LAS 42 PARADAS - PROTECCIÓN DE
INCIDENTES NEGATIVOS, ENFERMEDADES Y PLAGAS
Por Kabbalah y Torah
אֵלֶּה מַסְעֵי בְנֵי־יִשְׂרָאֵל
אֲשֶׁר יָצְאוּ מֵאֶרֶץ מִצְרַיִם לְצִבְאֹתָם בְּיַד־מֹשֶׁה וְאַהֲרֹן
ÉL´LE MASË
VENÉ-ISRAÉL ASHÉR IATZEÚ
ME´ÉRETZ MITZRÁIM LETZIVOTÁM
BEIAD-MOSHÉ VEAHARÓN
Estas son las jornadas de los hijos
de Israel, que salieron de Egipto por sus huestes, por mano de Moisés y Aarón.
וַיִּכְתֹּב מֹשֶׁה אֶת־מוֹצָאֵיהֶם
לְמַסְעֵיהֶם עַל־פִּי יְהֹוָה וְאֵלֶּה מַסְעֵיהֶם לְמוֹצָאֵיהֶם
VAIJTÓV MOSHÉ
ET-MOTZAEHÉM LEMASËHÉM ÄL-PÍ
ADO-NÁI VE´ÉL´LE MASËHÉM
LEMOTZAEHÉM
Y escribió Moisés las partidas de
ellos conforme a sus jornadas, por orden del Señor. Y éstas son sus jornadas
conforme a sus partidas:
וַיִּסְעוּ מֵרַעְמְסֵס בַּחֹדֶשׁ
הָרִאשׁוֹן בַּחֲמִשָּׁה עָשָׂר יוֹם לַחֹדֶשׁ הָרִאשׁוֹן מִמָּחֳרַת הַפֶּסַח יָצְאוּ
בְנֵי־יִשְׂרָאֵל בְּיָד רָמָה לְעֵינֵי כָּל־מִצְרָיִם
VAISÜ MERAÄMSÉS
BAJÓDESH HARISHÓN BAJAMISHSHÁ
ÄSÁR IÓM LAJÓDESH
HARISHÓN MIMMAJORÁT HAPPÉSAJ
IATZEÚ VENÉ-ISRAÉL BEIÁD RAMÁ
LE´ËNÉ KOL-MITZRÁIM
Y partieron de Ramsés a los quince
días del primer mes (Nisán); al otro día de Pésaj (la pascua) salieron los hijos de Israel
apresuradamente, a los ojos de todos los egipcios.
(Bamidbár/Números 33:1-3)
Los israelitas iniciaron su viaje
por el desierto hacia la Tierra Prometida de Israel el 15 de Nisán y lo
terminaron, 40 años más tarde, el 14 de Nisán. Los cabalistas dicen que leer y
estudiar las 42 etapas de los israelitas nos conecta con el Nombre de Di-s de
42 Letras (Anná BeJóaj) y nos puede ayudar a estar protegidos de incidentes
negativos, enfermedades y, especialmente, de plagas.
Pésaj celebra la liberación de
Israel de Egipto – dejaron su antigua vida de esclavitud y fueron adelante
hacia la tierra prometida, y a una nueva vida. El propósito no era solo salir,
sino también llegar a su destino. Sin embargo, se retrasaron 40 años en el desierto.
Pero finalmente, Israel cruzó el río Jordán hacia la tierra prometida.
El Rambám (Maimónides), da una
explicación geográfica a las 42 paradas enumeradas en la Torá. Dice que “a
medida que los Israelitas deambulaban por el desierto, presenciaron todo tipo
de milagros, recibieron agua, alimento, todo lo que necesitaron. Aquellos que
vieron los milagros, sabían que eran verdad. Pero debido a la naturaleza
racional del ser humano, las generaciones futuras que han escuchado de todos
estos milagros, son escépticos a creer. Prefieren buscar una explicación
científica para los milagros. Por ejemplo, dicen que: los israelitas pararon en
lugares donde había campos con fuentes de agua y donde el alimento se obtenía
fácilmente. Sabiendo esto, el autor de la Torá, se aseguró de enumerar los
lugares específicos donde los Israelitas pararon, de manera que las
generaciones futuras pudieran ir a dichos lugares y ver la infertilidad y
aridez del terreno, y ver que solo se podía haber sobrevivido allí con la ayuda
de los milagros de HaShém”.
Baäl HatTurim (Iaäkóv ben Ashér,
1.270 - 1.343 e.c.) dijo que los nombres de los lugares no hablan de lugares
literales, sino de significado histórico de eventos sucedidos durante su
peregrinaje. Él dice, que la mayoría de las veces, los nombres no son lugares.
Que son en realidad vocablos hebreos que nombran eventos que pasaron en cada
parada. Por ejemplo: al salir de Egipto los Israelitas fueron de Raämsés a
Sukkót. En Sukkót, que significa – refugio / cobertizo / amparo, ellos empezaron
a viajar bajo el refugio, amparo de la columna de nube o sea de la presencia y
protección divina.
Otros dicen que los 42 lugares
representan viajes espirituales que deben vivir todos los hijos de Elo-hím,
todos aquellos que van camino a la tierra prometida. Por ejemplo: la guematria
de la palabra Raämsés es 430, que es equivalente a “Néfesh”, que significa,
“alma”. La guematria de la palabra Sukkót es 480 que equivale a “Ishmaní”, que
significa, “me escuchará”. La guematria de la palabra Etám es 441 que equivale
a “Vehiití”, que significa “yo estaré”. Así que, traduciendo a través de la
guematria, el viaje de Raämsés a Sukkót y a Etám, se forma la frase espiritual:
“Tu alma me escuchará, y yo estaré”. Y así sucesivamente a través de todo el
peregrinaje.
El rabino David Volfe Blank dice que
el propósito de enumerar las 42 paradas, fue para hacer consciente al pueblo de
su desarrollo completo – moral – espiritual – histórico. Él dice que luego, en
la distribución de la tierra, le fueron dadas a los levitas 42 ciudades para
vivir. Según el rabino, si alguien se apartaba de la Torá y necesitaba
orientación o enseñanza en alguna de las 42 etapas de desarrollo, él o ella
podían visitar una de las 42 ciudades para recibir el entrenamiento específico
asociado con esa etapa.
No sé cuál de todas estas
explicaciones de las 42 paradas es la más fundamental, si la que habla de la
evidencia de la misericordia divina, o la que testifica de los milagros
llevados a cabo por HaShém en un lugar específico, o la que describe las etapas
espirituales de la persona. Lo que sí sé, es que el viaje de nuestra vida es
solo enriquecido cuando lo hacemos guiados, acompañados y nutridos por HaShém.
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