CIERTAMENTE ALCANZARÁS LA PUREZA
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CIERTAMENTE ALCANZARÁS LA PUREZA
Por Kabbalah y Torah en Expansión
Bamidbar/Números 19:12:
“El que toque el cadáver de una
persona quedará inmundo por 7 días. Y aquél se purificará a sí mismo de su
inmundicia con el agua al tercer día y al séptimo día, y entonces quedará
limpio; pero si no se purifica a sí mismo al tercer día y al séptimo día, no
quedará limpio”.
Este ‘Pasuk’ (versículo) contiene
una clara alusión al hecho de que incluso en momentos en que la ceniza de la
“Vaca Roja” no está a nuestra disposición, el hombre puede purificarse a sí
mismo aferrándose firmemente a la Torá.
Si estudias Torá para a su vez instruir
a otros, para realizar las מצות ‘Mitzvot’ (“preceptos”)
que has estudiado, para guardar todas las leyes que has tenido el hábito de
observar, ciertamente alcanzarás la pureza.
Nuestros ‘Jajamim’ (sabios) dijeron
que “un solo día en el calendario de Di-s equivale a 1000 años en nuestro calendario”
(Bereshit Rabbá 8:2).
Lo que pretendían transmitir era que
los 7 días durante los cuales Di-s creó el Universo, se refieren a un período
de 6000 años de existencia regular y 1000 años durante los cuales la tierra
sería desolada, destruida.
Esta es otra forma de aludir a un
período que es totalmente como el Shabbat, durante el cual no se hace ningún
progreso físico.
La Torá fue dada en el tercer
milenio. El que realiza los ritos de purificación en el “tercer día”, es decir,
estudiando la Torá que nos fue dada en el equivalente del tercer día,
encontrará que para el séptimo día, alcanzará la pureza. Su pureza se
completará en el ‘Ölam HabBá’ (Mundo Venidero) que es todo שבת ‘Shabbat’. Si, ‘Jas VeShalom’ (“Di-s
no lo quiera”), no se limpia en el “tercer día”, no se volverá puro, porque
solo “el que trabaja en la víspera de Shabbat comerá en el Shabbat”.
Es la opinión de la mayoría de
nuestros ‘Jajamim’ que el pecado de Moshé (Moisés) en las “aguas de la
contienda” había sido que se desvió del camino del medio al enojarse cuando se
dirigió al pueblo diciéndoles (Bamidbar/Números 20:10):
שמעו־נא המורים
SHIMÜ-NA HAMMORIM
“Oíd, ahora, rebeldes”.
Di-s lo trató de una manera muy
exigente ya que un hombre de su calibre no debe ceder ante expresiones de ira.
Al hacerlo, un hombre de tal estatura desacredita a su Hacedor, ya que todos se
modelan a sí mismos en la conducta de personas como estas.
De esto todos tenemos que aprender
lo importante que es practicar buenos rasgos de carácter.
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