LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

PLACA KABALISTA 72 SHEMOT / NOMBRES DE DIOS

72 SHEMOT - LOS 72 NOMBRES “Todo está incluido en este Nombre sagrado y oculto”

(Séfer HazZóhar, Beshal´láj)

Por Kabbalah y Torah 

La tradición mística judía y la Kabbaláh más antiguas o actual hacen referencia frecuentemente y conceden una importancia muy particular a los 72 SHEMOT. Tanto si se trata de Kabbaláh práctica o meditativa es bastante raro encontrar un texto que no haga alusión.

Kabbaláh Maäsít (la cábala práctica) concede a los 72 SHEMOT un poder único utilizable en ‘Kameót’ (“grabados en placas”) durante las meditaciones e invocaciones.

Kabbaláh Nevuaít (la cábala mística o contemplativa) considera que estos 72 NOMBRES son la condición esencial para la obtención del ‘Rúaj HanNevuá (“el espíritu profético”). 

Este NOMBRE (o estos Nombres) es conocido desde los tiempos más antiguos y ampliamente desarrollado en los textos fundamentales de la Kabbaláh. A partir del siglo 11 de la era común se volvió popular por los comentarios de Rashi.

Los 72 NOMBRES salen de tres versículos del Libro de Shemót/Éxodo 14:19-21.

Cada uno de estos tres versículos contiene 72 LETRAS. Sus combinaciones contienen el secreto del poder por el cual Moshé/Moisés pudo abrir el mar y vencer a Mitzráim (Egipto) revelando el punto de equilibrio entre todas las oposiciones.

Para obtener los 72 NOMBRES es necesario observar el movimiento descrito por el primer versículo, que habla del ‘Maláj HaElo-hím’ (el ángel de Di-s) que va de delante hacia detrás, y de la nube que viene por delante y por detrás.

El nivel de utilización de los 72 SHEMÓT varía en función de la ‘Kavvaná’ (“intención”) de los kabbalístas. Para algunos, la repetición en bucle de los Nombres provoca la apertura de los cielos y el acceso al mundo venidero. La forma de pronunciarlos cambia también según los kabbalístas, uno de los métodos más interesantes lo enseña Avrahám Abbuláäfia (1240-1300 e.c) en su tratado Jaié HaÖlám HabBá (“La vida del Mundo Venidero”).

Como es sabido, las 4 letras del Nombre יהו"ה simbolizan los 4 mundos espirituales: Atzilút (Emanación), Beriá (Creación), Ietzirá (Formación) y Äsiá (Acción) en los que vibran las 10 Sefirót. Los 72 NOMBRES representan el flujo de energía que atraviesa todos los grados de la creación expresándose a través de las 22 letras y las 50 Puertas de Biná (22 + 50 = 72).

Los 72 SHEMOT representan el tiempo y los ciclos que estructuran el espacio. El espacio está simbolizado por el manto del ‘Kohén Gadól’ (Sumo Sacerdote) y por la cortina del Templo. El Talmúd destaca que estos dos espacios contienen también simbólicamente el número 72.

En el Libro del Rey Salomón, he encontrado que el Nombre grabado en 72 NOMBRES fue transcrito nuevamente por Elishá (Eliseo) sobre Jabakkúk, porque las letras del alefato que su padre le había dibujado, volaron cuando él murió. Pero cuando Elishá le abrazó, reinscribió en él los 72 NOMBRES, en número de 216. Todos fueron pues grabados por el soplo de Elishá sobre el niño con el fin de resucitarle, le llamó Jabakkúk, nombre que tiene dos significados, uno que alude a los dos abrazos, como ya ha sido explicado, y el otro a su valor numérico, secreto de las 216 letras del santo Nombre (Zóhar 1:7b).

El número de letras en los 72 NOMBRES suma 216. Cada Nombre tiene 3 letras; 3 veces 72 es igual 216. Este Nombre de los 72 NOMBRES es el secreto y el misterio más sublime; Es la esencia de la Torá. Y está incluido en las 22 letras y los diez “Enunciados”, su valor numérico es 32, que también es el secreto de los 32 Senderos de Sabiduría. Por lo tanto, este Nombre se compone de 216 letras y 32 senderos, que suman 248 juntas. Y estas son las 248 partes del cuerpo humano. (Zóhar, Vaierá)

Cuando Adám estaba en el jardín del Edén, el Santo, Bendito Sea, le hizo descender un libro por mediación de Raziel, el ángel que se encarga de los misterios sagrados. En este libro están inscritos los signos supremos, la santa sabiduría y los 72 SHEMOT (72 tipos de sabiduría) que están expuestos con el fin de explicar la formación de los seiscientos setenta signos de los misterios celestes (Séfer HazZóhar 1:55b).

