RIQUEZA - 4

RIQUEZA - 4    

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Cuando una persona ve que su sustento es limitado, debe dar ‘Tzedaká’ (“caridad”).

 

La preocupación y la angustia por el propio sustento minan la fuerza de una persona.

 

La inmoralidad conduce a la pobreza.

 

Un Tzaddik que no tiene ‘Mazzal’ (“fortuna”) cuando se trata de ganarse la vida a veces tendrá oponentes en su contra. Luego se le entregan los ingresos que les correspondían.

 

‘HatzTzeniüt’ (“el comportamiento modesto”) es una ‘Segul´lá’ (“remedio espiritual”) de ‘Ösher’ (“riqueza”).

 

Una vez que la codicia y la envidia se extendieron por el mundo, la gente empezó a interferir en el sustento de los demás.

 

El sustento de una persona disminuye cuando juzga a los demás desfavorablemente, o diluye el alcohol que vende, o sigue el consejo de alguien que persuade a otros a volverse contra HaShem.

 

Quien hace uso de nombres impíos y hechicería se vuelve pobre.

 

A quien desprecia el dinero, el Cielo le muestra el camino que debe seguir.

 

Las prácticas fraudulentas hacen que uno se vuelva pobre.

 

Aquel que codicia el dinero cae de su nivel espiritual.

 

El ateísmo conduce a la pobreza.

 

Una persona pobre debe trabajar diligentemente para proporcionar sustento a quienes buscan a HaShem.

 

Quien cobra usura por prestar dinero no encontrará nadie dispuesto a hablar favorablemente de él.

 

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