LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

KAMEA CICLO ASTRAL KABALISTA

EL CICLO ASTRAL KABALISTA

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión 

 

Según el Talmud no hay influencia astral para aquellos que trabajan por lograr su Conexión con la Luz Infinita del Creador. Para elevarnos por encima de nuestro destino y de la influencia astral debemos conocer las tendencias que tenemos.

 

En Kabbaláh la Astrología no es un medio de adivinación o lectura del futuro, sino una herramienta practica para el auto-conocimiento, la transformación, elevación y liberación.

 

La Astrología común es determinista (Predicciones inflexibles: “El Cosmos manda y el Hombre obedece”). La Astrología Kabbalística es evolucionista: “Las Estrellas inclinan, pero no obligan” (La transformación de tu consciencia puede elevarte sobre los aspectos desfavorables de tu destino).

 

La Astrología común solo diagnostica (Te va a pasar esto), la Astrología Kabbalística da consejos, remedios, soluciones, herramientas para modificar tu karma negativo. La Astrología común se basa en: Conócete a ti mismo. La Astrología Kabbalística va más allá y dice: Transfórmate a ti mismo.

 

La Astrología común te dice que el Zodiaco es la Causa y que tú eres el Efecto (Títere). La Astrología Kabbalística afirma lo contrario y te enseña a pasar de Efecto a Causa de tu destino (Titiritero).

 

La Astrología común te dice porque algo no se puede según tu Carta Astral. La Astrología Kabbalística te enseña el camino para liberarte y lograr lo que quieres.

 

La Astrología común trata de tu cuerpo y es materialista. La Astrología Kabbalística trata de tu alma y es espiritual.

 

La Astrología común dice que el momento en que naciste marca y determina tu destino y que no puede cambiarse. La Astrología Kabbalística dice que tu alma eligió para nacer el momento cósmico más acorde a la tarea y misión que ella misma programó para esta vida y que en un momento dado puede modificar y trascender. 

 

El objetivo de la ASTROLOGIA KABBALÍSTICA es elevarte por encima de las influencias del cosmos y tomar el control consciente de nuestras vidas. Mientras más ego e ignorancia tengas más determinado e influenciado estarás por el zodiaco y las circunstancias externas. Cuanto más conectes la Luz de tu alma con la Luz Infinita del Creador, más libre del zodiaco y de tu ego serás. La astrología kabbalística se remonta a un sistema de más de 5.000 años. Es un mapa de nuestra transformación personal y tiene el poder de iluminar nuestras fortalezas y debilidades, nos ayuda a tratar con las personas que nos rodean y a profundizar nuestra conexión con nosotros mismos y los demás. Practicada como los kabbalistas enseñan el estudio de los planetas y las estrellas es realmente una ciencia a través de la cual podemos entender y satisfacer nuestras necesidades más profundas. 

 

ELEVARNOS POR ENCIMA DE LAS ESTRELLAS

 

¿Cuál es la diferencia entre la astrología común y la astrología kabbalística? Para empezar, es importante saber que nosotros sabemos que el primer astrólogo fue el patriarca Avraham. Su conocimiento acerca de las estrellas y sus influencias fue plasmado por primera vez en Séfer Ietzirá (El libro de la Formación) y dicha información continúa siendo la base fundamental para la astrología como muchos de nosotros la conocemos en la actualidad. Sin embargo, Avraham, como todos los antiguos kabbalístas, sabía algo muy profundo. Él sabía que había una conexión entre el propósito de la astrología y el propósito de nuestra vida. En Kabbaláh aprendemos que la plenitud es el resultado de crear un balance y tener armonía en nuestra vida. La realización no se alcanza a través del uso de fuentes externas, sino a través de un proceso de crecimiento personal interno. Después de todo, puedes tener todo el dinero, los autos, las casas, el sexo, las drogas y el alcohol del mundo y aun así no sentirte pleno (¡De hecho, en muchas ocasiones mientras más obtenemos, más problemas, más estrés o más oscuridad experimentamos!). El balance y la armonía son cualidades internas que deben ser despertadas. Ambas son el resultado de descubrir conscientemente la mayor cantidad de aspectos negativos y egoístas de nuestra naturaleza y asumir el compromiso de transformarnos para bien. Mientras más cambiamos nuestra negatividad interna por positividad, nos volveremos más plenos en el proceso.

