ELEVACIONES DE BUEN GUSTO

ELEVACIONES DE BUEN GUSTO

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Vaiikrá 6:13a:

 

“Esta es la ofrenda que Aharón y sus hijos han de ofrecer a HaShem el día de su unción”.

 

Ioel 2:26a:

 

“Y comeréis hasta saciaros, y alabaréis el Nombre de HaShem vuestro Di-s”.

 

Al comer se logran 2 cosas:

 

1) El ser humano se fortalece: cuerpo y alma se mantienen unidos.

 

2) El alimento se eleva espiritualmente.

 

Los arquetipos físicos de ‘DOMEM-TZOMÉAJ-JAI’ (Mineral, Vegetal o Animal) se elevan al convertirse en la carne y sangre del ‘MEDABBER’ (“Ser Humano”). Además, cuando una persona usa la fuerza obtenida del alimento para servir a HaShem, como en la afirmación “Fui creado para servir a mi Señor”, el alimento asciende a un nivel que está más allá del mundo de lo creado y entra en el reino del Creador. Esta elevación del alimento forma parte de ‘Ävodat HabBirurim’ [la tarea de elevar ‘Nitzotzín Kaddishín’ (“las chispas de santidad”) que se esparcen por el mundo físico].

 

En la Era Mesiánica, se producirá una segunda elevación y refinamiento. En términos cabalísticos, la elevación y refinamiento que se logra en la era premesiánica es la de ‘BaN’ (G-52) a través de ‘MaH’ (G-45). En el futuro, ‘MaH’ mismo experimentará un refinamiento y una elevación.

 

La alimentación tiene sus raíces en los ángeles celestiales. El consumo humano de alimentos eleva a los ángeles celestiales, llamados ‘Jaiiot HakKódesh’ (“Animales Santos”). Así como los ángeles son considerados ‘Jaiiot’ (“animales”) en comparación con las almas humanas, también en el futuro, las almas de hoy serán consideradas “animales” en comparación con las almas del futuro. Por lo tanto, necesitarán una segunda elevación.

 

Esto se logrará mediante el banquete del ‘Shor HabBar’ (“toro salvaje”) y el ‘Leviatán’ (“ballena”), que será devorado por los ‘Tzaddikim’ (“personas justas”). Una chispa de cada alma necesitada de elevación se manifestará en el Toro y la Ballena, y será elevada al ser consumida por los Tzaddikim.

 

El Toro y la Ballena se refieren a 2 tipos diferentes de almas: ‘MaH’ y ‘BaN’: aquellas que tienen su origen en ‘Älemá Deitkassiá’ (“El Mundo del Ocultamiento”) relacionado con la Ballena, una criatura marina, y aquellas que tienen su origen en ‘Älemá Deitgaliá’ (“El Mundo de la Revelación”) relacionado con el Toro, una criatura terrestre.

 

Ahora podemos entender una misteriosa declaración midráshica en la parashá Tzav (Midrash Rabbá 8:2), sobre las palabras (Vaiikrá 6:13a):

 

“Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos han de ofrecer a HaShem el día de su unción”.

 

(Shofetim/Jueces 14:14):

 

“Y él les dijo: ‘Del devorador salió comida…’”

 

Esto es lo que significa el versículo: Shimshón (Sansón) se preguntó en su corazón: “¿El león se come a todos los demás animales y ahora es fuente de alimento?”. De igual manera, Aharón come todas las ofrendas y ahora una ofrenda sale de él. ¿Cuál es? “Esta es la ofrenda de Aharón”.

 

La referencia es al acertijo que Shimshón propuso al pueblo de Timnat durante su banquete de bodas. La inspiración para el acertijo surgió al ver una colmena y miel en el cadáver del león que había matado hacía un rato.

 

Se sabe que el sacrificio era consumido por 2 partes:

 

1) El ‘Mizbéaj’ (altar) -conocido como “el león de fuego” como se menciona en el Zóhar sobre la Parashá Tzav.

 

2) El ‘Kohén’ (sacerdote).

 

En otras palabras, el león del altar y Aharón (el sacerdote) elevan y refinan la ofrenda.

 

Ahora bien, hemos explicado que quien alcanza la elevación y el refinamiento debe ser un ser refinado. Es imposible que un ser no refinado se refine o eleve.

 

Muchos ‘Jajamim’ (sabios) enfatizan que no se debe intentar “elevar” pensamientos ajenos. Si bien el Báäl Shem Tov aboga por tales esfuerzos, muchos Jajamim afirman claramente que tales esfuerzos solo eran apropiados para los ‘Tzaddikim Guemurim’ (“los completamente justos”).

 

No debería ser tan insensato como para dedicarse a elevar los impulsos del pensamiento ajeno, pues tales cosas solo aplican a los Tzaddikim que no experimentan pensamientos ajenos autogenerados, sino que reciben los de otros. Pero quien experimenta pensamientos ajenos que surgen de la propia oscuridad de su corazón, ¿cómo puede elevarlos si él mismo está atado a lo inferior?

 

Como dice el Sifrí (final de la Parashá Ëkev):

 

¡¿Has fracasado en conquistar lo que está cerca de tu palacio y vas a conquistar fuera de tu tierra?! Por lo tanto, está prohibido comer antes de rezar por la mañana. Porque comer tiene como propósito elevar las chispas que hay en la comida; y antes de rezar, uno no está en posición de hacerlo. Pues, ¿cómo puede elevar la comida si él mismo aún está atado a lo bajo? Solo a través de la ‘Tefil´lá’ (“oración”) -que en el Zóhar se denomina ‘Ët Miljamá’ (“tiempo de guerra”)- se atrae la Divinidad al alma mediante ‘Shemoné Ësré’ (“Las 18 Bendiciones de la Ämidá), en la que se dice: “BARUJ  ATTÁ  ADO-NAI - Bendito eres Tú HaShem…”. La palabra hebrea para ‘Baruj’ (“Bendito”) también significa “atraer hacia abajo”. Solo entonces se puede comer y, por lo tanto, elevar la comida. Como dice el Talmud:

 

“El versículo comienza con el Altar y termina con la Mesa”.

 

Esta cita es de Berajot 55a, que cita a Iejezkel (Ezequiel) 41:22: “El altar era de madera de tres codos de alto…”.  “Y él me dijo: ‘Esta es la mesa que está delante de HaShem’”.

 

El Talmud cita este versículo para indicar que, mientras el Templo de Jerusalén existió, el altar trajo expiación. Tras la destrucción del Templo, se trae expiación a través de la mesa, invitando y sirviendo a los necesitados. Los Jajamim usan esta expresión para indicar que el Altar (“la oración”) debe preceder a la Mesa (“la comida”).

 

¿Cómo puede entonces decirse que Aharón, quien es el que come -y por tanto eleva- la ofrenda, y por tanto debe ser plenamente refinado él mismo, necesita traer una ofrenda, implicando que él tiene necesidad de elevación?

 

Esto es lo que el Midrash quiere decir al comparar este versículo con el acertijo de Shimshón: ¿Cómo es que quien come (relacionado con el “león”, “Aharón”) se convierte en alimento (relacionado con la “miel”, es decir, necesita refinamiento mediante una ofrenda)? La respuesta se encuentra en las últimas palabras de la frase: “BEIOM  HIMMASHAJ - el día de su unción”. Para atraer la energía espiritual de esta unción, ‘Shémen Mishjat-Kódesh’ (“el aceite de unción sagrada”), una doble expresión de trascendencia, Aharón tuvo que alcanzar un nuevo nivel de refinamiento (similar al segundo refinamiento que las almas experimentarán en el futuro).

 

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