MIRA HACIA EL ESTE

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Bereshit/Génesis 3:22:

 

וַיֹּאמֶר יְהֹוָה אֱלֹהִים הֵן הָאָדָם הָיָה כְּאַחַד מִמֶּנּוּ לָדַעַת טוֹב וָרָע וְעַתָּה פֶּן־יִשְׁלַח יָדוֹ וְלָקַח גַּם מֵעֵץ הַחַיִּים וְאָכַל וָחַי לְעֹלָם

 

VAIÓMER  ADO-NAI  ELO-HIM  HEN  HAADAM  HAIÁ  KEAJAD  MIMMÉNNU  LADÁÄT  TOV  VARÁ  VEÄTTÁ  PEN-ISHLAJ  IADÓ  VELAKAJ  GAM  ME´ETZ  HAJAIM  VEAJAL  VAJAI  LEÖLAM

 

“Y dijo el Señor Di-s: ‘He aquí el hombre es como uno de nosotros sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, para que no meta su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre’”.

 

Mientras Rabbí Shimön bar Iojai y su hijo estudiaban este versículo, ‘Eliáhu HaNaví’ (Elías el profeta) vino a visitarlos y les reveló el secreto.

 

La división entre ה ‘He’ de Biná y ה ‘He’ de Maljut creó una situación en la que el hombre, Adam, podía unir los dos Árboles en uno.

 

“HEN  HAADAM  HAIÁ  KEAJAD  MIMMÉNNU - He aquí el hombre es como uno de nosotros”. El hombre ahora es como ו ‘Vav’, Zéër Anpín, un canal.

 

Si conecta ambos mundos, el lado negativo puede extraer del Árbol de la Vida y mantener su existencia para siempre.

 

El pecado conectó a Adam con el ‘Árbol del conocimiento del bien y del mal’, que es el mundo material, pero todavía tenía la capacidad de acceder al Árbol de la Vida. El riesgo era que, dado que ahora tenía la capacidad de moverse entre mundos, podía conectar el Árbol de la Vida con el Árbol del Conocimiento y alimentar el lado negativo. Di-s tomó una acción preventiva que se revela en el siguiente versículo.

 

Bereshit/Génesis 3:23:

 

וַיְשַׁלְּחֵהוּ יְהֹוָה אֱלֹהִים מִגַּן־עֵדֶן לַעֲבֹד אֶת־הָאֲדָמָה אֲשֶׁר לֻקַּח מִשָּׁם

 

VAISHAL´LEJÉHU  ADO-NAI  ELO-HIM  MIGGAN-ËDEN  LAÄVOD  ET-HAADAMÁ  ASHER  LUKKAJ  MISHSHAM

 

“Y lo sacó el Señor Di-s del huerto de Edén, para que labrase la tierra de donde fue tomado”.

 

Adam fue hecho de materia y colocado en el Jardín del Edén con la posibilidad de elegir entre los dos árboles. Ahora Di-s lo envió a vivir su vida en el mundo material.

 

Bereshit/Génesis 3:24:

 

וַיְגָרֶשׁ אֶת־הָאָדָם וַיַּשְׁכֵּן מִקֶּדֶם לְגַן־עֵדֶן אֶת־הַכְּרֻבִים וְאֵת לַהַט הַחֶרֶב הַמִּתְהַפֶּכֶת לִשְׁמֹר אֶת־דֶּרֶךְ עֵץ הַחַיִּים

 

VAIGÁRESH  ET-HAADAM  VAIASHKÉN  MIKKÉDEM  LEGAN-ËDEN  ET-HAKKERUVIM  VE´ET  LÁHAT  HAJÉREV  HAMMITHAPPÉJET  LISHMOR  ET-DÉREJ  ËTZ  HAJAIM

 

“Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones, para guardar el camino del árbol de la vida”.

 

Para evitar la corrupción de todo el sistema, Di-s hizo una separación entre los dos mundos en la entrada que está en el ‘Este’. Nuestra meditación más elevada siempre debe mirar hacia el ‘Este’, que es donde la Luz de Jésed llega al mundo.

 

(Tikkuné HazZóhar)

 

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