LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

MAGGUEFOT - Plagas

MAGGUEFOT (Plagas)

 

Por morá Batia bat Dora para Kabbalah y Torah en Expansión

 

Una plaga se puede interpretar como un evento que afecta de manera global a toda la humanidad, como en el caso de una pandemia. Las personas podemos salir de esta plaga creciendo como seres humanos o involucionando. ¿Qué significa esto? Nos podemos convertir en personas más empáticas, cariñosas, amorosas, dadoras, espirituales, respetuosas con el medio ambiente, proactivas, generosas, personas que fomentan la unión. O bien, convertirnos en personas agresivas, egoístas, cargadas de odio, juicio y agresividad, cerrando los ojos al mundo y a la vida, personas que fomentan la desunión.

 

En la naturaleza todo funciona como un sistema unido, un sistema formado por ecosistemas que dependen unos de otros con una perfección precisa. Si en la naturaleza no se trabaja en unidad, si se produce una ruptura en el ciclo regenerativo, los cambios suelen ser dramáticos a nivel global. En esto tenemos experiencia la humanidad, tanto en nuestra ruptura espiritual como en el plano físico, cargado de dolor, sufrimiento y guerras.

 

Ha llegado un punto, en el que la misma desunión de las personas, está afectando cada vez más al planeta y a todos los seres vivos que lo habitamos. Estamos destruyendo nuestra propia casa, el lugar donde respiramos y nos proporciona el alimento. Al no estar unidos, no tenemos un comportamiento cuidadoso y homogéneo con nuestro entorno. Y nuestro entorno nos llama la atención cada vez más fuerte para que cambiemos, para que tengamos el mérito de cambiar con la fuerza de la Luz.

 

En la Torá se producen 10 plagas, 10 oportunidades de transformación. ¿Pero para quién? Se puede interpretar como que El Creador las provoca para cambiar a unos personajes ajenos a nosotros, a los egipcios, al faraón como si de un castigo se tratase. O mirarlo con otra perspectiva, con una conciencia de unidad, sin juicio hacia nadie. Mirando en nuestro interior, examinado qué tenemos que cambiar para ser nuestra mejor versión con todo el mundo y con la naturaleza, como Moshé Rabbénu. 

 

Adjunto meditación para conseguir la ayuda de la Luz del Creador para erradicar las placas.

 

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