LA LETRA ל LÁMED 

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

En “Las Letras de Rabbí Äkivá”, la escritura completa de la letra ל ‘Lámed’ למד (lamed-mem-dálet) son las iniciales de la frase: “LEV  MEVIN  DÁÄT - un corazón que entiende el conocimiento”. El valor numérico de esta frase, (608), equivale a לב ‘Lev’ (corazón, G-32) veces חוה ‘Javvá’ (Eva, G-19), es decir, “el corazón de Eva”.

 

En su comentario de la historia del Jardín del Edén, el primer episodio del género humano, Rabbí Avraham Ibbén Ëzrá declara que Adam es el secreto del ‘Móaj’ (“cerebro”); Javvá, el secreto del ‘Lev’ (“corazón”) y la serpiente, el secreto del ‘Kaved’ (“hígado”). En la Kabbalá y la Jasidut, estas correspondencias fundamentales son desarrolladas y explicadas en profundidad.

 

Adam y Javvá, hombre y mujer, son los prototipos espirituales de las fuerzas de dar y recibir. La unión marital y el dar del hombre a la mujer, se relaciona con el secreto del conocimiento, como está dicho: “Y Adam conoció a su esposa Javvá”. Por esta razón, son vistos a menudo como que representan al maestro y el alumno. El maestro contrae su intelecto en un punto (iud), para poder transmitir sus enseñanzas a su estudiante, mientras que el discípulo nulifica sus niveles previos de concepción, para ser un recipiente adecuado para las nuevas y maravillosas enseñanzas de su maestro.

 

En particular, la forma de la ל ‘Lámed’ representa la aspiración del alumno devoto de aprender de la boca de su maestro. El significado literal de la letra למד ‘Lámed’ es “aprender” o “enseñar”. La semilla de la sabiduría, insinuada por la letra י ‘Iud’, desciende desde el cerebro (Adam) para impregnar completamente la conciencia del corazón (Javvá). El corazón aspira (ascendentemente) a recibir este punto de comprensión desde el cerebro. Este es el secreto de la forma de la letra ל ‘Lámed’, el corazón asciende con la aspiración de concebir y comprender (“entender conocimiento”) el punto de sabiduría, la י ‘Iud’ situada en el cénit de la letra ל ‘Lámed’.

 

‘JaZaL’ (“nuestros sabios de bendita memoria) se refieren a la ל ‘Lámed’ como “una torre elevándose en el aire”. 300 leyes se relacionan con el secreto de esta “torre voladora”. En nuestro estudio de Torá, la “torre voladora” es la expresión de nuestro amor y devoción por el estudio de la Torá, nuestra aspiración de concebir su verdad interior, estirándonos por sobre la “barrera de la gravedad” de las preocupaciones de la tierra.

 

Cuentan que el Báäl Shem Tov solía poner la palma de su mano en el corazón de los chicos judíos y los bendecía para que fueran “judíos cálidos”. La palma, el poder de realizar un potencial, se vuelve manifiesto - a un nivel espiritual interior - en el “deseo [corona, kéter] del corazón” de concebir y unirse con el Deseo de HaShem, las enseñanzas de la Torá.

 

La ל ‘Lámed’, el corazón, aspira a ascender y conectarse con la י ‘Iud’ de la Comprensión Divina. Esto es reflejado en la forma de la letra ל ‘Lámed’, una כ ‘Kaf’ conectándose hacia arriba con una י ‘Iud’.

 

Este es también el secreto de la secuencia espiritual insinuada en las letras de la palabra כלי ‘Kelí’ (“recipiente”, “instrumento”): el poder de realizar un potencial (la palma [kaf] del Báäl Shem Tov), que se manifiesta en la aspiración del corazón [lámed] elevándose para concebir el secreto de la sabiduría Divina [iud]. En la Torá, el corazón simboliza el concepto primario de ‘Kelí’ (“recipiente”), el secreto de Javvá (Eva).

 

La letra ל ‘Lámed’ está formada por una י ‘Iud’ - cuya cabeza mira hacia abajo - sobre una כ ‘Kaf’. “Una torre que se remonta en el aire”. La única letra que asciende por sobre la línea.

 

Un cohete de 3 etapas que se remonta en el espacio exterior.

La aspiración del hombre de entender el ‘Ölam’ (Universo).

 

El corazón de un ‘Jajam’ (sabio) ascendiendo para comprehender la sabiduría de HaShem.

Aprender para enseñar, aprender para hacer.

 

Inspiración Divina; la elevada Shejiná.

La imaginación profética abriéndose paso entre las limitaciones del intelecto racional.

 

La ‘Lámed’ simboliza:

 

El poder de dirigir y controlar el instinto animal.

El estudio de las artes seculares; conocimiento empírico.

 

El anhelo del alma de estudiar Torá.

Rectificación del poder de la imaginación.

Estudiar para simultáneamente enseñar y estudiar para hacer.

 

Estudiar acerca de la Esencia de HaShem.

Crear nuevos cielos y tierra.

 

‘GUIMMATRIIIÁ’ (“valor numérico”): 30

 

Los 30 días del mes.

El ciclo menstrual.

Los 30 ‘Tzaddikim’ por cuyos méritos se sostiene el mundo.

Las 30 generaciones desde Avraham hasta la destrucción del Primer Templo.

Las 30 categorías de ‘Tzaddikim’ en el ‘Ölam HabBá’ (Mundo Venidero).

 

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