CONOCIMIENTO PARA VIVIR

CONOCIMIENTO PARA VIVIR

Por Kabbalah y Torah

Una Tefil´lá (“oración”) es una conexión de Zéër Anpín y Maljút. Cuando la Luz fluye hacia nosotros, puede manifestarse en plenitud.

El más sabio de todos los hombres, el rey Salomón, nos dice en su enseñanza codificada de Mishlé/Proverbios 19:2:

גַּם בְּלֹא־דַעַת נֶפֶשׁ לֹא־טוֹב

GÁM  BELO-DÁÄT  NÉFESH  LO-TÓV

“El alma sin sabiduría no es buena”.

El significado más profundo de este versículo es que una conexión adecuada atrae la Luz al alma y al cuerpo.

El conocimiento es la Sefira de Dáät. Se revela solo cuando hay una conexión entre Jojmá (Sabiduría) y Biná (Entendimiento), que son el “Padre Supremo” y la “Madre Suprema”.

Mira a Dáät como la extensión del cerebro medio. Baja desde la cabeza a través de la columna vertebral (Columna Central) hasta el cuerpo y le da vida y fuerza.

Se sabe que los cuerpos de los grandes ‘Tzaddikim’ no caen en las leyes de la entropía. Incluso después de la muerte, sus cuerpos se conservan en un estado real. La Luz que es atraída por las conexiones apropiadas y las acciones positivas afectan el cuerpo. El nivel más alto es cuando todo el cuerpo está corregido por todos los aspectos de la positividad y mantiene un estado inseparable con la Luz, ninguna ley física puede afectarlo.

Es por eso que los tzaddikím son llamados “vivos” en su muerte.