tal como existen en cada uno de los 4 Mundos de ‘ABIÄ’ (Atzilut, Beriiiá, Ietzirá y Äsiiiá):

 

En cuanto a las Sefirot del ‘Ölam HaAtzilut’ (“El Mundo de la Emanación”), se explica que la palabra Sefirá deriva de la palabra Sappir, un diamante o zafiro en hebreo. Así como la belleza y el valor de un zafiro se determinan por su claridad y pureza (la perfección con la que refleja la luz), también las Sefirot de Atzilut se caracterizan por la impecabilidad y pureza con la que revelan y manifiestan la Luz Infinita.

 

En cuanto a las Sefirot del ‘Ölam HabBeriiiá’ (“El Mundo de la Creación”), se explica que la palabra Sefirá deriva de la palabra Sippur, que significa “relato” en hebreo, como se menciona en Tehil´lim 19:2a: “Los cielos ‘Mesapperim’ (“relatan”) la gloria de Di-s”. Una buena historia describe un evento de forma clara y concisa a quien no lo presenció, y quien la escucha puede visualizarlo con todos sus detalles. Sin embargo, quien escucha una historia solo experimenta el evento de segunda mano. Obviamente, no es lo mismo que experimentarlo uno mismo. Por lo tanto, esta es la explicación correcta de la palabra Sefirá en su aplicación al Mundo de Beriiiá, ya que las Sefirot de Beriiiá no revelan ni manifiestan la Luz Infinita en un grado comparable al de Atzilut. Solo “cuentan la historia”, por así decirlo.

 

En cuanto a las Sefirot del ‘Ölam HaiIetzirá’ (“El Mundo de la Formación”), se explica que la palabra Sefirá deriva de la palabra Sefor, que significa “límite” o “frontera”. Esta es una característica fundamental del Mundo de Ietzirá. La luz que desciende al Mundo de Ietzirá adquiere forma y dimensión. En sentido espiritual, los límites representan una limitación cualitativa. Esto significa que en Ietzirá la luz está limitada cualitativamente, al igual que las limitaciones naturales de la vista o el oído en un ser humano se limitan a un cierto rango de luz o sonido físico que una persona puede ver u oír.

 

En cuanto a las Sefirot en el ‘Ölam HaÄsiiiá’ (“El Mundo de la Acción”), se explica que la palabra Sefirá deriva de la palabra Mispar, que significa “número”. Los números representan una limitación cuantitativa, enfatizando la idea de finitud. El efecto o poder que tendrá la luz está severamente limitado por su descenso al Mundo de Äsiiiá.

 

Aunque acabamos de explicar que “Las 10 Sefirot” del Mundo de Atzilut son muy diferentes de las de Beriiiá, y “Las 10 Sefirot” de Beriiiá de las de Ietzirá, etc., sin embargo, en cierto sentido, las Sefirot de todos los Mundos son similares entre sí. La razón de esto es bastante simple. “Las 10 Sefirot” del Mundo de Äsiiiá derivan de “Las 10 Sefirot” de Ietzirá, y las de Ietzirá derivan de las de Beriiiá y las de Beriiiá de las Sefirot de Atzilut. En el lenguaje de la Kabbalá, se dice que dentro de “Las 10 Sefirot” de Äsiiiá están “Las 10 Sefirot” de Ietzirá, y dentro de las Sefirot de Ietzirá están las Sefirot de Beriiiá y dentro de las Sefirot de Beriiiá están las Sefirot de Atzilut, en las que reside la Luz del ‘En Sof’ (Infinito).

 

Cada Sefirá individual puede ubicarse en el contexto de cualquiera de ‘Arbaät HaÖlamot’ (“Los 4 Mundos”), solo que en los Mundos más elevados las Sefirot son más abstractas. Mediante un proceso de creciente abstracción, profundizando cada vez más en la esencia de estas manifestaciones divinas, se puede alcanzar una mayor comprensión de la estructura interna de los planos de realidad cada vez más elevados y una conciencia cada vez mayor de la revelación de HaShem.

 

Las 10 Sefirot se llaman Kéter, Jojmá, Biná, Jésed, Guevurá, Tiféret, Nétzaj, Hod, Iesod y Maljut. En ciertos textos cabalísticos se menciona una Sefirá adicional (Dáät), pero en realidad solo hay 10 Sefirot, no once. A veces, sin embargo, Kéter se cuenta en la decena, y otras veces se cuenta Dáät en lugar de Kéter, dependiendo de si uno las mira desde el punto de vista del Creador o desde el punto de vista de lo creado. En el proceso de creación, en el que las Sefirot emanaron desde Arriba, es decir, desde HaShem al mundo físico, se cuenta Kéter y no Dáät, ya que es la primera emanación, la manifestación de ‘HarRatzón HaElohí’ (“La Voluntad Divina”), el lugar del que derivan todas las demás emanaciones. Cuando el proceso es de abajo hacia Arriba (es decir, el hombre se eleva de nivel en nivel en su deseo de adherirse a HaShem), se cuenta Dáät y no Kéter, ya que este último es un nivel tan sublime que generalmente está más allá del alcance de la capacidad de comprensión del individuo promedio.

 

Si quieres seguir aprendiendo e ingresar a nuestro grupo de estudio escríbenos un sms al chat de la página de Facebook o al email: kabbalahytorah7@gmail.com


Gracias por apoyar y darle continuidad al proyecto de Kabbalah y Torah en Expansión

DONAR - TZEDAKÁ


Comentarios

Entradas populares de este blog

TEHILIM/SALMOS 145 - HEBREO-FONÉTICA Y ESPAÑOL

PITUM KETORET - HEBREO-FONÉTICA-ESPAÑOL

TEHILIM - SALMOS 91 YOSHEV - El que habita - SEGULÁ CONTRA MAZIKIM (ESPÍRITUS DAÑINOS) - MEKATREGUIM Y LILIN