NIVELES DE LUZ

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

Este ‘Limmud’ (estudio) ha sido donado para ‘Beriut’ (salud), ‘Berajá’ (bendición) y ‘Hatzlajá’ (éxito) de la Familia Munguia Mejía de USA y Valdés Larrosa de Francia

 

En el Zejut (mérito) de nuestros patriarcas y matriarcas Avraham, Itzjak, Iaäkov, Sará, Rivká, Rajel y Leá 

 

La “cabeza” de אריך אנפין Arij Anpín tiene 3 niveles de Luz que se conectan a la אור אין סוף ‘Or En Sof’ (Luz Infinita).

 

GULGALTÁ גולגלתא (Cráneo)  

 

KERUMÁ DEAVIRÁ קרומא דאוירא (Membrana de aire)

 

MOJÁ SETIMAÁ מוחא סתימאה (Cerebro oculto)

 

Los dos jefes de Kéter, עתיק ÄTTIK y אריך ARIJ. ÄTTIK fue “copiado” de Adam Kadmón y el ‘En Sof’ (Infinito). Es uno y todo Misericordia. Su siguiente fase es ARIJ donde podemos comenzar a ver la formación de los aspectos masculino y femenino.

 

El proceso en Kéter creó la capacidad de continuar la construcción de los mundos y canalizar la Luz Infinita a los niveles inferiores.

 

El Zóhar nos enseña que a pesar de que Kéter es la Sefirá más alta con las Luces más finas, todavía se considera “oscura” en relación con los niveles por encima de ella y el ‘En Sof’ (Infinito).

 

Las ‘Diez Sefirot’ representan el proceso de evolución desde la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) hasta la materia en el mundo físico. Cada nivel trae el nivel debajo de él creando un recipiente para él.

 

La Sefirá superior “empuja” su Luz hacia abajo para formar una vasija y luego vuelve a subir dejando Luz para todos los niveles por debajo de ella.

 

Kéter tiene la Luz de las ‘Diez Sefirot’ de abajo y no le falta. Jojmá tiene la Luz de nueve Sefirot, ella misma y las ocho debajo de ella. Jojmá no tiene carencia real porque recibe toda la Luz de Kéter, que es solo la raíz de todo.

 

Biná tiene la Luz de las ocho Sefirot a continuación. Biná comienza a experimentar el deseo de difundir la Luz que le fue heredada de Jojmá. El proceso continúa en los niveles inferiores hasta que llegamos a Maljut que se queda sin Luz PERO con el más grande deseo de todos. Maljut tiene el “sabor” de todas las Sefirot de Luz por encima de ella y está en constante hambre.

 

Tener deseos por las cosas materiales es como consumir nuestras propias vasijas y eso las hace frágiles. Cuando usamos la existencia material para expandir nuestro recipiente y deseamos la Luz, crecemos espiritualmente y nuestras almas pueden alcanzar niveles más altos.

 

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