LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

CONEXIÓN CUERPO Y ALMA

CONEXIÓN CUERPO Y ALMA

 

Extracto de la clase grupal del domingo 6 de diciembre 2020

 

Por morá BATIA Terapia Kabalista para Kabbalah y Torah en Expansión.

 

Cuando el cuerpo está desconectado del Alma la persona es esclava del proceso de Tikkún (Corrección) que nosotros mismos hemos generado en esta o en anteriores vidas. Este proceso suele estar cargado de dolor y sufrimiento cuanto mayor es la desconexión cuerpo /Alma.

 

Cuanto más cercanos estamos a nuestra Alma, más podemos controlar el nivel físico, este es el estado ideal, el cuerpo, que es un vehículo temporal, al servicio del Alma que es inmortal. Es un estado en el que todo fluye en equilibrio y armonía en la vida, este nivel espiritual se denomina Neshamá.

 

Todo es consecuencia de un sistema que creamos nosotros mismos. Di-s no premia o castiga, La Luz está emanando constantemente Bendiciones, es nuestra vasija, nuestra capacidad de recepción de la Luz, la que no está preparada para recibirla en su totalidad y plenitud. El Creador es dador, solo quiere nuestro bien, colmarnos de Bendiciones.

 

Para que la vasija (Capacidad de asimilar la Luz por parte de la persona) pueda ser receptor, tiene que ensancharse, agrandarse con nuestro trabajo proactivo con la Luz. Este trabajo proactivo conlleva restricción de nuestro ego (El ego puede tener diferentes formas de manifestación). Al restringir el ego, el placer inmediato, el egoísmo, estamos creando un espacio para la Luz del Creador, que se va a manifestar en la vida en forma de Bendiciones. Cuanto más trabajo espiritual realizamos con la transformación interna, más nos acercamos a nuestra Alma, cuanto más nos acercamos más Luz recibimos.

 

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