 

LAS 12 ETAPAS DE LA VIDA

 

Las constelaciones (mazzalot) son vasijas en manos del Creador. Por sí mismas carecen de significado; su tarea es simplemente servir como guía. Tal como está citado en el Midrash Tanjumá (Haazínu 1), las constelaciones reflejan las variadas situaciones y fluctuaciones de la vida de los individuos, ascensos y caídas desde el momento del nacimiento hasta el final. Cuando un niño nace todo es aún limpio y puro, pero a medida que crece el test de la vida no esquiva a nadie. La pregunta es siempre: ¿Qué camino elegir?  La rueda de las constelaciones representa las variadas posibilidades de fracaso o éxito. Uno puede fracasar pero al fracaso le sigue la corrección (tikkún) y la continuación de un proceso.

 

En las palabras del Midrash: ‘Galgal HamMazzalot’ (El ciclo de los signos astrológicos) es como el ciclo de la vida del hombre. Al principio, cuando nace, el hombre es suave y delicado como el cordero (Talé/Aries). Al crecer se vuelve poderoso como un buey (Shor/Tauro). Luego se asemeja a los gemelos, viéndose a sí mismo como completo y perfecto (Teomim/Géminis), es ahí cuando su ‘Ietzer Hará’ (inclinación al mal) se manifiesta. Al principio es tan pequeño como un cangrejo (Sartan/Cáncer), pero al dejarlo crecer, se vuelve tan fuerte como un león (Arié/Leo). Si el hombre peca, su ‘Ietzer Hará’ le pone una máscara de inocencia, haciéndolo parecer tan puro como una doncella (Betulá/Virgo). Y si sigue transgrediendo, es colocado en una balanza (Mozenaim/Libra), y su suerte es así medida. Si persiste en su rebelión, cae en las profundidades, como en un hoyo donde se encuentra el escorpión (Akrav/Escorpio). Sin embargo si cambia de parecer, se arrepiente y regresa a Di-s, asciende del hoyo como una flecha, como la flecha que se dispara del arco (Késhet/Sagitario). Es ahí cuando se transforma y regresa a su previo estado de inocencia, volviéndose como un niño (Gedi/Capricornio) - purificado por las aguas del que contiene las aguas (Deli/Acuario). Finalmente su vida se convierte en un ciclo completo cuando como el pez (Daguim/Piscis), se entrega al disfrute de las aguas de la eternidad, con su alma en pleno reposo en el mundo de allá arriba de dónde provino. 

 

ASTROLOGÍA JUDÍA

 

Los hijos de Iaäkov, que se convirtieron en las 12 Tribus de Israel, son en realidad 12 diferentes “raíces” de almas de las cuales descienden las almas judías. Estas raíces corresponden a los 12 signos del zodíaco, a los 12 meses del año y a 12 letras “simples” del alefato hebreo.

 

En realidad, tenemos la posibilidad de refinarnos en cualquier momento, pero la Kabbaláh delinea momentos especiales que son más auspiciosos para trabajar con ciertos atributos. Por ejemplo, las festividades judías no sólo conmemoran hechos históricos sino son el resultado de fuerzas celestiales y energías. En el mes de Nisán, cuando celebramos Pésaj, el atributo del habla está a su máxima potencia- dándonos la fuerza adicional para refinar nuestro atributo de la comunicación.

 

De acuerdo al mes en el cual has nacido, indica la fuerza oculta que puedes desarrollar o una debilidad que puedes superar; de todas formas no estás encerrado dentro de la “personalidad” de tu mes. Cada uno de nosotros está infundido con estas fortalezas y debilidades. Podemos depurarlas, una a una, a lo largo del CICLO DEL AÑO HEBREO, mientras pugnamos por una vida donde lo físico, lo mental y lo emocional están integrados a lo espiritual.

 

La PLACA KAMEA CICLO ASTRAL KABALISTA que presentamos recopila por primera vez de forma práctica todas las enseñanzas de la Torá, el Talmud y el Zóhar con respecto a la Astrología. Contiene una valiosísima información para tu proceso de elevación y evolución.

 

La KAMEA ASTRO-KABBALÁ está grabada y estructurada con:

 

Los 12 MAZZALOT (“signos zodiacales”).

 

Los 72 NOMBRES DE DI-S en grupos de 6 para la meditación y conexión de cada mes.

 

Los 12 MESES del calendario hebreo.

 

El nombre de cada una de las 12 TRIBUS de Israel.

 

Las 12 PERMUTACIONES del Nombre יהו"ה  

 

Las DOS LETRAS “simples y dobles” asociadas a cada mes. 

 

Y los 7 PLANETAS básicos según el Séfer Ietzirá.

 

FOTO: Kamea Ciclo Astral Kabalista disponible en mekubal.com



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