LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

JUNTA TUS BRAZOS


JUNTA TUS BRAZOS

Por Kabbalah y Torah

Cuando una persona comienza la Ämidá (oración silenciosa), se para frente a las puertas Supernales de la oración. Los Guardianes anuncian: “Maestro del Universo, los dueños de los brazos están tocando la apertura”.

Los ‘brazos’ representan las columnas Derecha e Izquierda, Jésed y Guevurá, que con la oración los unimos para formar la columna Central y bajar la Luz.

La acción a continuación activa la conexión entre la izquierda y la derecha de Jojmá y Biná para crear la Sefirá de Dáät para transferir la Luz de los tres primeros (JaBáD) a los niveles inferiores (JaGát NeHIM).

El Tefil´lín es una herramienta que nos ayuda a lograr eso con las dos unidades de cabeza y brazo.

El chal de oración, Tal´lít, es para vestir la conexión espiritual de Jojmá y Biná y permitir que Dáät canalice la Luz.

Después del diluvio, el Señor hizo un pacto con Nóaj/Noé y lo conectó a los niveles Supernales. Noé plantó una viña, que es el aspecto de Maljút, para conectarse con el pacto de Di-s. Su hijo, Jám/Cam, vio la conexión de su padre y como no ganó la Luz por eso, atrajo negatividad a su linaje. Su padre reveló la situación cuando declaró que el hijo de Jám sería maldito y sería esclavo de sus hermanos.

Shém/Sem y Iáfet/Jafet entendieron la situación y con sus brazos y los hombros de ambos, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre teniendo vueltos los rostros.

Shém representó la columna Derecha y recibió la bendición de su padre: “Bendito el Señor, el Di-s de Sem, y sea Canaán su siervo”. Jafét representó la columna Izquierda y recibió una parte de las bendiciones de Shém: “Ensanche Di-s a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo”. (Bereshít 9:26-27)

Cuando juntamos los dos brazos con nuestras oraciones, unificamos a Jésed y Guevurá en un solo canal. Es por eso que al comienzo de todas las conexiones silenciosas mencionamos a Avrahám, Itzják y Iaäkóv.

Todas las semillas deben estar ocultas y en silencio para darles la oportunidad de conectarse a los niveles superiores para atraer la energía de la vida y la continuación.

(Tikkuné HazZóhar) 

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