EN LOS QUE A MÍ SE ACERCAN

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

Este ‘Limmud’ (estudio) ha sido donado para ‘Beriut’ (salud), ‘Berajá’ (bendición) y ‘Hatzlajá’ (éxito) de la Familia Correa González y Guzmán Bahena de México, Maura López, Aizza González y Sierra Barbosa de USA, Renoj Méndez y Hernández Chávez de Guatemala

 

Para ‘Refuá Shelemá’ (sanación completa) de María Alejandra bat Susana

 

Y para protección física y espiritual de Ramón Marcelo ben María Emilia, Maura bat Rosa, David y Jessica ben ubat Maura, Luz Marina bat María Leticia y Michelle Cynthia bat Teresa Silvia

 

En el Zejut (mérito) de nuestros patriarcas y matriarcas Avraham, Itzjak, Iaäkov, Sará, Rivká, Rajel y Leá 

 

El Talmud en Jaguigá 14b informa que 4 destacados eruditos entraron en el ‘Pardés’ (“Huerto”), es decir, investigaron ‘Sodot’ (secretos), dimensiones místicas del estudio de la Torá, la Kabbalá, que no todos pueden entender. Solo uno de estos 4 ‘Jajamim’ (sabios), Rabbí Äkivá, regresó de esta investigación sin ningún daño.

 

Cuatro personas precedieron a estos 4 eruditos talmúdicos en su deseo de sondear estos misterios. Ellos fueron: Adam, Nóaj, Avraham y los hijos de Aharón (quienes son considerados como uno, como un equipo). Todos entraron en este “Huerto” o “Viña”.

 

Adam exprimió un racimo de uvas y se convirtió en hereje en ese mismo momento, como han dicho nuestros ‘Jajamim’ en Sanhedrín 38b. Nuestros ‘Jajamim’ han expresado esto como que “se convirtió en otra persona”.

 

Nóaj (Noé) plantó una viña (Bereshit/Génesis 9:20) y cuando estaba borracho se lastimó espiritualmente, perdió la cordura.

 

Avraham plantó un huerto y salió ileso. Esta es la dimensión mística de ser la ‘Merkavá’, el portador de la ‘Shejiná’ (Presencia Divina).

 

Los dos hijos de Aharón, Nadav y Avihú, también vislumbraron estos misterios pero murieron en el proceso.

 

El Talmud describe las experiencias de los 4 eruditos como idénticas a las de las 4 personas que habían tratado de sondear estos misterios ante ellos.

 

En cuanto a la muerte de los dos hijos de Aharón, se produjo porque habían penetrado tan profundamente en estos asuntos místicos, es decir, se acercaron tanto a las dimensiones puramente espirituales de Di-s que sus cuerpos no pudieron seguir el ritmo.

 

Es significativo que la Torá hable sobre su acercamiento a Di-s (Vaiikrá/Levítico 16:1). Esto significa que su propia muerte fue su acercamiento a Di-s. Se habían llevado a sí mismos a tal cercanía. Ellos santificaron a Di-s (Kiddush HaShem) con su propia muerte porque habían alcanzado un nivel espiritual excepcionalmente alto.

 

Moshé le explicó esto a su hermano Aharón en Vaiikrá 10:3:

 

“En los que a Mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado”.

 

Di-s mismo testificó de la estatura de estos dos hijos de Aharón y del hecho de que se sintió honrado por su intento de acercarse a Él. Estos dos hijos de Aharón rehabilitaron a su antepasado Adam.

 

Según el Arizal (Rabbí Itzjak Luria), los dos hijos de Aharón eran la reencarnación del nivel ‘Néfesh’ del alma de Adam. Estas reencarnaciones pueden ocurrir en 3 niveles: Néfesh, Rúaj y Neshamá respectivamente.

 

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