EL PODER DE LA TZEDAKÁ
Por Kabbalah y Torah en Expansión
Toda persona está obligada a dar
Tzedaká según sus posibilidades, incluso un hombre pobre que deriva su
subsistencia de la Tzedaká.
Incluso si él solo puede dar una
pequeña cantidad, no debiera retenerse, porque la pequeña cantidad que da es
equivalente a una gran cantidad dada por un rico. En esta manera, se afirma
[Menajót 110a]: «Cuando la Torá
[Vaiikrá/Levítico 1:9] describe una ofrenda de una bestia emplea la expresión
“una ofrenda de olor grato”; cuando describe la ofrenda de aves, dice
igualmente [Ibíd. 1:17]: “ofrenda de olor grato”; cuando describe la “ofrenda
de flor de harina con aceite” [Ibíd. 2:7], también afirma [Ibíd. 2:9]: “ofrenda
de olor grato”». Esto enseña que no hay diferencia entre el dar mucho o poco,
mientras uno dirija su corazón a su Padre en el Cielo.
“La Tzedaká y los actos de Jésed
(bondad) son iguales en importancia a todo el resto de las Mitzvot (Mandamientos)
de la Torá.”
(Talmud Ierushalmi Peá 1:1)
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