TEHILAT ADONAI

TEHIL´LAT ADO-NAI 

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Bamidbar/Números 30:3:

 

“Si un hombre hace un voto a HaShem, o hace un juramento para imponerse una obligación, no faltará a su palabra; hará conforme a todo lo que salga de su boca”.

 

La Torá trata de leyes diseñadas para perfeccionar nuestras almas, nuestro desarrollo espiritual. Las leyes que tratan de los ‘Nedarim’ (“votos”) contienen la advertencia de honrar todas nuestras declaraciones:

 

“Hará conforme a todo lo que salga de su boca” (Bamidbar 30:3).

 

Esto está dirigido al alma, porque el poder del habla se deriva del atributo de la sabiduría, que en sí misma es una consecuencia del alma. El habla es solo una versión exteriorizada de los propios pensamientos, algo que eleva al hombre por encima de todas las demás criaturas vivientes. Al hombre se le llama מדבר ‘Medabber’ (“una criatura parlante”). Por eso no debe “profanar” su palabra, es decir, no faltará a su palabra.

 

También encontramos que Unkelos traduce Bereshit/Génesis 2:7 como:

 

“Y el hombre se convirtió en un espíritu parlante”.

 

Ya sabéis que el hombre ha sido diseñado según las líneas Superiores de un mundo Superior, que cada uno de sus miembros es una rama de un “árbol” en las Regiones Celestiales, y que la boca con la que ha sido dotado está destinada únicamente a permítele proclamar la grandeza de HaShem y decir Sus alabanzas.

 

Es un ‘Kelí’ (“vasija”) para ser usado solo para el servicio de HaShem. Esto es lo que el rey David quiso decir cuando dijo en Tehil´lim/Salmo 145:21:

 

תְּהִלַּת יְהֹוָ"ה יְדַבֵּר־פִּי וִיבָרֵךְ כָּל־בָּשָׂר שֵׁם קָדְשׁוֹ לְעוֹלָם וָעֶד

 

TEHIL´LAT  ADO-NAI  IEDABBER-PI  VIVAREJ  KOL-BASAR  SHEM  KODSHÓ  LEÖLAM  VAËD

 

“La alabanza de HaShem hablará mi boca; y toda carne bendiga su santo Nombre eternamente y para siempre”.

 

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