CUANDO UNA PERSONA CUMPLE UNA MITZVÁ

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

Este ‘Limmud’ (estudio) ha sido donado para ‘Beriut’ (salud), ‘Berajá’ (bendición) y ‘Hatzlajá’ (éxito) de la Familia Tazzer de México y de Miriam bat Eliana y Sara bat Mirna

 

Y para protección en el viaje de P. ben R. y S. bat M.

 

En el Zejut (mérito) de nuestros patriarcas y matriarcas Avraham, Itzjak, Iaäkov, Sará, Rivká, Rajel y Leá  

 

La aparente multiplicidad de la influencia de HaShem en el mundo es el resultado de las limitaciones y características del mundo, y de ninguna manera refleja ninguna limitación en Él. La influencia Divina dada en ellos está de acuerdo con el número de sus partes, aunque una influencia sería suficiente, como se afirma en Pirké Avot de que el mundo podría haber sido creado con una sola palabra.

 

El hombre también fue creado con el número de sus órganos y tendones correspondiente a la multiplicidad de Mundos, correspondiendo cada órgano a un mundo. De manera similar, el alma del hombre tiene facultades correspondientes a los órganos del cuerpo dentro del cual reside. Debido a esta correlación del hombre, su alma y los ‘Ölamot’ (Mundos), las Sefirot se denominan alegóricamente ‘Adam’ (Hombre).

 

Por esta correlación, pues, los Mundos y las conductas son a veces llamados alegóricamente con los nombres de sus correspondientes órganos en el hombre. 

 

El alma humana también posee 613 partes, correspondientes a los 613 órganos.  

 

Así también, las ‘Mitzvot’ (“Mandamientos”) de la Torá son 613, correspondientes a los órganos, partes del alma, Mundos y conductas. Cuando una persona cumple una ‘Mitzvá’ (“Mandamiento”), aumenta la ‘Kedushá’ (Santidad) en aquellos órganos de su cuerpo que corresponden a esa ‘Mitzvá’, lo que a su vez provoca un grado de perfección en las partes correspondientes de su alma y creación.

 

Cuando lo realiza un individuo, solo se ve afectada esa porción específica de la Creación en la que su alma está arraigada. Sin embargo, cuando se realiza en comunidad, la ‘Mitzvá’ afecta toda la parte correspondiente de la Creación.

 

En consecuencia, cuando el hombre toma la iniciativa de realizar una ‘Mitzvá’, HaShem responde de la misma manera otorgando ‘Berajot’ (Bendiciones) a través de la conducta que corresponde a esa ‘Mitzvá’. Por el contrario, la transgresión de una ‘Mitzvá’ causa una mancha en todas sus partes correspondientes. 

 

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