LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

TIKKUN OLAM: Restaurar el equilibrio en el mundo

TIKKÚN ÖLAM: Restaurar el equilibrio en el mundo

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

La raíz de Todo son ‘Las 4 Letras’ יהו"ה del Nombre Inefable de Di-s. Las 4 ‘Jaiiot HaKódesh’ (“criaturas santas”) descritos en la famosa visión de Iejezkel (Ezequiel) en el capítulo 1 como apoyo al ‘Kisé’ (Trono) de Di-s derivan todos de ese concepto.

 

La idea subyacente a ‘Los 4 Campamentos’ de los ‘Bené Israel’ (Hijos de Israel) son los 12 מזלות ‘Mazzalot’ (“constelaciones”). 6 de estos se ven como “ascendentes” y los otros 6 como “descendentes”. Están representados por las ofrendas de los príncipes, es decir, “seis carros cubiertos y doce bueyes” (Bamidbar/Números 7:3).

 

Najshón Ben-Ämminadav, líder de la tribu de Iehudá (Judá), fue el primero en presentar su ofrenda, el primer día de Nisán, el mes que está bajo el signo zodiacal del ‘Talé’ (cordero, Aries).

 

El “tazón de plata” mencionado en el ‘Pasuk’ (versículo) de Bamidbar 7:13 como parte de esa ofrenda representa el globo terráqueo. El peso de 130 siclos dado para este cuenco es una alusión a los 130 años que vivió Adam hasta que engendró a Set (Bereshit/Génesis 5:3).

 

El Midrash HagGadol y otros tienen varias observaciones interesantes sobre lo que ocurrió durante estos 130 años. Muchos de estos comentarios se refieren a que Adam pasó esos años expiando el daño que había causado previamente en este mundo. Cada uno de esos 12 príncipes tenía sus propias consideraciones personales, como explica Bamidbar Rabbá 12. Es por eso que sus ofrendas idénticas se enumeran en la Torá por separado. El denominador común de sus ‘Kavvanot’ (intenciones) era ‘Tikkún Ölam’, es decir, restaurar el equilibrio en el mundo que se había roto cuando Adam pecó.

 

La terminación del ‘Mishkán’ aquí en la tierra provocó el establecimiento del ‘Mikdash’ (Santuario) correspondiente en las Regiones Celestiales. Sus ofrendas debían corresponder a los patriarcas y matriarcas que son los pilares del Universo.

 

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