EL USO CONTINUO DE LA MIKVE

EL USO CONTINUO DE LA MIKVÉ

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

En primer lugar, debemos de tener cuidado de que cada movimiento en el servicio Divino sea sin motivos ocultos, ‘Jas VeShalom’ (“Di-s no lo quiera”). Esto requiere una sabiduría profunda “y en extremo profundo. ¿Quién lo descubrirá?” (Kohélet/Eclesiastés 7:24). Entonces no queda otra alternativa que mantener una conciencia constante de este principio. No desvíes tu mente de ello, ni siquiera por un momento, porque es un asunto que falla por la distracción.

 

En segundo lugar, también debes ser escrupuloso con la ‘Mikvé’ (“inmersión ritual”) y concentrarte en las ‘Kavvanot’ (“intenciones”) apropiados para la Mikvé.

 

Porque “un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente” (Kohélet 4:12). Sal de la depresión y deja que tu corazón se regocije en HaShem.

 

Los motivos ocultos pueden ser el primer paso del declive espiritual.

 

La Torá exige la inmersión en una ‘Mikve’ (piscina ritual o equivalente) para eliminar las impurezas. Sirve también para que aquellos que son puros alcancen niveles más altos de pureza espiritual requeridos por la ley de la Torá. Por lo tanto, los místicos alientan enfáticamente inmersiones frecuentes en el contexto de la ‘Ävodá HaShem’ (“servicio Divino”). Es una práctica común entre los ‘Jasidim’ (“piadosos”) sumergirse diariamente (excepto cuando la ley lo impide, como en Iom Kippur) antes de las ‘Tefilot’ (“oraciones”) de la mañana, además de las inmersiones adicionales antes del inicio de cada Shabbat o Festividad. Lo hicieron y lo hacen incluso en las condiciones más difíciles, como en ríos o lagos en invierno. Los textos cabalísticos y jasídicos ofrecen una serie de ‘Kavvanot’ especiales para las ‘Tevilot’ (“inmersiones”).

 

El Báäl Shem Tov dijo que la inmersión adecuada es efectiva incluso sin ninguna Kavvaná. En la Halajá, sin embargo, esto se aplica sólo a la purificación básica de ‘Jul´lín’ (“asuntos ordinarios no consagrados”), pero no a algo que esté consagrado. Por lo tanto, la inmersión para una mayor purificación en asuntos de Torá, Tefil´lá y asuntos sagrados debe tener al menos la ‘Kavvaná’ (“intención”) adecuada hacia ese fin (por ejemplo, por el bien de la pureza o Teshuvá).

 

Uno debe sumergirse tanto como sea posible, especialmente cuando sea necesario, y meditar en la Mikvé las meditaciones apropiadas.

 

Tenga en cuenta también que el Báäl Shem Tov “mereció toda su iluminación y niveles en virtud de sus frecuentes inmersiones. El uso continuo de la Mikvé es mucho mejor que el ayuno…”

 

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