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Por Kabbalah y Torah en Expansión
Zóhar 4, Intro:
‘BERESHIT’ (“En el principio”), Rabbí
Shimön abrió [su comentario con el versículo]: “Han aparecido los brotes en la
tierra, ha llegado el tiempo de la poda, y se oye la voz de la tórtola en
nuestra tierra” (Shir HaShirim 2:12).
‘HANNITZTZANIM’ (“los brotes”) se
refiere a ‘Övadá DiVereshit’ (“La Obra de la Creación”).
Esto se refiere a ‘JaGaT’ (Jésed, Guevurá
y Tiféret). Biná es la Sefirá que energiza ‘Ölam HabBeriiiá’ (“El Mundo de la Creación”).
Biná emana Jésed, Guevurá y Tiféret, y por eso se las llama ‘Övadá DiVereshit’
(“La Obra de la Creación”).
Biná es llamada ‘Beriiiá’ (“Creación”)
porque es la fuerza raíz del Universo para producir de nuevo. Por eso se la
compara con el arquetipo supremo de la “Madre tierra”. Los brotes producidos a
partir de ella son, en consecuencia, parábolas de Jésed, Guevurá y Tiféret.
Habiendo descubierto la promesa de que este versículo alude al relato de la
Creación, ‘Rashbi’ (Rabbí Shimön bar Iojai) procede a explicar cómo también
alude específicamente a cada día de la Creación y a lo que se hizo en él. Los
primeros dos días no tienen ninguna pista porque lo que sucedió en ellos fue
demasiado abstracto.
“Han aparecido [los brotes] en la
tierra” (Shir HaShirim 2:12a).
Aquí, “la tierra” se refiere a la
contraparte de Biná que se encuentra más abajo: Maljut. El contexto de
cualquier discusión determina a cuál de ellas se refiere.
¿Cuándo [aparecieron Jésed, Guevurá
y Tiféret de Biná para revelarse en Maljut]? En el Tercer Día [de la Creación],
como está escrito: “Y produjo la tierra vegetación…” (Bereshit 1:12), entonces
aparecieron en la tierra.
El Tercer Día corresponde a la Sefirá
de Tiféret. En otro lugar del Zóhar nos dice que este atributo es conocido por
tender un puente entre lo Alto y lo bajo, o entre Biná y Maljut (Zóhar Terumá).
Por lo tanto, en el Tercer Día aparecen los brotes, que representan la
fructificación que sigue al ‘Zivvug’ (“unificación”).
“Ha llegado el tiempo de la poda” (Shir
HaShirim 2:12b).
Se refiere al Cuarto Día, en el que
se produjo la “poda de la cizaña”.
Después de Jésed, Guevurá y Tiféret
viene Maljut. Por lo tanto, la luna, que corresponde a este atributo, fue
creada. La luz del sol y de la luna son expresiones de la Luz Divina y,
originalmente, fueron creados iguales. La luna se quejó: “Dos reyes no pueden
usar una corona”, es decir, ser iguales; Di-s estuvo de acuerdo y disminuyó la
luz de la luna. La disminución de su luz es el proceso raíz de la ocultación de
la Luz Divina en la Creación. Como resultado de este ocultamiento, se permite
que las ‘Kelippot’ (“fuerzas del mal”) se afiancen.
Por lo tanto, el Cuarto Día fue un
tiempo para buscar reparar y revelar la Luz en medio de la oscuridad. (Véase
Likkuté Moharán 282), donde se explica cómo este es el proceso espiritual que
crea la música. Por lo tanto, el Cuarto Día es el tiempo del canto.
Las malas hierbas se consideran
conceptualmente como ‘Kelippot’ (“cáscaras”), y al cantarle a HaShem, las Kelippot
se cortan.
En este día también falta la Luz.
Esto se debe a la deficiencia de la luna antes mencionada. La palabra que se
usa en Bereshit 1:14 para מארת
‘Meorot’ (“luminarias”), está escrita sin la letra ו ‘Vav’, que gramaticalmente se supone que debería estar allí; esto
hace alusión a la falta de Luz de la luna.
“Y se oye la voz de la tórtola en
nuestra tierra” (Shir HaShirim 2:12c).
‘Kol HatTor’ (“la voz de la tórtola”)
se refiere al Quinto Día, como está escrito: “Llénense las aguas de multitudes
de seres vivientes, y vuelen las aves sobre la tierra en la abierta expansión
de los cielos” (Bereshit 1:20).
El Quinto Día está relacionado con Nétzaj
y Hod. Estas Sefirot se manifiestan como 2 piezas de una unidad funcional que
lleva algo a buen término. Por lo tanto, se expresan en pares unificados como
los 2 lados de la balanza (que juntos miden el peso, lo que hace que aparezca
el objetivo de la balanza), o los 2 labios, que juntos producen el habla. Las 2
piernas, que juntas te transportan a donde quieres ir, también se asemejan a
las 2 alas de un pájaro que le permiten volar.
El sustantivo hebreo para “ave”, ‘ÖF’,
en forma verbal en realidad significa “vuelo”. Esto se debe a que esta es la
cualidad única del ave. Por lo tanto, las aves se identifican específicamente
con Nétzaj y Hod, las Sefirot que corresponden a sus alas. Por lo tanto, fueron
creadas el Quinto Día, el día de Nétzaj y Hod; esto se insinúa en la voz de la tórtola,
que alude a la música. En otra parte, el Zóhar enseña que la música proviene de
Nétzaj y Hod.
Nétzaj y Hod se expresan en el
cuerpo a través de los 2 riñones. Juntos procesan la semilla, preparándola para
que esté lista para producir descendencia en Iesod.
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