En este momento, Rabbí Iosé se apartó y entró en la caverna, al final de la cual encontró un libro escondido en una fisura de la roca. Volvió a salir con él y vio en el interior las 72 FORMAS de las letras que habían sido dadas a Adám HaRishón, el primer hombre. Gracias a ellas conoció toda la Sabiduría de los Santos celestes, dispuestos detrás de la “rueda” que enrolla hacia atrás el velo entre las luces etéreas celestes, así como todos los acontecimientos que se debieran producir en el mundo, hasta el día en el que la gran nube surgirá al Oeste para oscurecer el mundo (Séfer HazZóhar 1:118).

Los 72 SHEMOT están igualmente asociados a Avrahám, patriarca relacionado con la Sefirá de la bondad, Jésed. El valor numérico de esta sefirá es 72: חסד Jésed (8 + 60 + 4 = 72).

Todos los juicios que conciernen al mundo, todos los decretos de las decisiones, son contabilizados en cierto Palacio, en el que 72 MIEMBROS del Sanedrín deliberan sobre ellos. El Palacio se llama: “el Palacio de la absolución”, pues aquí los jueces buscan lo que podrá hablar a favor del acusado (Zóhar 2:6a).

Cuando el Faraón estaba a punto de empezar la batalla contra Israel, el Santo, Bendito Sea, no deseó que aquellos hiciesen algún movimiento abajo, pues los patriarcas habían intercedido arriba, y es su mérito el que valió la salvación de Israel. En consecuencia Moisés dijo: “ADO-NAI  IL´LAJEM  LAJEM  VEATTEM  TAJARISHÚN - El Señor peleará por vosotros, y vosotros estaréis quietos” (Shemót/Éxodo 14:14). Lo que significa: “no profiráis una sola palabra, pues sería superflua”. Es preciso indicar que las iniciales de “ADO-NAI  IL´LAJEM  LAJEM - El Señor peleará por vosotros”, es uno de los 72 Nombres sagrados, así como los compañeros lo han señalado (Séfer HazZóhar 2:47a).  

Rabbí Shimön bar Iojái (“autor” del Zóhar) dice: La columna de nubes que aparecía durante el día era la imagen de Avrahám, y la columna de fuego que aparecía durante la noche era la de Itzják. Pero la Shejiná se encontraba en las dos columnas. Las palabras que Rabbí Abbá acaba de pronunciar son exactas, es gracias a la Shejiná que Israel estaba rodeado de columnas por delante y por detrás. Hay que señalar que en ese momento la luna estaba llena y recibía la luz de los 72 NOMBRES sagrados que formaban un triángulo a su alrededor. Un lado de este triángulo lleva la corona de Jésed (Clemencia), y el otro lado lleva la corona de Guevurá (Rigor). Se manifiesta bajo la forma de “sesenta vírgenes de fuego”, pues recibe diez de la Madre celeste. En fin, el tercer lado está revestido de púrpura, vestidura del Rey supremo y sagrado llamado Tiféret (Belleza). El Hijo sagrado, ha heredado de su Padre y de su Madre las 70 coronas supremas. Es él quien constituye la base del triángulo. Una tradición nos enseña que los 72 Nombres sagrados son 72 testigos de la gloria de Jésed, contienen los atributos de Guevurá y reemplazan 72 a escribas; y finalmente constituyen 72 colores que realzan la belleza de Tiféret.

Rabbi Shimön dijo a su hijo: Eläzár, hijo mío, cuando el Santo, Bendito Sea, pone sobre su cabeza las coronas sagradas y celestes, los patriarcas son coronados igualmente. Viendo a los patriarcas coronarse, la Shejiná hace lo mismo y entonces las bendiciones del cielo se derraman por todas partes.

Rabbi Shimön bar Iojái dice: Estos Nombres sagrados sirven de coronas a los patriarcas unidos en la Merkavá. Estos Nombres están comprendidos en las 48 palabras que encierran los tres versículos en cuestión. Observad que el Nombre sagrado de אני “ANÍ” (Yo) componiéndose de las letras, Álef-Nun-Iud, forma el tronco del Árbol, mientras que el Nombre sagrado והו “VaHU” forma la copa. Los compañeros han hecho destacar que el Árbol entero, su raíz, su tronco y sus ramas, se encuentran comprendidos en las 48 letras mencionadas. El Nombre sagrado se encuentra así marcado en los tres mundos Superiores y en los tres mundos inferiores. Es en correspondencia con esta tríada que ha sido dicho: “KADOSH  KADOSH  KADOSH  ADO-NAI  TZEVAOT  MELÓ  JOL-HAÁRETZ  KEVODÓ - Santo, Santo, Santo es el Señor de los Ejércitos; toda la tierra está llena de Su gloria” (Ieshaäiáhu/Isaías 6:3) ¡Santo en lo alto, Santo en el medio y Santo en lo bajo, Santo en Jésed, Santo en Guevurá y Santo en Tiféret! Y toda esta tríada se encuentra expresada en los 72 Nombres grabados. Así como eso ha sido ya dicho. ¡Bendito sea, bendito sea su Nombre por toda la eternidad! Amén (Zóhar, Beshal´láj).

