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Por Kabbalah y Torah en Expansión
Devarim 8:3:
“…no sólo de pan vive el hombre,
sino de todo lo que sale de la boca de Di-s”.
La separación de los nutrientes de
los desechos en el acto de comer tiene su contraparte espiritual en la
purificación de las ‘Nitzonín Kaddishín’ (“chispas de santidad”) que están
contenidas en los alimentos. ¿Y no es la separación física y espiritual del
bien del mal el verdadero sentido de la existencia humana?
Cuando una persona come
correctamente, con ‘Kavvaná’ (“intención correcta”), las chispas de santidad de
su comida se adhieren a su alma, y los desechos son expulsados.
LOS EFECTOS DE COMER
Comer es una de nuestras actividades
más habituales. Debe ser la Voluntad de HaShem que estemos tan involucrados en
ello. Debe haber un propósito espiritual importante detrás de ello. Si
realmente podemos separar el bien del mal comiendo correctamente, entonces esta
purificación tiene grandes ramificaciones en todos los niveles de la realidad.
HaShem hizo de este mundo un lugar
de elección y libre albedrío para que elijamos el bien y aborrezcamos el mal.
Por eso, cayeron chispas de santidad en este mundo, y el bien y el mal se
mezclaron. El principal servicio del hombre a HaShem es purificar las chispas
dispersas de su alma y elevarlas al nivel del cual el alma ha sido extraída.
Además, incluso el deseo o la
aversión especial que uno siente por un alimento en particular puede ser visto
como una señal especial de que HaShem le ha traído un alimento que necesita
rectificación.
…cuando uno come, las chispas
sagradas [de la comida] se adhieren a su alma. Al bendecir con la intención
correcta antes de comer y al comer por el bien del Cielo, los ‘Tzaddikim’ (“personas
justas”) purifican y elevan las chispas de santidad contenidas en la comida que
comen. Cuando una persona estudia Torá, reza a HaShem o usa la fuerza obtenida
de la comida para cumplir una ‘Mitzvá’ (“Mandamiento”), eleva las chispas de
santidad a los mundos santificados del Cielo, de donde habían caído
originalmente. Las chispas de santidad son devueltas así a su fuente.
LIBERANDO CHISPAS Y ELEVANDO ALMAS
Las chispas caídas, o almas,
regresan y ascienden a través de los 4 fundamentos de materia inorgánica,
materia vegetal, materia animal y materia humana. Se elevan de un nivel
inorgánico a uno orgánico cuando las plantas crecen desde el suelo, regadas por
la lluvia. Se elevan aún más cuando las plantas en las que están contenidas son
comidas por animales o humanos; y de la misma manera, los animales se elevan
cuando son comidos por humanos con la intención adecuada.
EXPIACIÓN DE LOS PECADOS
Talmud Berajot 55a:
“Rabbí Iojanán y Rabbí Eläzar
dijeron: ‘Mientras el Templo de Jerusalén estuvo en pie, el altar de
sacrificios expiaba a Israel; ahora la mesa de un hombre lo expia’”.
La mesa en la que comemos es ahora
nuestro altar sacrificial; nuestra comida es nuestro sacrificio; y mientras
comemos, ofrecemos el sacrificio en lugar del sacerdote del Templo.
En la época del Templo en Jerusalén,
el efecto principal de los sacrificios era la elevación y purificación de las
chispas de Santidad contenidas en los sacrificios. Ahora que ya no tenemos el
servicio del Templo, nuestras oraciones y nuestra comida deben cumplir esta función.
Nuestra alimentación con este
elevado propósito -por el bien del Cielo- puede llevarnos a la ‘Kedushá’ (Santidad)
y a la ‘Devekut’ (“adhesión”) a HaShem.
BENDICIÓN DE LA LLUVIA
La purificación de las chispas
depende de la lluvia, y por lo tanto no hay castigo en la Torá mayor que la
sequía. De la misma manera, no hay recompensa mayor que la bendición de la
lluvia en su temporada, ya que la llegada de Mashíaj depende de la lluvia.
Devarim 11:13-15:
“Y sucederá que si obedecéis Mis
mandamientos que os ordeno hoy, de amar a HaShem vuestro Di-s y de servirle con
todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, Él dará a vuestra tierra la
lluvia a su tiempo, lluvia temprana y lluvia tardía, para que recojas tu grano,
tu mosto y tu aceite. Y Él dará hierba en tus campos para tu ganado, y comerás
y te saciarás”.
La lluvia cae desde arriba y ayuda a
la tierra a producir vegetación. Los animales se alimentan de las plantas y de
otros animales; y al servir a HaShem, el hombre eleva la materia mineral,
vegetal y animal hasta su fuente. Cuando todas las chispas de Santidad sean
elevadas y retornen a su fuente en el Cielo, entonces vendrá Mashíaj, creemos
que pronto en nuestros días.
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