LOS CADÁVERES DE LOS MAGOS

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Shemot/Éxodo 8:3:

 

וַיַּעֲשׂוּ כֵן הַחֲרְטֻמִּים בְּלָטֵיהֶם

 

VAIAÄSU-JEN  HAJARTUMMIM  BELATEHEM

 

“Y los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos”.

 

Los líderes de los ‘Ërev Rav’ (“Multitud Mixta”) que hicieron el Becerro de Oro fueron esos “Magos”, Ionós e Imberús, que intentaron controlar los poderes de Moshé (Moisés) en Egipto. Eran los hijos de Biläm, quien fue consejero de Faraón. Cuando se dieron cuenta de que Moshé estaba apoyado por un Di-s poderoso, se convirtieron y aceptaron el ‘Berit Milá’ (la circuncisión) para poder ir con los israelitas.

 

Shemot/Éxodo 14:19:

 

וַיִּסַּע מַלְאַךְ הָאֱלֹהִי"ם הַהֹלֵךְ לִפְנֵי מַחֲנֵה יִשְׂרָאֵל וַיֵּלֶךְ מֵאַחֲרֵיהֶם וַיִּסַּע עַמּוּד הֶעָנָן מִפְּנֵיהֶם וַיַּעֲמֹד מֵאַחֲרֵיהֶם

 

VAISSÁ  MALAJ  HAELO-HIM  HAHOLEJ  LIFNÉ  MAJANÉ  ISRAEL  VAIÉLEJ  MEAJAREHEM  VAISSÁ  ÄMMUD  HEÄNÁN  MIPPENEHEM  VAIAÄMOD   MEAJAREHEM

 

“Y el ángel de Di-s que iba delante del campamento de Israel, se apartó, e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos, se apartó, y se puso a sus espaldas”.

 

Este versículo, que es el primero de los tres que forman los 72 Shemot (Nombres), nos dice que el ángel de Di-s estaba dirigiendo el campamento de los ‘Bené Israel’ (israelitas) y no el de los ‘Ërev Rav’. El Zóhar revela a nosotros que cuando la Torá menciona a los ‘Bené Israel’ (Hijos de Israel) excluye a los ‘Ërev Rav’. Cuando dice el “Pueblo”, entonces se refiere a los ‘Ërev Rav’.

 

Los ‘Ërev Rav’ estaban celosos porque no tenían a Di-s guiándolos y le pidieron a Aarón que les hiciera un dios a quien seguir.

 

Shemot/Éxodo 32:1:

 

וַיַּרְא הָעָם כִּי בֹשֵׁשׁ מֹשֶׁה לָרֶדֶת מִן הָהָר וַיִּקָּהֵל הָעָם עַל אַהֲרֹן וַיֹּאמְרוּ אֵלָיו קוּם עֲשֵׂה לָנוּ אֱלֹהִים אֲשֶׁר יֵלְכוּ לְפָנֵינוּ

 

VAIAR  HAÄM  KI-VOSHESH  MOSHÉ  LARÉDET  MIN-HAHAR  VAIKKAHEL  HAÄM  ÄL-AHARÓN  VAIOMERU  ELAV  KUM  ÄSE-LÁNU  ELOHIM  ASHER  IELJÚ  LEFANÉNU

 

“Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros”.

 

El Zóhar nos enseña que los ‘Ërev Rav’ son el aspecto del ‘Cadáver’ que no debe estar conectado al Árbol de la Vida. Di-s sabía que la semilla de los ‘Ërev Rav’ se convirtieron por razones egoístas y en el momento equivocado para los israelitas, ellos corrompieron su conexión con el Árbol de la Vida, que fue la primera Torá que Moshé recibió y rompió debido al pecado del Becerro de Oro.

 

Moshé aceptó su conversión porque su papel en el ‘Tikkún’ (“corrección”) principal de Adam fue rectificar las semillas perdidas durante los 130 años que estuvo lejos de Javvá (Eva) y tuvo relaciones con Lilit, una entidad negativa de ‘Sitrá Ajará’ (“El Otro Lado”).

 

Moshé pensó que con el poder de la Torá serían corregidos y todos podrían llegar a la Tierra Prometida para una Redención Final.

 

El plan de Di-s era diferente y los ‘Bené Israel’ tuvieron que pasar por un proceso más largo. Ahora, después de haber pasado por un largo sufrimiento y habernos acercado a la Redención Final, debemos tener cuidado de no dejar que el lado negativo o los ‘Ërev Rav’ (aspecto del cadáver) se cuelgue de nosotros y nos tire al suelo. Somos el aspecto del Árbol de la Vida y debemos ser lo más puros posible.

 

La Kabbalá que enseña el sistema espiritual ganó gran popularidad en los últimos años. Vemos a muchas personas que se “cuelgan” del Árbol de la Vida y se conectan con la energía del Zóhar. Muchos de ellos vienen con problemas personales, buscando el cumplimiento de sus deseos egoístas.

 

Los ‘Ërev Rav’ siguieron a Moshé fuera de Egipto y ahora, justo antes de la Redención Final, lo encuentran nuevamente en el Zóhar.

 

Para aferrarnos al Árbol de la Vida, necesitamos conectarnos con nuestra vida, lo que significa una transformación completa de nosotros mismos. De tener un deseo solo para uno mismo a tener solo el deseo de compartir y continuar la Luz. Llegar al Árbol de la Vida con egoísmo es como colgar un cadáver en el Árbol. El resultado es el contrario y tarde o temprano traerá caída y muerte en todos los aspectos de la vida.

 

Debemos mantenernos alejados de los ‘Ërev Rav’ que desean agotar nuestra energía. Son como cadáveres que intentan quitarnos la vida. Aférrate al Zóhar porque es nuestra conexión con el Árbol de la Vida.

 

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