KAPPARÁ (“Expiación”)
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KAPPARÁ (“Expiación”)
Por Kabbalah y Torah en Expansión
Al primer rayo de Luz de la mañana
del día que precede a Iom Kippur, los Kabbalistas realizan lo que es conocido
como ‘Kapparot’, el sacrificio de un gallo o gallina a fin de expiar los ‘Dinim’
(Juicios). El Rav Berg explica que al entender el secreto de las Kapparot, podemos
entender el secreto de Iom Kippur.
Con el transcurso de los años, la
gente parece haber olvidado la razón principal de las Kapparot y ha dejado
totalmente de realizarlo o lo hace cuando le conviene. Pero Rabbí Jaim Vital
dijo muy claro acerca de su maestro, Rabbí Itzjak Luria (el Arizal), que él era
muy cuidadoso en realizar este ritual en su debido momento porque, a medida que
nos acercamos a Iom Kippur, lo necesitamos. Si entramos en el campo de energía
de Iom Kippur sin endulzar los Juicios, podríamos estar sin la vasija apropiada
para Iom Kippur. No es que el Creador estará molesto y no nos perdonará; es
que, si no hay vasija, no hay Luz.
El Arizal dice que, durante el año,
necesitamos pasar por Zéër Anpín para conectar con Biná (la cual es un
mecanismo de protección) para evitar que las ‘Kelippot’ lleguen a Biná. No
obstante, este proceso indirecto no ocurre en Iom Kippur porque la Luz que se
revela en este día es tan grande que las ‘Kelippot’ no pueden acercarse a Biná.
Si necesitamos hacer el ayuno y seguir el resto de las restricciones; aunque no
porque sea el mandato de Di-s, sino porque es una metodología para conectar con
esta Luz de Biná, la cual ha estado presente desde la Creación para ayudamos a
expiar y limpiar nuestra negatividad.
Es importante entender que es la Luz
de Biná [no Di-s] la que limpia nuestra negatividad. Desde el punto de vista de
Di-s, ya todos estamos limpios; no necesitamos pedirle a Él que nos limpie.
Todo lo que nos falta es la vasija para recibir la limpieza de la Luz de Biná.
En el Zóhar, porción Beshal´laj, Rabbí Shimön bar Iojai explica que donde la
Torá dice: “¿Por qué clamas a Mi? Di a los hijos de Israel que continúen el
viaje” (Shemot/Éxodo 14:15), el Creador en realidad está diciendo a los
israelitas: “No me llamen a Mi. Han tenido todas las herramientas desde la
Creación. Actúen”. Lo mismo ocurre con las acciones que realizamos con nuestras
oraciones y restricciones en Iom Kippur y con las Kapparot. Orar, ayunar o
cualquier otra acción que ejercemos en Iom Kippur es sólo para preparar nuestra
vasija para nuestra conexión con la Luz de Biná.
De acuerdo con el Arizal, el
precepto de Kapparot debe realizarse antes del amanecer del noveno día de
Tishré, dado que esta acción endulza los Juicios del aspecto de Iesod. El Rav
Berg pregunta: “Si la razón de ‘Kapparot’ es endulzar los Juicios, ¿por qué es
únicamente del aspecto de Iesod? ¿Qué hay de Hod y el resto de las Sefirot?”.
El Arizal explica que desde el momento de la Creación ha habido un poder de Iesod
en el cosmos. Sin embargo, sólo antes del alba del noveno día de Tishré este
poder convence y endulza los Juicios, y nuestra acción del sacrificio del ave
de corral (gallo o gallina) es lo que lo activa. Realizar Kapparot en cualquier
otro día del año no proporcionaría ninguna limpieza o expiación.
Para cumplir con el precepto de Kapparot,
tomamos el ave, la sostenemos encima de nuestra cabeza y la giramos en
dirección de las manecillas del reloj mientras recitamos la bendición indicada.
Esta acción y bendición transfieren al gallo o la gallina la energía de Juicio
(Guevurá) de todas las acciones negativas que realizamos durante el año
anterior. Para esta ave, esto es considerado como una acción “sagrada” que
eleva la chispa de Luz en el ave a su siguiente nivel. Después de que se
termina el ritual, el ave es sacrificada y puede consumirse o darse en caridad
como alimento para los pobres.
Rabbí Jaim Vital dice: “Mi maestro
(el Arí) solía sacrificar un gallo blanco en la víspera de Iom Kippur, después
de decir la oración de Selijot y antes del amanecer (cada miembro del hogar
debe hacer Kapparot: un gallo por cada hombre y una gallina por cada mujer. Una
mujer embarazada debe tener tres aves; una gallina por ella, y un gallo y una
gallina por el embrión).
Y la razón para ello es el secreto del control de las Guevurot, dado que un gallo es llamado ‘Guéver’ en hebreo y éste es el secreto de los ‘Guevurot de Iesod’ que son aserradas hoy (el noveno día de Tishré) y entregadas a la Nukvá. Y, por lo tanto, sacrificamos el ave para endulzar las ‘Guevurot de Iesod’ que están en la Nukvá y doblegarlas. En Iom Kippur tenemos el ‘Chivo expiatorio’, el cual es el secreto de las ‘Guevurot de Maljut’, Juicio Severo, y para poder suavizar su Juicio tenemos el poder de Biná que es revelado en este día. Por lo tanto, el papel del ave de las Kapparot que sacrificamos en el noveno día es similar al del ‘Chivo expiatorio’. El chivo expiatorio es endulzado por la energía de Iom Kippur (Biná-Immá), pero el ave es sacrificada antes del amanecer a fin de conectar con la energía de Misericordia que es revelada al alba y puede endulzarla.
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