JANUKKÁ: “Y USTEDES SERÁN PARA MÍ UN
REINO DE SACERDOTES”
Por Kabbalah y Torah
Los días de Janukká son muy elevados
y santos. Porque en estos días cada persona es como el Kohén Gadól (Sumo
Sacerdote) en su hogar en el momento que se levanta y enciende las velas al
igual como el Kohén Gadól encendía las velas en el Bét HamMikdásh (Santo
Templo). Porque el encender las velas de Janukká es, literalmente, considerado
como si uno encendió las velas del Bét HamMikdásh, como está escrito (Báäl
Hamaór, Shabbát 21) que no estamos permitidos utilizar las velas de Janukká,
sino sólo mirarlas porque ellas son consideradas como las velas del Bét HamMikdásh.
Por lo tanto, es una gran mitzvá estar en casa durante los santos días de Janukká
y de encender las velas junto con su esposa e hijos, cantar canciones con ellos
y mirar las velas. Porque entonces la casa se convierte, literalmente, en el Bét
HamMikdásh. De esta manera, se cumple el versículo: “VEATTÉM TIHIU-LÍ
MAMLÉJET KOHANÍM - Y ustedes
serán para Mí un reino de sacerdotes” (Shemót 19:6). Es decir, cada persona
actúa como el Kohén Gadól en su casa como dice el Báäl HatTurím sobre este
verso “Si Israel ameritan – todos eran grandes sacerdotes, pero en el futuro el
sacerdocio será devuelto a ellos, como está escrito: “VEATTÉM KOHANÉ
ADO-NÁI TIKKARÉU - Y ustedes serán
llamados sacerdotes del Señor” (Ieshaäiáhu 61:6). Por lo tanto, en los días de
Janukká, cuando la luz oculta de la redención futura será revelada en todo el
mundo, cada persona se levanta y enciende las velas de Janukká en su casa
merecerá ser como un Kohén Gadól en el Bét HamMikdásh, bajando sobre sí mismo
un nivel muy elevado de la santidad.
JANUKKÁ Y LA PROMESA DE HASHÉM
“Cuando Aharón vio que su tribu
carecía de príncipes para realizar los sacrificios, su mente se debilitó y el
Señor le dijo a Moshé: “Ve y dile a Aharón: no temas, porque los sacrificios
continuaran durante todo el tiempo que el Bét HamMikdásh esté en pie, pero las
velas de la menorá siempre brillarán. Y
todas las bendiciones que te he instruido a recitar nunca serán interrumpidas”.
(Bamidbár Rabbá, 15:6)
El Rambán pregunta, ¿No es cierto
que las velas del Bét HamMikdásh cesaron con la destrucción del Bét HamMikdásh?
¿A cuál promesa se refería el Señor cuando le dijo a Aharón, “... nunca cesará”?
Esto tiene que ver con las velas de
Janukká que son encendidas incluso en nuestro exilio actual. Es precisamente en
el momento en que las velas de Janukká son encendidas que los judíos son
considerados como Aharón en el Bét HamMikdásh quien se levantó y encendió la
menorá. Cada persona baja sobre sí mismo la bendición de los Kohaním, los hijos
de Aharón. Afortunado es la persona que enciende las velas de Janukká con mucha
alegría y con la kavvaná (intención) adecuada.
JANUKKÁ: ËT RATZÓN
El momento de encender las velas de
Janukká es un momento muy oportuno para sentarse frente a ellas, cantar con los
hijos y de oración delante del Señor; pidiéndole por todos los buenos deseos de
su corazón. Porque en aquel momento se considera como el momento en que los
judíos se sentaban en el Bét HamMikdásh y experimentaban la luz de la Shejiná
(Presencia Divina). Y cómo sus oraciones subían a las puertas celestiales en
aquel momento, como está escrito: “MA-NORÁ HAMMAKÓM HAZZÉ ÉN
ZÉ KÍ IM-BÉT ELO-HÍM
VEZÉ SHÁÄR HASHSHAMÁIM - ¡Qué gran temor hay en este
lugar! Este no es otro que la casa de Di-s, y esto es el portón de los cielos” (Bereshít
28:17). Por lo tanto, afortunado es la persona que amerita aprovechar este
tiempo propicio para derramar su corazón ante el Señor en canto e hitbodedút
(oración personal).
JANUKKÁ: DÍAS DE JINNÚJ
Los días de Janukká se llaman “Jinnúj”
(educación - de la misma raíz que Janukká), porque este es un tiempo de gran
beneficio espiritual para educar a los hijos con la luz de la Shejiná y de
revelarles que la santa Shejiná se encuentra con nosotros – en nuestros
hogares. Por lo tanto, debemos asegurarnos de estar en nuestros hogares durante
los días de Janukká y de reunir a todos los miembros de nuestra familia en el
momento de encender las velas, cantando canciones con ellos, enseñándoles a
orarle al Señor, y la importancia de estar alegres con las mitzvót del Eterno.
Esto creará una gran impresión en ellos y a través de esto, cumplimos con la
mitzvá de “JINNÚJ” en verdad.
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