PARASHÁT KÓRAJ - (Bemidbár/Números
16-18) - Prevenir desastres naturales
Por Kabbalah y Torah
LA NECESIDAD DE DAR MÁS DE LO QUE
TOMAMOS
En esta porción, debemos hacernos
una pregunta difícil: dado Kóraj era una persona grandiosa y justa, ¿cómo pudo
haber caído tan bajo y tan rápidamente?
El Midrásh dice que todo se debe a
la esposa de Kóraj, quien le dijo algo como: “Mira, Moshé tiene todo el dinero.
Él dice que está construyendo un Tabernáculo pero, en realidad, sólo quiere el
dinero para sí mismo”. La esposa de Kóraj estaba agobiándolo constantemente.
Está escrito: “Una mujer puede construir o puede destruir”.
En el secreto de la sabiduría, la
casa de un hombre es su esposa. Si ella es una mujer de bien y de mal y él desea
cambiar una mujer mala por una buena, debe redimirla de ese mal y darle a ella
su valor. Sin embargo, dice acerca de una mujer del Árbol de la Vida, que es Maljút:
“el oro y el cristal no pueden igualarla; y el cambio de ésta no será por
contenedores de oro fino” (Ióv/Job 28:17). Ella es invaluable, como dice: “ÉSHET-JÁIL ÄTÉRET
BAÄLÁH - Una mujer virtuosa es una corona para su marido...” (Mishlé/Proverbios
12:4), y también dice: “ÉSHET JÁIL MÍ
IMTZÁ - Mujer virtuosa, ¿quién puede hallarla?...” (Mishlé/Proverbios
31:10). Esa es la Shejiná. Quien es bondadoso por medio de Ella recibirá una
recompensa invaluable, y quien es pecador hacia Ella recibirá un castigo
inimaginable.
(Zóhar, Kóraj 9:44)
Pero culpar a la esposa de Kóraj es
tan sólo el principio de la explicación de la caída de Kóraj.
La primera palabra de esta parashá
es una pista: Vaikkáj, que significa “él tomó”. Nuestra lección aquí es que
nuestro trabajo espiritual debe despertar en nosotros la necesidad de dar más
de lo que tomamos. Pero Kóraj era lo contrario a esto, él quería recibir todo
para sí mismo.
Además, el Talmúd explica que Kóraj
era bastante adinerado, pues había encontrado las abundantes riquezas
acumuladas y posteriormente ocultadas por Ioséf en Egipto. Debido a su fortuna,
erróneamente se creía muy elevado y más importante que todos los demás, y esto
creó dentro de él una ambición aún mayor de obtener más riquezas todavía.
Es por esto que Kóraj cayó, porque
se mantuvo como “receptor”. A pesar de tener toda la sabiduría de la Torá y ser
un estudiante versado, su conocimiento no fue suficiente para ayudarlo. Todos
enfrentamos el mismo desafío cuando iniciamos nuestro camino espiritual.
Pensamos que asistir al templo en Shabbát, escanear el Zóhar, usar los 72
Nombres de Di-s y estudiar será suficiente. Además de realizar acciones
espirituales, tenemos que transformarnos de receptores a dadores Por supuesto,
es muy importante leer el Zóhar y estudiar, pero más importante todavía es
cuánto cambiamos interiormente. Aun con todo su aprendizaje, Kóraj nunca logró
esa transformación interior vital. Nosotros debemos trabajar a fin de obtener
ese resultado bendecido ahora mismo, ya sea que nos sepamos el Zóhar de memoria
o lo hayamos abierto por primera vez el día de hoy.
Koraj, si bien era una persona muy
negativa, tenía el potencial de ser muy positivo. La pista hacia esta negatividad
está en la palabra Vaikkáj, que significa que él era un receptor. Aprendemos
una lección importante de esto: cuando una persona sólo desea recibir, sólo
puede obtener resultados negativos. El Zóhar dice:
“Pero Kóraj...tomó...” (Bemidbár/Números
16:1). Pregunta: ¿Cuál es el significado de “tomó”? Responde: Tomó consejo
incorrecto para sí. Si uno persigue algo que no le pertenece, éste escapa de él
y aun pierde lo que tiene. Kóraj persiguió algo que no era suyo. Por lo tanto,
perdió lo propio y nadie más ganó.
(Zóhar, Kóraj 1:4)
Que sabía y clara lección! Baruch Hashem!!!
ResponderEliminarQue sabía y clara lección! Baruch Hashem!!!
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