LA ESPIRITUALIDAD DE COMER - 1c

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

ORÍGENES FÍSICOS: LOS NUTRIENTES

 

¿De dónde provienen los alimentos? Las plantas crecen combinando eficazmente la luz solar, el agua y el suelo. Los animales se alimentan de plantas y/o animales. Los humanos obtienen su alimento de fuentes minerales, vegetales y animales.

 

Nuestros alimentos contienen entre 40 y 45 sustancias llamadas nutrientes, que debemos consumir en cantidades adecuadas para crecer y llevar una vida sana. Estos nutrientes entran en nuestro organismo a través de los alimentos que ingerimos y se convierten en miles de sustancias necesarias para la vida.

 

Los nutrientes se dividen en 6 clases generales: carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua.

 

ORÍGENES ESPIRITUALES: LAS CHISPAS

 

Antes de descender al cuerpo, el alma se nutre como los ‘Malajim’ (ángeles), directamente a través del resplandor de la ‘Shejiná’ (Presencia Divina). Separada por el cuerpo de su anterior alimento supremo, el alma ahora se nutre con alimento físico (que es la manifestación de ese alimento Divino). De modo que, cuando uno come, se beneficia en cierta medida del resplandor de la Shejiná.

 

El alma, revestida con la vestimenta física de la carne, ahora es alimentada indirectamente por HaShem a través del alimento. Tal es la Voluntad de HaShem, que existamos con nuestras limitaciones físicas, y que necesitemos alimento físico para sostener nuestras fuerzas vitales. Sólo en el ‘Ölam HabBá’ (Mundo Venidero), cuando seamos despojados de su vestimenta física, el alimento se volverá reconocible como el resplandor de la Shejiná. Sin embargo, en este mundo aparece revestido con su vestimenta física.

 

“El alimento, entonces, llega al mundo desde la mesa suprema del Cielo” (Reshit Jojmá, Sháär HakKedushá 15:46)

 

…el pecado de comer del Árbol del Conocimiento hizo que el bien se mezclara con el mal en todo el mundo y que cayeran chispas de ‘Kedushá’ (Santidad) entre las ‘Kelippot’ (“cáscaras”). Estas chispas de santidad están esparcidas por toda la Creación y están contenidas en cantidades variables en los alimentos que comemos. Estas chispas de santidad dan a las plantas la fuerza para emerger y crecer desde el suelo cuando son regadas por las lluvias.

 

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