ESTA ES LA PUERTA DEL SEÑOR; LOS JUSTOS ENTRARÁN POR ELLA
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ESTA ES LA PUERTA DEL SEÑOR; LOS JUSTOS ENTRARÁN POR ELLA
Por Kabbalah y Torah en Expansión
El ‘Séfer HazZóhar’ nos dice que
fijar una MEZUZÁ en la puerta asegura que Di-s guardará a los habitantes cuando
entren y cuando salgan. Otra razón para la MEZUZÁ es que esta recuerda al
pueblo de Di-s para que ellos se acuerden de hacer Su voluntad. Oímos que el
demonio maligno que se para cerca de la puerta es distraído para que no pueda
hacer ningún daño.
Es una ‘Mitzvá’ (“mandamiento”) que
el hombre debe fijar una MEZUZÁ en su puerta, para que cada uno sea guardado
por ‘HakKadosh Baruj Hu’ (El Santo Bendito Sea Él), al salir de la casa y al
entrar a la casa. Este es el secreto de: “ADO-NAI ISHMOR-TZETEJÁ UVOÉJA
MEÄTTÁ VEÄD-ÖLAM - El Señor
guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre” (Tehil´lim 121:8).
Porque el secreto de la MEZUZÁ siempre descansa en la puerta, que es la entrada
a lo superior, que es Maljut, la entrada a Zeër Anpín, de acuerdo con el
secreto de: “ZE-HASHSHÁÄR LAADO-NAI - Esta
es la puerta del Señor...” (Tehil´lim 118:20). Este grado es llamado guardián,
así que uno es guardado.
Porque el hombre no es guardado
excepto por el Santo, Bendito Sea Él, quien constantemente vigila y está
presente en la puerta de la casa, mientras uno está dentro de la casa. Otra razón
para la MEZUZÁ es que uno nunca debe olvidar el recuerdo del Santo, Bendito Sea
Él. Esta razón es como la del ‘Tzitzit’, como está dicho: “...que puedas verlo
y recordar...” (Bamidbar 15:39). Cuando uno ve ese recordatorio, se le recuerda
cumplir la orden de su Señor. El secreto de la Fe es que la MEZUZÁ incluye a un
masculino y un femenino juntos.
En el libro del Rey Salomón está
escrito: Cerca de la entrada, contra los dos niveles, viene un cierto demonio
que tiene permiso para dañar. Se para en el lado izquierdo de la puerta. El
hombre levanta sus ojos, ve el secreto del Nombre de su Señor en la MEZUZÁ en
el lado derecho de la puerta y lo recuerda, y el demonio no puede dañar.
Ustedes pueden decir que así es; esto es verdad cuando uno entra en la casa. Pero
al salir de la puerta de la casa afuera, el demonio a la izquierda de la puerta
está en el lado derecho del hombre y la MEZUZÁ a su izquierda. ¿Cómo es guardado
el hombre, entonces, si la MEZUZÁ está a su izquierda?
Y él responde: Todo lo que el Santo,
Bendito Sea Él, hace, sigue a su propia clase. Hay dos grados para el hombre,
uno a su derecha y uno a su izquierda. El de la derecha es llamado ‘Ietzer
HaTov’ (la Inclinación al Bien) y el que está a la izquierda es llamado ‘Ietzer
HaRá’ (la Inclinación al mal). Cuando uno sale de la puerta de su casa, ese
demonio levanta sus ojos y ve la ‘Inclinación al mal’ morando en el lado
izquierdo. Es atraído a ese lado donde habita la ‘Inclinación al mal’, a saber:
la Izquierda, y es quitado de la Derecha. Entonces en el lado izquierdo reposa
el Nombre de su Señor, a saber: La MEZUZÁ, y no puede aproximarse a él para
hacerle daño, y ese hombre sale y es preservado de este. Al entrar en la casa el
Santo Nombre en la MEZUZÁ está a la derecha, y así la Derecha vence a la Izquierda,
y esta no puede acusarlo.
Uno debe, por lo tanto, tener
cuidado de no ensuciar la entrada de su casa con mugre y basura, o derramar
agua sucia por dos razones: una de ellas es no profanar el Nombre de su Señor en
la MEZUZÁ y la otra es que entonces ese malvado, a saber: el demonio, tiene
permiso para causar daño. Por esa razón el hombre debe tener cuidado acerca de
esto y procurar no alejar el Nombre su Señor de la puerta de su casa.
Cuando el hombre fija una MEZUZÁ en
su puerta, cuando entra en su casa, el ‘Ietzer HaRá’ (la Inclinación al mal) y
el ‘Shed’ (demonio) lo cuidan a pesar de ellos mismos y dicen: “ZE-HASHSHÁÄR LAADO-NAI
TZADDIKIM IAVÓU VO - Esta es la puerta del Señor; los justos
entrarán por ella” (Tehil´lim 118:20). Cuando no hay MEZUZÁ en la puerta de una
persona, la ‘Inclinación al mal’ y el demonio se fortalecen y vienen juntos y
colocan sus manos en su cabeza cuando él entra y empiezan a decir: ¡Ay de
fulano que se salió del dominio de su Señor! ¡De ese momento en adelante, él no
está protegido y no hay nadie para protegerlo! ¡Que el Misericordioso nos salve!
(Zóhar Vaetjannán)
Foto: MEZUZÁ KABALISTA disponible en mekubal.com
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