MOSHÉ Y JOSUÉ: EL SOL Y LA LUNA

 

Por mekubal.com para Kabbalah y Torah en Expansión

 

La Mishná habla de los aspectos ocultos de la Torá y describe 4 categorías de personas: Josué, los ancianos, los profetas y los hombres de la Gran Asamblea que ingresaron al פרדס ‘Pardés’ (“huerto”) para adquirir los secretos de la Torá.

 

Estas 4 categorías de personas no estaban todas en el mismo nivel espiritual. Los hombres de la Gran Asamblea no coincidían con los grupos mencionados antes que ellos.

 

Moshé (Moisés), por supuesto, se elevaba espiritualmente por encima de todos ellos, y no era apropiado describirlo como “entrando” en el ‘Pardés’. Él estaba en su casa allí, como Di-s había testificado (Bamidbar/Números 12:7b): “En toda Mi casa él es fiel”.

 

Cuando alguien entra o sale de su propia casa uno no se molesta en mencionarlo. Su capacidad para entrar y salir de su hogar sin sufrir daño espiritual se da por sentado.

 

Iehoshúä (Josué) entró en el ‘Pardés’ y regresó ileso. A esto se alude en Shemot/Éxodo 33:11 cuando la Torá describe a Iehoshúä como si nunca saliera de la “tienda”, es decir, la Tienda del Testimonio (hogar de la Torá).

 

Nuestros ‘Jajamim’ (sabios) describieron el rostro de Moshé como el del sol, mientras que el rostro de Iehoshúä, en comparación, se describe como el de la luna. El primero irradia luz propia, mientras que el segundo solo refleja la luz recibida de otra fuente.

 

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FOTO: Colgante Kabalista con el ‘Álef-Bet’ (“las 22 letras hebreas”) fusionándose con el Sol y la Luna

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