SOBRE EL TEMPLO
DE JERUSALÉN
Por Kabbalah y
Torah
Cuando los
hijos de Israel salieron de Mitzráim (Egipto), el Santo, Bendito Sea Él, deseó
establecerlos en la región como están los ángeles en lo alto, y Él deseó
construir un Templo para ellos, traerlo del Cielo superior, y plantar a Israel
en la tierra como una plantación sagrada, siguiendo el modelo de la forma
celestial, como está escrito: “Los traerás y los plantarás en la montaña de Tu
herencia... (Shemót 15:17). ¿Y dónde sería eso? “... en el lugar, HaShém, que
Tú has construido para que mores...” (ibíd.). En ese lugar que Tú, HaShém, has
hecho, y no en otro. “... el lugar, HaShém, que Tú has construido para que
mores” se refiere al Primer Templo, y la continuación del versículo: “… en el
Santuario, HaShém, que Tus manos han establecido” (ibíd.) se refiere al Segundo
Templo. Ambos son la obra del Santo, Bendito Sea Él.
Pero cuando lo
hicieron enojar (a Él), murieron, y el Santo, Bendito Sea Él, trajo a los hijos
de ellos a la tierra, y el Templo fue construido por el hombre, que es por lo
cual no duró. Porque la construcción ha de ser la obra del Santo, Bendito Sea Él.
El Rey Shelomó (Salomón) sabía que el Templo que él construyó fue construido
por el hombre y por lo tanto, no duraría, que es por lo que está escrito: “...
Si HaShém no construye la casa, aquéllos que la construyen trabajan en vano...”
(Tehil´lím 127:1). Y verdaderamente, ésta no existe más. En los días de Ezrá, a
causa del pecado, tuvieron que reconstruir el Templo, que es por lo cual no
tuvo existencia duradera. Y hasta ahora la primera construcción del Santo,
Bendito Sea Él, no ha tenido lugar en el mundo, sino que concerniente al futuro
está escrito: “BONÉ IERUSHALÁIM ADO-NÁI - El Señor construye Jerusalén”
(Tehil´lím 147:2). Él construirá y no otro. Es por esta construcción que
estamos esperando, y no por una estructura hecha por el hombre, la cual no
tiene permanencia.
El Santo,
Bendito Sea Él, bajará el Primer Templo y el Segundo Templo simultáneamente de
lo alto. El Primer Templo, que es equivalente a Biná, estará oculto, y el
Segundo Templo, que es paralelo a Maljút, estará en lo abierto. Esa casa que es
llamada ‘el Segundo Templo’ estará en lo abierto de modo que el arte del Santo,
Bendito Sea Él, será visible para todo el mundo. Y entonces habrá regocijo
perfecto y buena voluntad en toda su existencia.
El Primer
Templo que estará oculto asciende a lo alto sobre el Segundo Templo, que está
revelado, y el mundo entero verá las nubes de gloria que rodean al Templo que
está revelado, y dentro de esas nubes estará el Primer Templo en una acción oculta,
elevándose a la altura de la gloria del Cielo, que es Biná, y ésta es la
construcción por la que estamos esperando.
Hasta aquí,
esto no ha sucedido en el mundo, porque aun la ciudad de Ierushaláim no será el
resultado de las manos del hombre, porque está escrito: ‘“Porque Yo -dice
HaShém- seré para ella un muro de fuego alrededor, y seré la gloria en medio de
ella’” (Zejariá/Zacarías 2:9). Si esto es lo que está escrito acerca de la
ciudad, ¡cuánto más será esto el caso del Templo, que es Su morada! Y esta
acción del Santo, Bendito Sea Él, debió haber sido vista en el principio,
cuando Israel salió de Egipto, pero fue postergada para el final de los Días;
para la redención Final.
(Zóhar, Pinejás)
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