Los textos de la Kabbaláh están de acuerdo en reconocer que Moisés saca su poder de los 72 Nombres, el Séfer Raziel por otra parte, que es por ellos que pudo abrir el mar y hacer tragar a Faraón.

Cuando Moisés oye estas palabras de la voz del Santo, Bendito Sea, se anima. Abriendo su boca, pronuncia el Nombre supremo de 72 letras. Entonces, Hadraniel tembló, se acercó a Moisés y lloró: ¡Dichosa tu suerte, Moisés, a quien Di-s ha revelado misterios cuyo conocimiento es negado a los ángeles superiores! (Séfer HazZóhar 2:58a)

La función de los 72 SHEMOT es igualmente asegurar el resplandor de la Shejiná:

Rabbí Jiiá dice: La palabra “piedra de zafiro”, designa los rayos luminosos que irradian de los 72 NOMBRES sagrados tal como se ha dicho: “VISADTÍJ  BASSAPPIRÍM - Y tus fundamentos serán de zafiro” (Ieshaäiáhu/Isaías 54:11). También ha sido dicho: “….Y se parecía a la serenidad del cielo”.

Rabbí Abbá dice: Igual que en el cielo hay 72 Nombres grabados, que extienden sus luces en todas las direcciones, también la luz que Israel vio emanaba de la Shejiná.

Rabbí Jizkiá objetó: Si era así, los israelitas deberían haber visto 60 luces en lugar de 72, teniendo en cuenta que la Shejiná está envuelta por 60 ángeles, tal como está escrito: “HINNÉ  MITTATÓ  SHEL´LISHLOMÓ  SHISHSHIM  GUIBBORIM  SAVIV  LAH  MIGGUIBBORÉ  ISRAEL - He aquí es la cama de Salomón; sesenta fuertes la rodean, de los fuertes de Israel” (Shír HashShirím/Cantar de los Cantares 3:7). Rabbí Iehudá le respondió: En efecto, es así, pero los 60 ángeles de los que se trata, expanden su luz en el interior de las 12 demarcaciones de donde no salen jamás (60 + 12 = 72) (Séfer HazZóhar 2:66b).

El resplandor de la Shejiná, es la expresión del Verbo divino obtenido por las constantes permutaciones de las 22 letras hebreas. Este movimiento combinatorio es mantenido por el espíritu de los 72 NOMBRES:

Iaäkóv/Jacob armoniza en él los dos lados, él es el resumen de los patriarcas. Hemos aprendido que la Sabiduría (Jojmá) golpeó las piedras de 32 Senderos (ver el Séfer Ietzirá), un soplo concentró las aguas y las 50 Puertas de Biná se abrieron. De estos senderos salieron 10 coronas de Luz y 22 caminos. El soplo formó un remolino en la parte baja de estos caminos, las 50 Puertas de Biná se abrieron, las 22 letras fueron grabadas sobre las 50 Puertas de Iovél (Jubileo), y fueron coronadas por las 72 letras del Nombre sagrado (Séfer HazZóhar 2:175b). 

Lo primero que se enseña a los niños, el Álef-Bet (alefato hebreo), sobrepasa la comprensión y el espíritu humano, así como los ángeles superiores entre los más elevados, pues el Nombre está disimulado en la letra Álef. Mil cuatrocientos cinco mundos están suspendidos del punto superior de la Álef. 72 NOMBRES sagrados, sobre los cuales están basados los mundos de arriba y de abajo, el cielo y la tierra, así como el Trono de Gloria del Rey, están escondidos en la barra mediana de la Álef, mientras que el misterio de la Sabiduría, los caminos ocultos, los ríos profundos y los Diez Enunciados están suspendidos del punto inferior de la Álef (Séfer HazZóhar 3:73a).

Foto: Placa Kabalísta grabada con los 72 SHEMOT / NOMBRES disponible en Espacios Sagrados de mekubal  


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