LA LETRA כ KAF

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LA LETRA כ KAF     Por Kabbalah y Torah en Expansión   Las 2 letras de la escritura completa de la palabra כ ‘Kaf’, כף son las iniciales de 2 palabras hebreas: ‘Kóaj’ (“potencial”) y ‘Poël’ (“real”). Así la כ ‘Kaf’ alude al poder latente dentro del reino espiritual, el potencial de manifestarse completamente en la esfera física de lo real. HaShem debe crear el Mundo continuamente; de lo contrario, la Creación dejaría de existir instantáneamente. Su potencial, es entonces actualizado a cada momento. Este concepto se conoce como “el poder de revelar el eterno potencial dentro de la realidad”. En la Jasidut se nos enseña que esta debe ser la primera percepción al despertar. De momento que el significado literal de la letra כף ‘Kaf’ es “palma” - el lugar del cuerpo donde se lleva a la práctica el potencial - esta percepción es reflejada en la costumbre de poner una palma sobre la otra al despertar, al recitar la plegaria ‘Modé Aní’:   MODÉ (MODÁ)   ANÍ   LEFANEJA   MÉLEJ  

PARASHA KORAJ - (Bemidbár/Números 16-18) - Prevenir desastres naturales


PARASHÁT KÓRAJ - (Bemidbár/Números 16-18) - Prevenir desastres naturales

Por Kabbalah y Torah

LA NECESIDAD DE DAR MÁS DE LO QUE TOMAMOS

En esta porción, debemos hacernos una pregunta difícil: dado Kóraj era una persona grandiosa y justa, ¿cómo pudo haber caído tan bajo y tan rápidamente?

El Midrásh dice que todo se debe a la esposa de Kóraj, quien le dijo algo como: “Mira, Moshé tiene todo el dinero. Él dice que está construyendo un Tabernáculo pero, en realidad, sólo quiere el dinero para sí mismo”. La esposa de Kóraj estaba agobiándolo constantemente. Está escrito: “Una mujer puede construir o puede destruir”.

En el secreto de la sabiduría, la casa de un hombre es su esposa. Si ella es una mujer de bien y de mal y él desea cambiar una mujer mala por una buena, debe redimirla de ese mal y darle a ella su valor. Sin embargo, dice acerca de una mujer del Árbol de la Vida, que es Maljút: “el oro y el cristal no pueden igualarla; y el cambio de ésta no será por contenedores de oro fino” (Ióv/Job 28:17). Ella es invaluable, como dice: “ÉSHET-JÁIL  ÄTÉRET  BAÄLÁH - Una mujer virtuosa es una corona para su marido...” (Mishlé/Proverbios 12:4), y también dice: “ÉSHET  JÁIL    IMTZÁ - Mujer virtuosa, ¿quién puede hallarla?...” (Mishlé/Proverbios 31:10). Esa es la Shejiná. Quien es bondadoso por medio de Ella recibirá una recompensa invaluable, y quien es pecador hacia Ella recibirá un castigo inimaginable.

(Zóhar, Kóraj 9:44)

Pero culpar a la esposa de Kóraj es tan sólo el principio de la explicación de la caída de Kóraj.

La primera palabra de esta parashá es una pista: Vaikkáj, que significa “él tomó”. Nuestra lección aquí es que nuestro trabajo espiritual debe despertar en nosotros la necesidad de dar más de lo que tomamos. Pero Kóraj era lo contrario a esto, él quería recibir todo para sí mismo.

Además, el Talmúd explica que Kóraj era bastante adinerado, pues había encontrado las abundantes riquezas acumuladas y posteriormente ocultadas por Ioséf en Egipto. Debido a su fortuna, erróneamente se creía muy elevado y más importante que todos los demás, y esto creó dentro de él una ambición aún mayor de obtener más riquezas todavía.

Es por esto que Kóraj cayó, porque se mantuvo como “receptor”. A pesar de tener toda la sabiduría de la Torá y ser un estudiante versado, su conocimiento no fue suficiente para ayudarlo. Todos enfrentamos el mismo desafío cuando iniciamos nuestro camino espiritual. Pensamos que asistir al templo en Shabbát, escanear el Zóhar, usar los 72 Nombres de Di-s y estudiar será suficiente. Además de realizar acciones espirituales, tenemos que transformarnos de receptores a dadores Por supuesto, es muy importante leer el Zóhar y estudiar, pero más importante todavía es cuánto cambiamos interiormente. Aun con todo su aprendizaje, Kóraj nunca logró esa transformación interior vital. Nosotros debemos trabajar a fin de obtener ese resultado bendecido ahora mismo, ya sea que nos sepamos el Zóhar de memoria o lo hayamos abierto por primera vez el día de hoy.

Koraj, si bien era una persona muy negativa, tenía el potencial de ser muy positivo. La pista hacia esta negatividad está en la palabra Vaikkáj, que significa que él era un receptor. Aprendemos una lección importante de esto: cuando una persona sólo desea recibir, sólo puede obtener resultados negativos. El Zóhar dice:

“Pero Kóraj...tomó...” (Bemidbár/Números 16:1). Pregunta: ¿Cuál es el significado de “tomó”? Responde: Tomó consejo incorrecto para sí. Si uno persigue algo que no le pertenece, éste escapa de él y aun pierde lo que tiene. Kóraj persiguió algo que no era suyo. Por lo tanto, perdió lo propio y nadie más ganó.

(Zóhar, Kóraj 1:4)


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