LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

SOBRE LOS SACRIFICIOS Y LAS 3 ORACIONES DIARIAS: Shajarit, Minja y Arvit

SOBRE LOS SACRIFICIOS Y LAS 3 ORACIONES DIARIAS: Shajarit, Minjá y Ärvit


Por Kabbalah y Torah en Expansión 

El Pastor Fiel [Moshé] nos dice cómo las tres oraciones (Shajarit, Minjá y Ärvit) fueron instituidas para corresponder a los sacrificios.

Algunas de las más significativas introspecciones espirituales en la fisiología de la enfermedad del corazón están reveladas en este pasaje esencial del Zóhar. Por lo tanto, una discusión más detallada es garantizada. Empezamos con el antiguo ritual del sacrificio.

Cuando nos conectamos visualmente a estos versículos (ítems 207-215) con contrición en nuestros corazones, los sacrificios y ofrendas quemadas que eran hechas tres veces al día durante el tiempo del Templo son ahora ejecutados en nuestro nombre.

El efecto de esta acción es muy profundo y vitalmente importante.

El poder de la oración de la mañana (Shajarit) es invocado, el cual denota el cordero solo sacrificado durante el amanecer temprano. Éste corresponde a Avraham, y la oración despierta ahora misericordia incalculable en nuestro mundo. Avraham era un individuo profundamente dador, quien ofrecía bondad incondicional tanto a amigos como a extraños. Por esta razón, el nombre de Avraham despierta Jésed (bondad).

La oración de la tarde (Minjá) manifiesta el cordero sacrificial que es ofrecido hacia el anochecer, que se conecta con Itzjak. Esta acción silencia los juicios que nos tocan como resultado de nuestra conducta negativa.

La oración de la noche (Ärvit) concierne a la grasa que es “devorada toda la noche”, y estas grasas son quemadas en este acto por nuestros esfuerzos extendidos aquí. Este sacrificio apacigua a las fuerzas malignas y remueve las enfermedades de nuestros cuerpos.

Estos sacrificios están íntimamente ligados a los órganos del cuerpo.

Rabbí Pinjás, utilizando el lenguaje críptico del Zóhar, explica que el cerebro (Móaj) controla al corazón (Lév), mientras que el corazón controla al hígado (Kaved). El cerebro es el dominio de nuestra conciencia y emociones. Si permitimos al Otro Lado, nuestro ego, controlar nuestros pensamientos y estados mentales, habrá inevitablemente ira, hostilidad y furia en nuestros corazones. Este mal es entonces transferido al hígado.

El hígado, se nos dice, es la manifestación física de las entidades negativas de Sammael y la Serpiente, entretejidos como uno. Nuestra ira y furia alimentan a estas entidades malignas, permitiéndoles crecer más fuertes en nuestros cuerpos. Así, el Zóhar declara:

“Y del hígado, que representa a Sammael, vienen todas las enfermedades y dolencias a todas las partes del cuerpo...”.

Rabbí Shimön explica, sin embargo, que estos seres malignos “devorarán” la grasa y desperdicio que sacrificamos durante nuestra oración de la noche. Así, la ofrenda de grasa se vuelve una contemporización, un alimento simbólico, para mantener a raya a estas fuerzas perversas. Esto será reflejado en el hígado, y nuestras enfermedades son mantenidas a distancia. En un nivel práctico, la grasa que es sacrificada se correlaciona con nuestras características negativas personales. Nuestra identificación y reconocimiento de nuestras propias cualidades desdeñosas es el significado final del sacrificio.

Una notable revelación concerniente a la enfermedad del corazón y el hígado es hecha por el Zóhar en este pasaje 2000 años antes de la medicina moderna. Así como el hígado absorbe y digiere grasas y filtra toxinas de la sangre en un nivel físico, la oración y el sacrificio queman las grasas y toxinas espirituales de la ira y la negatividad.

En otras palabras, la oración de la noche nos permite sacrificar metafísicamente la grasa - nuestros rasgos negativos de carácter que es la clave para la función saludable del hígado.

De acuerdo con la ciencia médica, el hígado humano produce aproximadamente 1000 miligramos de colesterol al día. El colesterol es usado para producir la bilis que necesitamos para la digestión y absorción de las grasas. La bilis también remueve los desperdicios y la materia tóxica de la sangre.

Los niveles de colesterol pueden ser altos si la conversión del colesterol en bilis está disminuida. Si es así, los bajos niveles de ácido biliar envían una señal poderosa al hígado para proveer más colesterol.

¡Los niveles altos de colesterol y sustancias grasas en la corriente sanguínea son las causas primarias de ateroesclerosis (obstrucción de las arterias) y la cardiopatía coronaria!

La grasa excesiva se acumula en las células del corazón, matando las células y finalmente dañando al músculo cardíaco, causando ataques de corazón.

Así, niveles bajos de colesterol en la sangre y de grasa son la clave para un sistema cardiovascular saludable. Un hígado saludable funcionando a plenitud entrega sangre limpia, baja en grasa, libre de tóxicos, al corazón, el cual entonces bombea la sangre purificada al resto del cuerpo.

Esta verdad fisiológica es encontrada en el siguiente verso del Zóhar:

“...Su recepción (la de los ángeles malignos) es que ellos devoran las partes grasas y la grasa para el sacrificio, como está escrito: ‘y la grasa que está sobre ellos’. Y luego todo es ofrecido al corazón”.

Lo que es “ofrecido al corazón” espiritualmente es misericordia y alegría: la Luz del Creador.

Lo que es “ofrecido al corazón” físicamente es sangre purificada, baja en grasa, toxinas, desechos y colesterol; la clave para una función cardiovascular sana.

Así, un cuerpo saludable empieza con integridad espiritual de mente, corazón e hígado.

Aquí encendemos el poder de los sacrificios y las tres oraciones diarias. Las influencias de los ángeles malignos y las dolencias del hígado y del corazón son abatidas. Nuestro cerebro, el cual porta nuestra conciencia, es liberado de la influencia del Otro Lado. Nuestra sangre es purificada, cuando la ira y el juicio son expurgados de nuestros corazones e hígados. El sistema cardiovascular es purificado, sanado y renovado.

Adicionalmente, la revelación generalizada de estos secretos antiguos, por vez primera en la historia, genera una artillería de Luz que desbarata las enfermedades cardiovasculares y del hígado eternamente por medio de exterminar sus raíces espirituales profundamente asentadas: los ángeles negativos Sammael y Lilít.

(Zóhar, Pinejás) 


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